entrevista  al sr Jose de la Portilla Muñoz

entrevista al sr Jose de la Portilla Muñoz

                                                        JOSE DE LA PORTILLA MUÑOZ

Jesús María, 30 de Agosto del 2005

 

 

Soy trujillano, del mismo Trujillo. Por supuesto a todos ellos, a todos ellos a Trujillo a Constante,  a Víctor Humberto Larco, todos ellos han sido personas muy conocidas ahí, Bigote Gamarra es uno de los más antiguos, había otro que era muy famoso al que le decían Maestrín, un zapaterito, era un hombre culto, porque él se muere y un amigo mío, muy íntimo que había sido muy gallero del cual, tuve la oportunidad desde los siete años ver sus gallos y él era muy amigo de este zapaterito que se apellidaba González García creo,  todo el mundo le decía maestrín, maestrín, era un hombre muy querido, pero sabía de gallos para mí era lo mejor que había en Trujillo, cuando él se muere si alguien quería sacar pecho sabes que te decían, yo tengo la cría de Maestrín yo tengo la cría de Maestrín, todo el mundo decía eso y era un hombre que, si bien es cierto, no esté, tenía para jugar sus gallos, el dinero, pero el que lo apoyaba era Alfredo Con, quien cariñosamente le dicen Anchay y él le jugaba los gallos eran muy amigos. Excelente criador mira que, Pedro Larios, el popular Cuchala, no sé si habrás escuchado mentar alguna vez pero,  había sido jugador de los Diablos Rojos de Chiclín, en la época de Coetio Ugarte y de Lauro, el mismo José Soriano, él fue campeón bolivariano 1938 Cuchala,  él le pedía gallinas y él llegó a tener una cría fantástica de esa época, con el cruce de gallos que tenía  Constante Larco como son el Malayo que trajeron de San Francisco y eso lo sabe bien Chale, lo sabe mejor que yo, porque él vivía allá. Pero te digo el Maestrín era un hombre que sabía mucho de gallos y te cuento eso porqué, porque cuando voy algunas de las veces a Trujillo y voy a visitarlo a Alfredo Con y  me cuenta del Maestrín, que cuando él se muere él lo asiste y se puede decir ayuda a enterrarlo y entre sus cosas de Maestrín, tenía libros de gallos, te estoy hablando pues desde el año 40 al año 50, entonces en esa época era difícil tener un libro escrito sobre gallos, solamente que yo sepa era por eso Espolones en combate al año 50. Y eso ha sido antes bueno, imagínate, si alguien tiene libros más antiguos, quizás sería  el Edison, ese si tiene, felizmente como él sabe inglés no tiene ningún problema en entenderlo, o leerlo, pero,  te digo que en Trujillo  habían excelentes aficionados, el mismo Jorge, Juan  Pinillos, totalmente centrado vamos a averiguar un hombre muy respetado también, Trujillo ha sido un aficionado de buen nivel, el mismo don Pedro Rivadeneira, que vivía acá en Lima, también Trujillano, dicen que era San Pedrano  que yo sepa él era trujillano don Pedro Rivadeneira. Así es de los gallos orientales de los gallos japoneses, los gallos malayos, porque el  que trae constante, por los años 60 de San Francisco de Estados Unidos un Malayo, que pesaba 11 libras y bravísimo, porque tenías que entrar con escoba al  corral, cuando el gallo estaba con un par de gallinas, pero bravísimo te agarraba un par de patadas. Excelente resultado dio y Chale le sacó  a los hijos, a las hijas don Eusebio Bravo del Callao no sé si habrás escuchado de él, que tuvo un gallo muy bueno que se llamó Uranio, él  le da un gallo de su cría, a Constante Larco y él le saca con  una Malaya y nace el  campeón de bravo y ha sido un gallo  por los años 63, 64 en ganarle ah, y  era un gallo de 7:7lbs,  pero peleaba con una velocidad de cuatro libras, ese un gallo Malayo el primero que trajo don Constante, extraordinario, extraordinario. Sí después yo sé que trajeron tres más en sociedad con un tal… y don  Eusebio Bravo. Trajeron tres gallos más. No fue lo mismo, creo que de ahí mismo fueron, pero, ese gallo voto bueno él y las hijas porque Chale agarra un inglés giro de esos creo que había traído él. De esos giros, españoles, olvídate  la cantidad de peleas, esos gallos olvídate esos gallos que eran extraordinarios, fíjate media sangre Inglés medio sangre Malayo, con una velocidad increíble como una entrada parecían navajeros. Ya se había cambiado, un poquito más ofensiva, porque cambio Bravo toda la vida yo lo vi pelear con espuelas prensadas, quien lo armaba era este brasileño Angelmiro Monteiro. Y él lo armaba; era un gallo extraordinario, lo hicieron ganar en Lima, en Trujillo en Chiclayo le, le echaron gallos, para ganarlos, no pudieron ganarlos,  era un gallo extraordinario, tan extraordinario que tenía una cualidad, ese gallo peleaba con el pico abierto, no de cansado sino así. Y según los libros y los entendidos, porque dicen así es el