Manera de calzar  o armar gallos de pelea de  a pico III

Manera de calzar o armar gallos de pelea de a pico III

Carlos Cogorno Ventura
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Manera de calzar o armar gallos (III)

Amarradores acuciosos, diseñan sus “patapiojas” para que adheridas a la caña del ave, dirijan su soporte con ángulo de inclinación hacia abajo; para que una vez embonada la espuela, la base de la misma, vaya dirigida hacia abajo y al final, por la curvatura del arma, la punta de la espuela quede en altura, equivalente a la de su espuela natural. Aficionados como Eduardo Granda, califican y eligen las espuelas con que combatirá el ave, observando las características en el estilo de pelea de cada uno de ellos, durante los topes dentro del galpón; y en la fecha que le corresponde combatir, llevará aquellas elegidas mediante un pausado análisis para cada uno de los gallos que les toca pelear; considerando dos espuelas, más una de repuesto en cada caso y observando la identificación correspondiente en el estuche que las guarda. Granda complementa “…hay gallos que tienen diferentes puntos. Para seleccionar el punto de mis gallos, lo hago con una sábana que la corto en varias tiras que sean trapos blancos, entonces les hago una especie de cartuchitos y los topo con ello, entonces me fijo con el color que se impregna, donde marca el gallo; hay gallos que marcan más al centro, o que marcan más adentro o que marcan más afuera, que marcan un poco más arriba, entonces necesitan más curvos; o que marcan en el medio, necesitan un cacho semi recto; entonces de acuerdo a cómo marca el gallo, le apunto el número de la placa en una libretita; registro dónde marcaron la pata izquierda y la derecha y en el momento de la pelea, reviso la libreta y el gallo numero tal, marca aquí y en el punto donde marca le pongo los cachos y da resultado…” Complementa José Silva aficionado chiclayano: “…era un aficionado que actualmente va siempre a la cancha, René Puente, que cuando apareció la calzada de gallos, se especializó como armador; hombre observador y notó que hay gallos cuyas condiciones físicas son diferentes y este señor muy observador, se dio cuenta que habían gallos que ponen las patas en esta forma, piernas separadas, patas chuecas, rodillas juntas, pitones altos o bajos, hay otros que tienen los codos hundidos acá, otros abiertos de codos, hay otros que pisan de forma anormal; empezó a variar la forma de armar las espuelas, entonces él para armar un gallo, dice: “camínalo, hazlo caminar” y observa por atrás, como lleva todo el viaje y también lo observa por delante, de costado y por atrás, moviéndolo de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, hacia adelante y hacia atrás y según como camina, cómo mueve las patas al caminar, lo arma; este señor, indiscutiblemente tenía razón, pues hay gallos que tienen los codos hundidos y no se puede armar todo gallo con la misma línea, no puede ser; él arma de acuerdo a las condiciones anatómicas de cada gallo y agarró prestigio, pues buena parte de sus gallos ganaban. Una vez en mi chacra, le digo, vamos a comernos un gallo, armo uno, y lo armo un poco apurado; el gallo no metía los cachos, pelaban y no metían los cachos; ““¡para, agarra los gallos!”” me dice, “”separa los gallos””, separamos los gallos y dice: ““mira, has armado mal, por el apuro, lo acabo de ver caminar, lo acabo de ver pelear y veo que el gallo es defectuoso, tiene el codo izquierdo metido, que no sé cuantos, que no se qué…””, bueno, le cambió, lo desarmó, lo volvió a armar, lo soltó y no hizo más que soltarlo y el gallo, pam, pam, lo mató al otro; “ya ves, tengo razón…” Observa Harry Parr: “…Yo creo sinembargo, que la buena formación de las patas es un requisito primordial. Es cierto que los dedos deberán ser derechos sin tendencia a patas de pato y sin insinuaciones de tortuosidad en ninguno de los