entrevista a don Hugo Salazar Calderon
HUGO SALAZAR CALDERON DE LA TORRE
Camaná, l7 de Mayo del 2006
La asociación tiene cuatro años, este viene va ser el quinto y un poco se formó, porque primeramente en Camaná habían demasiados coliseos, uno por aquí, otro por allá, no había mucha unión y con la finalidad también de comprar un terreno, sobre todo extenso para hacer un buen coliseo para dejar de por vida, porque no tiene la Asociación un local propio y hacer un coliseo moderno con todas las comodidades y sobre todo mantener a la afición unida. Y al decir unida hablamos inclusive como traer reproductores de fuera, salir a representar a Camaná a los diferentes lugares de la república. Siempre reunirnos una vez al mes por lo menos, para ver lo que se necesita y cosas para mejorar. Ha habido un noventa por ciento de participación de todos los aficionados. Hay los seguidores, algunos se han inscrito, son socios, integrantes de la Asociación, lamentablemente ha habido un poquito de descontento, en alguna directiva que no hizo las cosas muy bien, que eso ocurren siempre, pero todo tiene solución, pero lo que se quiere ver, es trabajar, que mejoren las cosas, por ejemplo algo que decayó en los últimos años fue la concentración del nueve de noviembre. Es la fiesta más grande de Camaná y a nivel nacional yo me atrevo a decir, porque he recogido el pensamiento de muchos aficionados de diferentes partes del país, para mí está dentro de las tres primeras del Perú, pero en los últimos años ha bajado mucho, en qué sentido, que no viene mucha gente de fuera. El realce de una concentración no es por la cantidad de público que pueda venir, sino por la cantidad de visitantes, eso es lo que le da realce, prestigio. Que sucedió, en que son muy pocas las personas que salen a jugar fuera de Camana, como embajadores, por ejemplo estoy acá con Sergio. Para mí Sergio es uno de los que más salen a jugar fuera de Camana y representa a Camana; por supuesto que todo corre por gastos de su bolsillo, porque nunca ha recurrido. Antes salía Pacho Salazar también, lamentablemente salió de los gallos, y habían más personas, yo antes de irme a los Estados Unidos salía mucho a jugar afuera. Yo tuve el coliseo nueve de noviembre, ocho años, traía gente de Santiago Chile, de Temuco, de Ecuador, de todo sitio, lo que ya no vienen y porque, porque no sale mucha gente fuera. Lamentablemente hoy en día, uno va, para que ellos vengan, como se dice tú vas. Y es que ahora se estila así. Tú vas a mi fiesta, yo vengo a tu fiesta. Ya no es como antes que la gente escuchaba y decía, la gente de Camaná es buena. Que la gente venía, miraba el calendario, así no reciba invitación y sabía cuando era la fiesta. Pero ahora como hay tantos coliseos, hay tantos coliseos y el pollón, que todo el mundo trata de tener un pollón alto, para que toda la gente venga, que hace muchos años que el pollón no existía, entonces los dueños de los coliseos, la mayoría tienen dueños, o los que haya asociaciones o círculos gallísticos, ponen buenos pollones y para traer gente, ellos visitan ciudades en sus concentraciones, con el compromiso de que uno tiene que regresar. Eso es lo que prima ahora en día, lamentablemente en Camaná no, los últimos años no ha salido mucha gente a jugar fuera, gracias que el suelo se ha mantenido parejo, que diría, que casi es el único, porque uno u otro han salido pero muy poco, entonces nuestra meta de este año es, salir nuevamente a jugar fuera, con el compromiso de que ellos vengan para nuestra fiesta, el nueve de noviembre. Son otros tiempos. Sí, ese es el objetivo de la directiva. Claro, nuestro objetivo este año de la directiva es juntar, recaudar lo más que podamos dinero, esa es una y la otra de que el nueve de noviembre sea un nueve, como lo que era de antes, o mejor; esas son las dos metas que nosotros tenemos. Es fácil, por ejemplo yo, ya tengo inclusive ahora que estamos en mayo, tengo personas que están agasajadas para el nueve de noviembre, como es Cooper de Temuco, Chile, Mora de Santiago, que está como Presidente de la Asociación de Criadores de Riña y Señores del Perú, como Herman Pezo de Iquitos y otros de Lima, del norte. Desde ahora ya se va trabajando, pero tenemos que ir a jugar a esos lugares. La