gallo excepcional, míralo lo ligero que es ese animal. De tiempo de la mordida, ya va con el pico a cerrar nada más, extraordinario gallo. Por supuesto a Ichicawa no, yo sé de Koide, que no lo conocí pero fue anterior, pero la cría él se la dejó a Román Echevarría. A través de Pepe Silva, don Pepito Silva, era amigo de ellos no y tuvo la cría de ahí nació un gallo excepcional de don Pepe Silva, que le decían el  Pepe justamente, no sé si por el brasileño en honor al brasileño, al jugador Pepe, del Santos uno que tenía una patada extraordinaria que en el sudamericano del cincuenta y siete,  aquí en el estadio nacional hizo el mejor gol del campeonato, un tiro de volea que le viene de la derecha y el espera se puede decir, de la defensa, espera un poquito más atrás tres, cuatro metros más y lo espera listo con la zurda y le metió un zurdazo que Germán Sánchez tuvo que agacharse, se agacho y puso las manos así, porque si no lo metía con todo, tenía una patada excepcional, mira fue al mundial del cincuenta y ocho y no fue titular, increíble fue suplente, creo que en honor a él, porque  no creo que don Pepe lo haya puesto en honor de él mismo. Sí, puede ser esa relación, de Cuchala que había sido futbolista, tenía mucha,  mucha afición a ponerles nombres a sus gallos de jugadores, tuvo el Garrincha tuvo el Didí, que eran fenómenos. Es increíble, te digo esa época una época exquisita. Después aquí en Lima cuando nace la cancha del Gallo de Oro, de esa cancha se convirtió como muchos lo decíamos como todo el mundo lo decía la Catedral de los gallos. La cancha grande, porque habían peleas grandes, excepcionales. Esa gente qué merecía el respeto de todos porque era de un señorío admirable. Gente que asistía con terno, sombrero uno de ellos don augusto Rodríguez Martínez que fue Director general de la PIP de la Policía de Investigaciones el señor Álvarez, don Humberto Álvarez, Alberto Barco, Dante Valdivieso y eso que era muchacho en esa época. Todos los de La Fuente, Abelardo inclusive, Chale el hermano de Abelardo, el ingeniero De La Fuente,  el Chinito Le&oacut
e;n, Carlos, Oscar Pita, grandes aficionados. Había un orden. Don Eusebio Bravo, el Cholo Segura del Callao, que se sacaba unos gallos con una presentación impecable, yo admiraba el gusto que Segura tenía para sacar sus gallos, sus animales tan bonitos, también bien preparados que impresionaban este fue el comienzo de la cancha grande; ya después el resto, todo el mundo lo sabe el 69 en el Festival internacional de la Alameda. Del gallo, el modelo del gallo, porque, si bien es cierto habían gallos excepcionales, he mencionado al campeón de Bravo que era medio de sangre Malayo pero también Bravo tenía otro gallo Giro, que después de una pelea que hizo de exhibición, con calidad y acierto de ese animal, me acuerdo que el ingeniero De La Fuente se acercó a felicitarlo a Bravo y le dijo  que había tiempo que no había un gallo como este don Eusebio lo felicito en eso venía Constante, él me lo regaló, era Constante el que lo había sacado de un gallo giro chileno con una gallina malaya, que había salido un gallo de cinco ocho, como un poco chico, para la época sobre todo por el cruce, hijo de un animal excepcional lo vi pelear varias veces y lo jugaban en el Norte era un gallo destacable no. Mira, yo en algunos momentos por la inclinación hacia la medicina natural, usaba en mi gallos enfermos sobre todo con leucosis, como conejillo de indias y en algunos tipo de leucosis  porque la leucosis es como el cáncer en los seres humanos, la leucosis es el cáncer en los animales, pero hay una variedad y dentro de esta variedad yo he logrado curar leucosis, con medicina natural. Eso también me dio oportunidad de llevarlo a seres humanos, y poder curar una cirrosis y de los dos tipos, la alcohólica y la era la más difícil. Curé te estoy hablando de  unos diecisiete, dieciocho año atrás porque fue en el ochenta y siete a la hermana de don Pepe Silva, de cirrosis cuando en Estados Unidos me decía don Pepito, le habían detectado cirrosis y le daban seis meses de vida yo logré curarla en cuatro meses y después, la sorpresa fue, era la segunda persona que yo curaba pero ahí de ahí empecé a ser más cuidadoso en cuanto a tomar datos, a ver el tiempo en que se demora  curando una cirrosis y encontré que lo podía hacer en cuatro meses, porque el segundo caso mediaba casi el mismo tiempo, tan es así que cuando lo encuentro a don Pepe Silva en una cancha de gallos de la Pascana, fui con otro amigo y lo encuentro a él a Antonio Vera, fui con el maestro Oliva me acuerdo y otro amigo más de Piura  un señor Borrero, ya habían pocas peleas porque era el mes de abril, la gente termina las peleas a