dedos delanteros, pero deberán al tomar posición, producir un arco en la parte inferior de la pata. Un ave con buena simetría y fácil desplazamiento, con toda seguridad tendrá dicho arco. Deberá existir cierta luz debajo de la planta de la pata. Cuando las aves están paradas, el dedo de apoyo, deberá formar un ligero ángulo con respecto al suelo. El ave parecerá estar sobre los dedos. A la inversa un ave que se desplaza de una manera torpe, es sospechoso que sea de pata plana. Desgraciadamente esto lleva a que aparezca un callo(clavo de uva) que se desarrolla en la planta de la pata. Antiguos criadores decían que estos eran causados por el tamaño y peso de algunos gallos o porque el piso donde habitaban era muy duro. Lo cierto es que este problema se presenta en aves que tienen la pata plana, es decir que carecen de arco, obligándose a parar mal y a que el peso de su cuerpo recargue el peso posterior. Si un galo de pelea padece de este defecto, es seguro que será herido fatalmente por un gallo de mayor maniobrabilidad que tenga el arco derecho en sus patas y resulte elástico en sus movimientos. Yo prefiero dedos largos y delgados, antes que dedos cortos y gruesos; pero en cualquiera de los dos casos, que no sean patas planas. Lo más importante a recordar es que al ver aves con este defecto, no pierda su tiempo acomodando dormideros. Las patas planas son hereditarias y debe seleccionarlos para eliminarlos de su cría…” Silva comenta lo anecdótico “…Una de esas, no recuerdo quien era el dueño de un gallo, lampiño, como llamamos a los catemos que no tienen pitón osea no había base para armarlo; entonces, lo armó Rene Puente; lo soltó, el gallo empezó a patear y la espuela como no tenía base de sujeción, empezó a girar e iba perdiendo su posición, pero la iba perdiendo de tal forma, que la espuela giraba una patada, otra patada e iba rotando alrededor de la pata del gallo y el publico empezó a reírse y a tomarle el pelo y le decían “”oye Rene, has puesto la giratoria””; ““¡sí!””, contestaba ““pero espérate que vuelva a su sitio””; y efectivamente, a la hora que vuelve la espuela a su sitio, pam, mató el gallo; uy, hizo un escándalo en medio de la cancha; con eso ya se quedó establecido, lo de “la giratoria” y cada vez que arma un gallo, recuerdan y le dicen “¿le estás poniendo la giratoria?” y le toman el pelo con eso de la giratoria…” Hugo Rázuri, profesional de oficio en la crianza y juego de gallos, considera: “…Lo de las espuelas es relativo, porque si nosotros nos ponemos a pensar de que un gallo de 4:09lbs., que es el límite para usar los 5cm., lleva 5cm. como máximo, si tu le pones a uno de 3:05lbs. o a un 3:08lbs., ese 3:08 está yendo con una espuela bien grande; yo diría que eso habría que reglamentarlo por rango de pesos. Yo diría que hasta las 4:00lbs., debería ser 4cm., hasta las 4½lbs., 5cm. Soy de las personas que más corta les pone las espuelas a los gallos; eso tiene una razón, tengo trabajando 18 años con Humberto Chang y los 18 años me he abocado a sacar gallos que llenen mi propuesta y no, yo llenar la propuesta de los gallos; si a mí el gallo no me sirve para lo que yo pienso, lo elimino; no estoy buscando para qué sirve, sino tiene que encajar en mi criterio y dentro de ese criterio debe responder en determinada longitud de espuelas y debe cumplir; ¡no debo equivocarme!. No puedo pensar que a lo mejor este gallo con espuelas de 7cm. iba a ganar o que esta línea de gallos, si le saco el punto afuera de la pata, puede ganar; no; el punto para mí es uno solo y mi criterio es ese y mis gallos deben encajar en mi criterio, pues sino, son eliminados; pues de lo contrario, no se puede lograr un galpón standard y tendrías unos altibajos tremendos; y tendrías que estar acomodando cada gallo; este es hijo de fulano y de tal línea y juega con 7cm. Afuera, ¡eso no!…”

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