idea sería que vengan. El problema es el siguiente, como nuestra finalidad ahorita, como no tenemos un local propio, no podemos darnos el lujo, sino no podemos hacer ese gasto, porque muchos de los que vienen de fuera, sea de Centroamérica o del Caribe, muchos hay que pagarle su pasaje y los pasajes en avión cuestan, entonces en este momento no podemos darnos ese lujo porque. Entonces, eso puede ser para el próximo año; primero tendremos que traer de Ecuador, de Chile. De Chile es más fácil. Más adelante de la República Dominicana, Puerto Rico, Panamá, Colombia, Ecuador, etc. Yo sé que podemos. Sí se puede. Pero necesitamos un año, dos años, para poder traer gente de fuera. Lo primero que tienen que hacer, tener nuestro local propio. Un local alquilado es ese. Porque nosotros hemos construido un coliseo en un terreno que no es nuestro. Tenemos problemas legales, sencillamente, que la señora, tenemos para dos años más. Que sucede si la señora nos sube el alquiler, o nos dice saben que quiero venderlo y el metro cuesta ochenta dólares. Entonces lo que queremos es asegurar si podemos comprarle el terreno a la señora, si no comprar un terreno en otro sitio y un topo. Yo estoy viajando a Arequipa la próxima semana a hablar con la dueña. Pero este año como le digo nuestra meta es, que el nueve de noviembre sea un nueve como los de antes. Al local, este año van a haber muchos cambios, los aficionados va n a ver muchos cambios, que al final de año, estoy seguro que la mayoría van agradecer, van a aplaudir estos cambios, como es la presencia policial, ya hay policías contratados para todo el año. Yo cuando tuve el coliseo nueve de noviembre hará ocho años, contrataba a la policía, eso quiere decir que contrato los policías que están francos; estaban a mis órdenes, no que la comandancia los mande por tantas horas y se van, entonces, nosotros ya tenemos policías contratados para todo el año, que les paga la Asociación y se les da su refrigerios, para que el público y los jueces tengan garantía, entonces ahí nos evitamos problemas tremendos, ese es uno, ya están contratados y van a estar caminando por ahí, van a estar sentados en la segunda fila en butaca, para que estén listos en el momento que el juez los necesite. Pienso que la mayoría se va a sentir a gusto, que haya policías ahí, se van sentir a gusto. Todo el mundo va a aplaudir eso. Por que claro, en lo mío, mi integridad física, me puedo arriesgar. Y ahora hay una comisión de disciplina que va a juramentar el día de la apertura y que han buscado a tres personas de una trayectoria limpia, que son rectos, serios, cultos y como decimos en términos corrientes, no se casan con nadie, esas personas van a estar siempre presentes y esas son las que imponen los castigos, las sanciones. Y desde el primer día, el juez y yo como presidente, tengo que llamar a la cordura, a la u
nión y decirles que no pongan en un aprieto a la misma comisión de disciplina, porque ellos también son amigos de todos y a veces también tienen que sancionar a un amigo. Entonces para qué siquiera la gente se comporte bien y no lo pongan en ese aprieto. Porque en las concentraciones, ahí es el problema. Lo que dice ahí ya hay que aplicar el reglamento de Lima, el Reglamento de Lima si está en todo el Perú. Lo vamos a proponer ahora en la asamblea general, para que se someta a votación, pero si por A, o por B, no ganaría por votación, en mi concentración, que hago el ocho y nueve de julio, es una concentración bien buena. Voy a pedirle a la asociación unas dos semanas antes, que me dejen, que los dos días de mi fiesta, rija el Reglamento de Lima, que lo único que cambia con el de Camaná, que una vez que los soltadores, sueltan sus gallos, no los tocan. Entonces para esas personas que nunca han ido a una concentración y que han visto jugar con ese reglamento u otros que por alguna equis razones, de repente van a cambiar de opinión, y después de mi fiesta van a decir. No, sabes lo que pasa ahí, que ahí honestamente, el Reglamento de Lima acá es el mejor, en cambio el Reglamento de Camaná, hace que la gente entre la picardía. En Arequipa. Lo pone en problemas al juez. En Arequipa ya está desde el año pasado el Reglamento de Lima. Y Arequipa era terrible, en Arequipa