eso de las siete y treinta de la noche yo me encontraba tomándome una gaseosa con el maestro Oliva y Arnulfo Borrero un amigo de Vera y terminan las peleas y aparece toda la gente y aparece don Pepe Silva, entonces agarro y le digo, preocupado porque sabía que tenía medicina solamente hasta ese mes y le dije don Pepito no lo he visto tres meses, su  hermana tiene que continuar su tratamiento; se me acerca y me dice Pepe y me da un abrazo, me dice mi hermana ya está sana y cómo sabe usted, mi hermana es una mujer pudiente y donde a ella le detectan la  cirrosis, es en Estados Unidos, en una clínica, donde su hijo el médico entonces ella se ha regresado alla y no le encontraron nada, él le dice y usted qué cree, no usted le ha salvado la vida a mi hermana. Que le han dicho el diagnóstico anterior diagnóstico equivocado. Eso no lo aceptan y yo le digo usted sabe lo que es la leucosis como no voy a saber, don Pepito me dice, porque así nos tratamos de Pepito, porque yo soy un gallero viejo pues más de 60 años criando gallos, bueno le digo cuando tengo un animal leucósico, de estas  características déjelo y él mismo le contó. Sí lo hizo excepcional, me dijo increíble, lo hizo inclusive él, con una dosis que le di para su hermana para reforzar y la hermana ya no quería tomarlo y la tenía ahí y  cápsulas entonces él tenía una úlcera pero nunca me había dicho a mí que tenía úlcera, habló con un médico, su amigo que le había dado una medicina que era la última palabra para la úlcera y no funcionó mucho la cosa entonces se le ocurre ir a su hermana visitarla ahí y le pide esas cápsulas y en un mes se sentía sano y para saber si era cierto un día se encuentra con un amigo muy amigo de él saca una botella de whisky y se la toman los dos a ver que sentían, al día siguiente como si nada me dice, no te imaginas como me agradecía. Nada, ningún síntoma de tener úlceras entonces eso se lo cuenta a su amigo el médico y su amigo el médico, encuentra tomo o interés quiero conocer a su amigo cuando él me dijo ya habrá oportunidad, él me quiere conocer, pero yo no quiero conocerlo a él, yo para que quiero conocerlo a él, quiere saber con qué lo hago, después a las dos, tres semanas se accidentó don Pepito se rueda de las escaleras y se mata y ya no hubo la oportunidad de conocer a este médico y tuvimos la mala suerte de perder a un gran amigo, maestro, un maestro. Era un hombre muy hábil. Un hombre que tenía mucho criterio y en los gallos hay que tener cierto criterio además de ojo, para, orden, lógico y sobre todo que es lo que quieres, cuando comienzas hacer los cruces. Se dice así es no así es y una cosa importantísima para mí los jóvenes deben aprender a escuchar; creo que he tenido esa virtud de saber escuchar a gente que sabía mucho de gallos además, era una época donde los muchachos respetábamos mucho a los viejos. Ésa es la formación de hogar, los hijos te escuchan y me acuerdo, que conversar con don José Andrés  Saavedra era una delicia, era un hombre que sabía cualquier cantidad de gallos del Norte de Chepén, don Augusto Trelles, otro hombre que no solamente explicaban, que demostraban con palabras como eran las cosas que decían cómo eran las cosas y si no te demostraban con hechos en la cancha de gallos iban ahí de primera. Don augusto Rodríguez Martínez también que vivía por acá cerca, tenía corral acá en Tarapacá en Magdalena pasando la Av. La marina dos o tres cuadras no más y siempre iba a topar, nos veíamos y era un hombre que hablaba poco, pero sabía, sabía. Claro, te digo una cosa por ejemplo en la frotación mucha gente usa tabaco y el tabaco no se debe usar, el tabaco es muy tóxico te puede generar calor, pero es muy tóxico, como el tabaco con el humo del tabaco tú matas una serpiente un tabaco, como el humo del tabaco se asfixia y se muere, mira como el ser humano, no pasa nada. Por supuesto, lógico no habrían los estudios sobre el cáncer de pulmón que genera algunas veces el tabaco. Eso no se debería usar, pero se debe usar, molle, coca Romero. El molle para mí es lo más importante, la hoja del molle es mucho más importante que cualquier otra así es para el relajamiento para los golpes. Fíjate, tenía molle tenía Romero, eucalipto de repente, ajo, pero te digo eso es recurriendo a las plantas tú de hecho vas a mejorar la crianza de un animal, porque si tú usas alfalfa en el dietario animal la alfalfa excepcional, la misma maca úsala
para animales viejos dentro de su alimento échale una porción y difícilmente un animal se volverá infértil, porque la maca tiene una propiedad de generar espermatozoides. El ajo difícilmente lo uso que te digo un vermífugo para desparasitar animales en la preparación. Medio diente de ajo no más,  picadito y se lo das al animalito y al animalito le produces una profilaxis interna de los demonios, además lo tiene sin parásitos, además el ajo lo uso en el momento que el pollo o el gallo se amoquilla. Lo das al día siguiente que apareció con el moquillo y lo limpias bien, ya no tienes que ponerle antibiótico, fíjate lo que es el ajo. Bueno, es vitamina C, pues preventivo, que te digo para desparasitar también puedes usar el paico, el paico para los seres humanos es el mejor antiparasitario. Y todas esas cosas que ayudan inclusive yo he hecho experimentos porque el maíz a mí no me gusta mucho, como base de la alimentación de un gallo, porque tiene mucha grasa. Sí, entonces yo he criado por decir, que agarré un par de gallos de cinco libras, a uno lo criaba con trigo y al otro con maíz, como base, la diferencia de peso es casi cuatro onzas, o sea que el gallo uno, con maíz llega a pesar cinco cuatro y el otro cinco. Y el trigo tiene menos grasa por eso tiene más vitamina E tiene más proteínas inclusive. No hay que complementarlo, una de las cosas que se debe complementar es la alfalfa, su alfalfa es elemental, con la alfalfa tú curas a una persona anémica. Mira el conejo saquemos el conejo qué come. Pero ahora que hay esos alimentos balanceados, pero antiguamente tú criabas en base a alfalfa nada más a un conejo. De alfalfa y zanahoria, ahora mira por la vitamina K, que tiene, por la cantidad. El conejo es quizás el animal más viril de todos los que hay. Bastante superior a otras especies. Claro, y quizás en gallos el ave más viril también. Por supuesto alfalfa, te digo ahora que está muy de moda la maca, la maca me parece que es excepcional y si le das en la dieta, en su alimento que se lo merece, eso a los pollos a los gallos, olvídate, vas a tener un animal muy sano y además longevo. He visto gallinas de14 años, en el corral de los de la Fuente, es excepcional así nomás no dura un animal; gallos un cubano que ahorita debe tener once casi doce años, que nació acá y yo se lo obsequie pollo a Jaime todavía lo tienen vivo, fíjate. Siempre he usado un alimento que era mi manera de ver es el más sano de todos por experiencia es el de Takagaki sabes porque te digo, porque ellos preparan sus su alimento para su propia granja ellos no venden al mercado, no distribuyen al mercado, recién ahora por Caquetá en el trébol hay un distribuidor pero él pide cincuenta sacos, entonces o va y los compra y los trae o los manda a traer, pero ellos no distribuyen al mercado, entonces mira la dedicación y la garantía que debe tener ése alimento cuando ellos preparan para sus propios animales. Y te puedo contar de hace unos veinticinco a treinta años, tenía una camada de pollos de tres meses más o menos y estaba de moda por esa época la pavitina de purina y seguramente era muy antigua esta pavitina que me venden y se me mueren toda esa camada que eran como nueve, diez pollos de tres meses con vómito negro, nunca me había quedado yo mirando a mis animales así, que se ponían morados, aja, se morían violentamente. No me acuerdo, pero te voy a decir que a partir de ahí nunca más use Purina. Eso ha sido en el año setenta y cuatro por ahí. Eso ha sido en el setenta y cuatro, setenta y tres, porque esos eran hijos de una gallina que yo le decía la Tora tora, porque tuvo dos hermanos esos eran hijos de un gallo de Abelardo, tío de los  de la Fuente y de una gallina mía, y me nacieron un gallo Ají seco amarillo que era un poco picalón, le decíamos Bobby Fisher en esa época, Bobby Fisher estaba de moda y al otro le pusimos Tora -Tora, le puso Tora -Tora Abelardo, era un gallino, yo se los doy los dos a él y se los lleva a pelear a Chiclayo y en Chiclayo los dos ganaron pero el que fue excepcional fue el Tora-Tora, que ganó en un minuto y medio algo así pero muy rápido, y era la época, todavía. Entonces fue impresionante, eso porque Abelardo me lo contó, porque la esposa de don Armando Baca supo del gallo, entonces lo vio pelear y le dijo por qué a ese gallo le apuesto Tora Tora don Abelardo. Yo creo que lo ha puesto porque atora y atora, lo había atorado. Eso me lo ha contado Abelardo como anécdota. Y la hermana de esos animales era la madre de esos pollos que se me mueren y el padre un gallo de los de la Fuente que me lo prestó Jaime muy bueno que se llamaba Simbad, entonces tenía unas esperanzas en esos pollos y se me mueren todititos oye, con vómito negro, pero violentamente, no demore más de una hora y que se murieron toditos. Bueno ni más volví a usar Pavitina. Y después pregunte, después dije esto no sirve, esto me ha pasado no más sólo uso, por cambiarme de Takagaki. Después otra vez regrese a Takagaki y le digo al señor Takagaki yo le