le pegaban al juez. Yo he tenido la cancha en Arequipa, la grande, una experiencia terrible. Y ahora por ejemplo con este reglamento, ya se zanjaron los problemas. Estuvo el quince de agosto Negrete en Arequipa. Por ejemplo otra cosita que va a ver y que fue una iniciativa mía y en Arequipa ya está, es una pizarrita, que le llaman a ese material que se escribe y se puede borrar. La pizarrita, va a estar colganda. No fija, sino colgada, que se mueve con el aire, tiene dos caras por supuesto, a los dos lados; y antes de comenzar la pelea el juez sale y apunta el número de la pelea. Entonces todo el público sabe, porque siempre acá a veces adelantan peleas y están, señor juez que pelea es, o para evitar que cuando comienza el orden de las peleas. Ninguno se meta, entonces todo el mundo ve y dice, estamos en la pelea número siete y al señor que le toca la pelea número nueve, ya está llamando a su preparador, para que vaya embonando. Y esté listo a la hora que le toca. Todas esas cositas, ahora para las pruebas, acabo de llevarme ahorita, con la ayuda de Pacho, después hemos hecho esos tres, como decimos tres círculos, tres embolivias de color verde, amarillo y rojo. Tres para la izquierda y tres para la derecha, van estar ahí donde está el juez, que hay una barra para las pruebas. Porque cuando el juez diga, por ejemplo el gallo de la izquierda, se sentencia una prueba, automáticamente, corre una de esas y todo el público sabe que ese gallo, ya tiene una falta o una prueba. El otro plantó pico, bum otra, la segunda es la amarilla, la tercera la roja que ya perdió, porque hasta el mismo juez de repente la pelea está reñida, de repente no sabe que ya tiene dos, entonces ya para que todo el mundo mire. El reloj, mande a hacer uno nuevo. Tenemos digital acá. Enorme, pero ya lo vamos a vender y he mandado a hacer uno, ya di el treinta por ciento, el sesenta por ciento. También digital, nuevo, inclusive algo bonito que le voy a hacer poner ahí, aparte de Car, “Unidos por el canto de un gallo”, una frase que hace años la a acuñamos y lo puse acá en el coliseo, un gallo cantando, bienvenidos, un gallo cantando, “Unidos por el canto de un gallo”, que es lo que nos une acá a nosotros. No sé qué pasa con los dirigentes, que no podemos poner en Camana, que den el ejemplo para todo el Perú, que todo el mundo pueda pelear con fibra, porque estamos sacando tanta plata de los cachos, los cachos, los gallos, los gallos que peleamos acá, cincuenta soles y un par de cachos te cuestan cincuenta y ciento veinte soles. Casi igual los cachos, tú me has dicho que los gallos, de fibra dan mejor espectáculo, además son de calidad. Además yo he visto ganarles a los que usan espina. Las de plástico un poco menos, y se doblan un poco. La cosa es con fibra. El par, imagínate. Estamos pagando ciento veinte soles. Hay varios aficionados que lo van a pedir en la asamblea general que va a haber el sábado. Que esté prohibido que se juegue con espina, que la gente sepa y dar el ejemplo a nivel nacional. Diez soles un par de buenas te imaginas, ciento veinte soles un par de espinas. Setenta y cuatro se inauguró. En mil novecientos setenta y cuatro, pero el anterior era aquí en la plaza, donde está el Banco de Crédito. Ahí era el anterior. Pero era de palos. Rústico. Pero ahí la fiesta más grande era la del veintinueve de junio. Pero cuando yo estaba joven, era el veintinueve de junio la más fuerte. Nueve de noviembre los últimos treinta años. Lo tengo apuntado ahí, bueno era de la municipalidad. Era de la municipalidad y todos los años salía a licitación, lo alquilaban; y uno de los requisitos era, que tenía que ser una persona, que tenga mínimo cincuenta gallos. No podía ser alguien que no tenga gallos. O sea que no tenga ni un pato. Y el otro día hablando con el papá del ajedrecista Granda que está en la comisión de disciplina, le pedí que me saque algo, y el primer asentista en Camaná, fue un pariente mío, un Salazar Calderón y me dijo, Hugo te voy a leer lo que te he sacado, no sé de donde él, de la historia de Camana. La Historia de Camaná, el doctor Morante. Él fue de mil novecientos diez será. O sea de antes, de mil ochocientos. Noventa y tantos. La Historia de Camaná es un libro, del doctor María Morante. Ahí