agrego maíz refinado, a veces un poquito de trigo molido también, molido chiquito y ahí es donde le meto  alfalfa seca. Y me sale un alimento que los animales lo comen muy bien y te digo para desparasitar generalmente uso ajos, y como están pequeños, un poco de lo que yo tengo estoy pendiente, porque a veces  por motivos de trabajo no he podido estar, pero siempre he tenido una criatura, un chiquillo que criaba los gallos, él se encargaba de eso y él me pasaba la voz cuando no podía ver a los gallos por razones de trabajo y me surtía yo le agarraba mediodía en criar, me metía, agarraba limpiaba con el papel higiénico las narices todo, les votaba todo el moco lo exprimía al día siguiente no había moquillo. O lo que uno tiene que hacer es evitar corrientes de aire cuando el animal está con moquillo o está como ronquera. Igualito, mis animales duermen tapados, para evitar el frío y también la bulla, pero te digo que su alimentación y después el resto puro trigo, ahora al pollito chiquito no se le debe dar trigo, todavía cuando tenga tres, cuatro meses dale trigo en grano. Sí quizás no tanto extremos, pero hay algo de cierto, hay algo de cierto, he comprobado y después lo leí también. Por ejemplo tú tienes en tú corral un montón de pollos y pollas, tú quieres comerte ya unas pollas y dices  agárrame esa y la señalas, yo he visto a el animal volverse más arisco, no quererse dejarse agarrar y lo leí en un libro. Pienso que sí, tengo otro anécdota tengo mi amigo César Bernasa que ya ha dejado de criar animales, pero te estoy hablando que la amistad con él es a partir del año cincuenta y seis, hace cuarenta y nueve años de amigos y me acuerdo que él tenía, muchos animales, su mamá también era aficionada, su prima también Angélica también, era de las primeras mujeres que iban al coliseo el Gallo de  Oro, donde no se veían a mujeres así no más y estas dos señoras eran las únicas que a veces se veían, en el coliseo sentadas en tercera, cuarta fila, viendo pelear sus gallos, que llevaba su hijo, lo acompañaba y él criaba con mucho cariño sus animales,
cuando le destacaba un pollo, le agarraba, se destacaba en tamaño, en crecer, le agarraba mucho cariño, yo me acuerdo mucho de un pollo,  uno que le puso Pito de nombre y andaba suelto un pollito de tres meses, cuatro meses y de repente lo hacía picar su alfalfa ahí y Cuando les iba a dar, Pito de repente estaba por el rincón, y comenzaba a llamar Pito, Pito, Pito y Pito aparecía, aparecía, a la voz, fíjate, aparecía el y eso yo lo he visto, ahí  en el  mismo corral yo he visto a un amigo Víctor Reyna, un moreno que de vez en cuando va a los gallos, meter a dos animales después de haber topado,  en un mismo costalillo y no pelearse, a no él lo hacía, él lo hacía y nos dejaba boca abiertas, él lo único que hacia el alarde que tenía sobre el dominio de los animales y a nosotros nos parecía mentira, ahora yo también he visto y eso me acuerdo de Roberto Jamis, una vez en la Cancha del Gallo de Oro, estaba peleando un gallo cenizo, ají seco cenizo y se lo estaban ganando y entonces el animal comenzó, hizo un extraño como que se iba a correr, después manda careo y él va y le toca el lomo y le habla, yo estaba sentado al lado de él; él estaba careando yo estaba sentado en el asiento número veintinueve en la puertita que estaba al lado de la ciento treinta y lo escucho, que se acerca le  toca el lomo, con los dedos al gallo lo palmotea, al lomito para que se despierte y le dice Chamaquito, Chamaquito, porque el gallo, se llamaba Chamaco, el pollo se llamaba Chamaco y lo agarra con todo cariñó lo agarra bonito y lo acariña, el gallo como que le hubieran inyectado un poco de energía, a ver y patea una  vez, dos veces, vuelve a patear tres veces y lo mata al otro, yo había escuchado lo que decía pero no claramente y como lo llamaba, entonces yo me le acercó a Ricardo y le digo oye  tú has criado a ese pollo, sí me dice, porque le llamabas por su nombre, si me dice se llama Chamaco, pero parecía que se iba a correr, parecía que te entendía, increíble, esas mismas cosas que hemos visto, el resto se había dado cuenta, pero yo me había dado cuenta y es por eso que me acerco y le pregunto eso y agarró, sacó, lo lavó al gallo y lo regaló,  porque no quería más tenerlo, porque había sufrido mucho con ese animal,  pero el gallo le respondió, fíjate, al llamado y al cariño, al toque a la mano todo, así es, en eso hemos visto,  quizás  esas cosas la hemos visto a través de algunos careadores, yo he visto a Manuel Espinoza, el difunto, mi vecino por acá y mi paisano porque es Trujillano de Laredo, a él le decían Tarrito de Leche, por eso,  porque careando decían tenía un estilo espectacular, llamativo, pero agarraba al animal con una delicadeza increíble, lo palmeaba le palmeaba el lomito con los dedos, con la parte externa de los dedos le palmeaba y lo agarraba y lo ponía y yo he visto un montón de gallos que ya estaban por perder por descordado, o por echada, levantarse y empatar las peleas y a veces hasta ganar. Este Manuelito Espinoza tenía esa virtud y así hay mucha gente, por ejemplo a mí no me gusta el gallo picalón, lo acepto cuando es un gallo de primera, lo acepto, los picotones, todo, pero, hay personas que te aceptan cualquier gallo picalón, porque quieren al animal, porque lo entienden, a mí me ha pasado, estoy con los nervios alterados, te mete un picotón el gallo, tú que lo quieres tanto, te da ganas de matarlo, pero uno tiene que entender que es un animal. No saben usarlo, no saben manejarlo. Mira yo te cuento una anécdota aquí en mi azotea, un día  tenía un pollo que le decía El vago, pollon, gallino negro, tenía tres meses más o menos, estaba suelto y era muy cariñoso, se me venía se me metía por los pies y un día casi lo piso y un día estaba apurado y le pegue con la punta del zapato, hasta votarlo por otro sitio, ni más se me acercó, entonces como lo tenía suelto, a veces quería agarrarlo y no se dejaba, y sabes que hacia llamaba a mi hija la menor Susy, agárrame ese pollo negro, agarraba y lo llamaba y lo agarraba y me lo daba tienen memoria; esas son experiencias de nosotros los que criamos, gallos, los que criamos animales. Un tal Medina, te puedo decir de experiencias, nunca he visto a un pesimista ganar, lo saco por mí, cuando he estado pesimista difícilmente he ganado, el estado de ánimo, cuando he estado optimista, me he reído, inclusive pronosticaba a veces, no te voy a decir  nombre, porque, pero me acuerdo que una vez, preste un gallo, un gallo bueno mío que tenía tres peleas, era muy bueno, Sherman, en el Gallo de Oro. Y cuando me pregunta, te gusta, si le digo, cuanto quieres jugar, me dice Pepe, y yo le digo que sea un millón, pero eran tres veces más; no me dice juega más. Más, pero no quiero jugar más también. Dos pues. No me dice, más. Ya un poco incómodo, le digo tres pues, o sea tres millones; diez veces más de la caja mínima, como que ahora sea la caja mínima de  ciento cincuenta y tengas que jugar mil quinientos, bastante, no. No, me dice, este juega cinco; me moleste, felizmente, volteó levantando mi gallo porque no quería hacerlo, me encuentro con un amigo mío, paisano; me dice cuanto quiere jugar Pepe; cinco. Cuanto vas tú, tres le dije; yo voy los dos me dijo; entonces volteo y le digo ya van los cinco. Mira cuando me veía con Jaime de la Fuente, acá en mi casa porque la pelea era más o menos a las cinco de la tarde, seis de la tarde, venía a mi casa almorzar, él también se iba a la suya, porque vivía en Magdalena en esa época, me decía Jaime, este gallo a mí no me gana me decía, no me gana a mi gallo me decía, por más buena entrada que puede tener, porque mi gallo también entra rompiéndoles y los empates no le va a hacer nada. Tremenda; y no soy de hablar, no soy hablar te voy a decir, que lo voy a pregonar, como se lo decía a Jaime en el momento, porque somos amigos íntimos y además no sabía que gallo era, pero era un gallo que tenía, después me cuenta que era un gallo que tenía dieciséis peleas. Entonces Jaime me miraba y fue así y llegamos a ser patas los dos, claro como unos salvajes y después cuando se trancaron, el mío era muy metido, le quiso agarrar el lomo al otro y el otro también lo pico del lomo y los dos se fueron hacia arriba pateándose, caen y vuelven a hacer lo mismo y en la tercera el mío se eleva más y le ajusta las patas y lo trae enroscado, se puso de costado y lo mató. El dueño del otro gallo que estaba mareado, se le quitó lo de borracho. Tremendamente positiva y porque te digo que yo había hecho todo lo correcto, porque a veces uno dice porque eres supersticioso, no soy supersticioso. Pero mientras haga las cosas bien, o sea lo que el gallero tiene que hacer, porque tú no le vas a pedir al gallo que haga lo que te corresponde hacer a ti, mientras yo haga todo lo que me corresponde y bien, tengo un optimismo para pelear gallos que no me lo quita nadie. Pero este es del gallo, tú gallo tienes que prepararlo bien. Claro, por supuesto, al gallo  tienes que cuidarlo bien, prepararlos bien, alimentarlos bien, y después cotejarlos bien y armarlos bien también, eso no lo puede hacer el gallo; eso
le corresponde al gallero hacerlo, mientras tú hagas eso; mira, este el resto ya le corresponde al animal, y ya le puedes pedir al animal el resto pero lo que uno tiene que hacer por sus animales tiene que hacerlo, porque ellos mismos no lo va a ser. Porque mientras más dominio tengas sobre lo que haces, sobre lo que tienes es mejor. Es más a favor porque cuando pierdes el control la cosa no va ser con el éxito que uno desea, mientras mejor controlado estés tengas en este caso tú galpón. Siempre fui criticado por mis amigos por ser muy drástico, porque han sabido que me comí un gallo que ha ganado pero no me gusta, no tengo tiempo además para dedicarme en vez de tener treinta gallos para pelear prefiero tener veinte no más, de los que más me gustan, por supuesto, lógico, porque más satisfacción tengo ganándote por decirte, este, o jugando diez gallos buenos en el año que jugando cuarenta gallos. Primeramente, yo lo vivo es mi hobby, no vivo de los gallos, es mi entretenimiento, entonces, qué mejor que un entretenimiento  sea agradable. Así es, tratando de hacer las cosas, lo menos complicada posible. Conozco de mucha gente que sale y yo inclusive, salía tapado del trabajo, agotado sobretodo mentalmente, agotado y llegas a tu casa subes, en este caso a tu azotea, porque somos muchos criadores de azotea  y te digo, me olvidaba de todo hasta el  dolor  de cabeza, el malestar se me quitaba, pero entonces eso yo lo sé por mucha gente uno de ellos y que lo hemos comentado muchas veces es Antonio Vera, criaba sus gallos en la misma fábrica donde tenía su trabajo cuando estaba tapado de problemas se pegaba una escapada a su azotea, se ponía a ver a sus animales, se despejaba todito, después bajaba. Si eso es cierto, este lo que en esta afición ahorita ha traído por consecuencia, pese a  la situación económica, cada vez más difícil, es increíble cómo ha crecido la afición. Así como gente que cría canarios y se entretiene con sus animales, disfrutando de su canto haciendo su limpieza, dándole de comer una cosa que se distrae y que se entretiene; yo digo que no hay entretenimiento más agradable que eso. Eso es muy cierto; ayer me ha llamado un amigo un ingeniero que por circunstancias económicas  yo le vendí una pareja de pollos, hembra y macho  que le gustaron, los ha dejado mudar y me dice que el otro día ha jugado cinco gallos, ganó tres y dos perdió, pero los que perdió, perdió mal y me dice este fue  el pollo que me vendiste y se ha hecho una pelea excepcional, me lo ha contado con una alegría increíble ah, una satisfacción. Una satisfacción tremenda y de satisfacción y me lo transmitía para que yo también me sienta igual, me sienta bien; sé que es un hombre muy atareado, muy ocupado pero ese triunfo, por varios días, así es el no mira lo que significa la satisfacción y un buen desempeño de tu animal, no en la gallera porque no es el dinero, el hombre tiene dinero y debe jugar muy poco, pero la satisfacción de un triunfo de esa naturaleza. Es increíble y que te digo pues yo no sé si haya en la afición hípica puede haber así algo especial, porque son los resultados que tú consigues, lo que te trae por consecuencia. Ese estado de ánimo, es así, eso no lo compras en la farmacia no lo compras en el mercado a aja. Inclusive te digo, cuando acá mucha gente se sienta a conversar de repente, se toma un café y conversan muy amenamente tomándose su café, como también podría ser una cerveza o un trago de whisky. Y se toman el tiempo, que le da su gana, porque se sienten bien. Pero mira como es en el Japón, a mí me cuentan que es totalmente diferente, el tiempo los absorbe a ellos y cuando se ponen a tomar lo que podrían tomarse en qué te digo en una hora, se lo toma en 10 minutos, se emborrachan, listo, pero no han perdido el tiempo, imagínate pues. Es increíble, olvídate, lógico, la naturaleza me acuerdo, que te digo,  cuando llego a mi tierra después de estar acá, de vez en cuando y me voy por los sembríos de la caña de azúcar es una cosa increíble lo que uno siente te digo, esa sensación respirar aire puro, tierra virgen, o  tierra de sembrío agradable, o ver un  riachuelo de agua corriente de agua limpia, es algo que te llama. Al final de cuentas eso es naturaleza y nosotros somos parte de la naturaleza, donde estés. Hay documentales en la televisión, que pasan o estos que ha filmado Alejandro Guerrero, pero, para mí son de un valor incalculable, los aprecio mejor que cualquier película, porque me encanta, porque me encanta la naturaleza ver un animal, ver un gallito de las rocas, ver un águila, ver a un cóndor, unas gaviotas es increíble. Observar, eso así es así, es una cosa para mí, tremendamente relajante le digo y de satisfacción ver la naturaleza, de esa forma y los galleros desde que estamos conectados a los animales, nos gusta, los que criamos sobre todo, porque he visto al menos, pero el criador es algo especial en ese sentido, quiere mucho a los animales. Mira, de hecho nosotros entendemos más la naturaleza, que ahora hay ciertos excesos, que debíamos ponerle coto es cierto, creo que se debe corregir algunas cosas, el jugar con armas tan ofensivas, no es lo natural, no es lo más correcto, y el gallo de navaja, ya es otra cosa que yo no quiero opinar, pero, al final la navaja, es otra cosa, quizás que ellos vean, esta afición diferente a como la vemos nosotros, pero nosotros, los criadores de gallos de a pico, pico y espuela, porque el termino, debería ser la espuela, no pico, el gallo con el pico no pelea, sirve para sostenerse nada más, el pico no sirve de nada, así como se dice navaja, se debería decir espuelas, el gallo de espuelas estamos más en contacto con el animal, porque desde que juntamos el gallo con la gallina para hacer la camada, nos estamos haciendo la idea, cómo van a ser los hijos, que es lo que queremos y cuando nacen, estamos asistiendo a los pollitos. Creo que difícilmente el gallero de navaja salvo, un porcentaje que es mínimo, hacen lo que hacen los gallitos de a pico. Tiene un limpísimo animal. Además la navaja prima mucho la suerte también. En eso tenemos ventaja o por lo menos podemos decir, que tenemos cierta ventaja los piqueros que estamos más cerca de nuestros animales y observamos más todavía. Claro que tenemos menos animales también, si sí tú con quince o veinte gallos puedes hacer una campaña todo el año con dos, dos peleas y media una buena campaña te haces cincuenta peleas. Y satisfecho, pero en navaja tienes que tener más animales, es más animales y por el arma que se usa. Porque el criador, casi se ha venido a menos. Mucho entusiasmo, pero no orden. Mucha charlatanería también. No tienen tampoco a quién escuchar y tú sabes que la juventud, piensa que sabe todo. De la edad, también de la educación de hogar, también puede ser. No hay orden y la verdad si no hay orden, el éxito no va a estar cerca de ninguna forma. Mira yo soy un tipo que en la cancha, te ven a veces, cuando estoy, como un tipo medio a veces pedante, no sé, me lo han dicho; entonces, se me ha acercado gente que no le he dado oportunidad, porque los he observado, por gusto, tengo 65 años y no me interesa conversar con ellos, pero cuando encuentro con un
a persona que yo sé que sabe y sabe escuchar y lo puedes escuchar también, converso lo que sea, me falta tiempo para conversar y cuando alguna vez algún muchacho se me ha acercado a preguntar algo, soy así. Totalmente, totalmente, porque veo que las personas tienen interés y una de la forma de ayudar, es transmitir las experiencias que uno tiene. Porque el saber, eso no se lo puedes pedir a un muchacho que recién está comenzando, tienes que acordarte cuando tú estabas en esa edad y si aprendiste algo, de quién aprendiste y como lo aprendiste. Entonces te digo, una persona que se me acerque y un muchacho que me haga una pregunta yo puedo darle todo el tiempo explicándole y contestando sus preguntas. Yo transmito, ahora lo hago muy pocas veces si te digo, porque no hay la oportunidad de hacerlo. Muy difícil en el coliseo y tú ves a veces he tenido la oportunidad de ver dos, tres, muchachos, hasta trece, hijos de aficionados no voy a decir los nombres, no viene al caso decirlo, pero que están  mal guiados y que creen saber todo y en eso yo me acuerdo que hasta antiguamente, hasta el muchacho antiguo no era tan impetuoso, como es ahora; yo me acuerdo un detalle por ejemplo de César León, mi amigo hijo de don Jorge, que en paz descanse un chiquillo en la cancha de gallos aquí en Pico y Espuelas, en chacra Ríos. Por allí me recuerdo que César iba a soltar un gallo era un chiquillo, tendría 15 años quizás, contra Pancho Montero, que  soltaba el otro gallo, mira quien con quien un chiquillo y un profesional que vivía de los gallos y un tipo que sabe y César lo gana al soltar el gallo. El gallo se suelta pero con un estilo que nunca me voy a olvidar ese detalle. Lo gana el chiquillo y el otro ya estaba soltando el gallo se durmió, se confió en sus laureles y le soltaba el gallo también, pero se lo iba a matar en la mano y Pancho había cogido al gallo las alas del gallo se le veían entre sus dedos, cuando vió que el otro gallo iba a revolar, Pancho logra sostener las ultimas plumas de las alas de los gallos y el otro gallo revuela y le cambia de posición después de haber pasado el otro gallo y se lo pone, unas cosas que se quedaron en mi memoria y nunca me voy a olvidar la habilidad del muchacho que era César León en esa época, la viveza también y el experimentado, que felizmente, no cayó en la habilidad  del chico, felizmente reaccionó e hizo una cosa excepcional al sostener de las ultimas plumas.

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