está la historia de todo Camana, es muy interesante. Lo construyó don Lucho Cáceres, y después tuve la suerte yo de comprarlo. Yo lo tuve alquilado primero, y después fue mío. Después con la economía que se puso tan mal, decidí irme a Estados Unidos. Porque yo he vivido en Estados Unidos muchos años y lo vendí. Se lo vendí al señor Carrasco. El señor Carrasco, por un préstamo que se hizo y no pudo pagarlo, lo perdió y como no había coliseo para el nueve de noviembre, ahí fue cuando la asociación alquiló un terreno y construyó el coliseo que tenemos ahora. Y el coliseo que era mío, que es muy buen coliseo, ahorita está ahí, un elefante blanco; lo compró un señor Pinto. En la avenida Nueve de Noviembre. Sin número era. Sí, pero ahorita el que hemos construido está a dos cuadras. Solamente tiene un año. Sí quiere se lo muestro. Ahorita vamos a verlo, a la una tengo que estar en la casa yo. Lo llevo para que lo conozcas. Vamos al coliseo a las cuatro de la tarde. Ahorita vamos a almorzar con Carlitos. El que hemos construido. Solamente lo construimos en terreno ajeno, pero en un mes, para comprarle el terreno y el otro está más acá, o sea solamente, se ha realizado dos concentraciones, por el día de Camaná en el nuevo, recién. Sí, tiene de vida ese coliseo, tiene un año y seis meses. Hay mucho aficionado nuevo. Lo bueno ha sido de la asociación, que todos jugamos en el coliseo de la asociación, antes había mucha cancha
pequeña por fuera, por aquí, por allá y ahora todos jugamos en el coliseo de acá. Porque son socios. Otra porque pienso que ven mejor espectáculo. Mejor espectáculo, más garantías. Más calidad. Orden. Los gallos antes jugaban, inclusive los primeros gallos jugaban; yo llevaba un gallo a la cancha, iba y un amigo traía otro gallo, que lo agarraban con la mano. A pulsearlo, ya está bien, claro, te hablo cuando yo tenía once años. Entonces, juega decía, pero el gallo podía llevarle seis, siete onzas de repente. Y no usábamos espuelas postizas. Cacho del gallo. Con el cacho del gallo. El tenía once, el tiene ochenta años, menos once, ja, ja, ja. No, cuando yo he tenido, no, de mil novecientos sesenta. De mil novecientos sesenta. De mil novecientos setenta para adelante, se comenzaron a jugar ya con cachos postizos. Que era el cacho del gallo prensado. Eso tendría que ver, porque estoy seguro que no nació aquí en Camaná, pienso que vino de Lima. Puede ser, sabe por; posiblemente sea cierto, porque cuando los chilenos vinieron por primera vez a jugar acá, los años sesenta, ellos embonaban a su gallo el día anterior en la noche y traían las espuelas prensadas de gallo natural. Y me acuerdo que usaban como decir con la navaja el cáñamo, la pita y el día anterior, se demoraban un rato, porque yo veía a mis amigos, y lo calzaban al gallo, inclusive la pita tenía como un pegamento parecido a lo que hacen en Centro América y lo dejaban al gallo embonado hasta el día siguiente. Ya armados, entonces ellos trajeron eso; entonces eso quiere decir que ellos también. Pero la espina sí, la espina sí no vino de Chile. Yo preferiría jugar, como jugaban antes. Porque antes se imponía más la calidad del gallo, por supuesto la línea del gallo, el cuidado que le llaman, o sea la preparación del gallo, y ganaba generalmente, el mejor, ganaba generalmente el mejor, pero hoy en día con las armas tan grandes y si nos vamos al norte y si juegan con las chilampas, y tremendas espuelas, ahí también es suerte. Lo que quieren dar la entrada. Y un gallo pues recibe un cachazo de eso en el cuerpo en revuelo y después dicen oye que el gallo está mal puesto, no está mal puesto, está con cachazos en el cuerpo y tanto esfuerzo en criar un animal, para en una tarde malograrlo, no estoy de acuerdo con las espuelas de hoy en día. Ya entran los gallitos centroamericanos. Sí pues, lo que dije, y todos descienden del español. Claro, pero el gallo que había antes en Camana era fuerte. Era fuerte porque eran, eran de raza chilena y asiáticos, como decíamos, los shamo, los japoneses, los asiles y le dábamos, y cruzábamos con chilenos. Por ejemplo los primeros chilenos que vinieron acá, la primera vez que vinieron, nos ganaron, solamente ganó uno, o dos gallos de Camana. Claro, ganaron esos gallos fuertes, tenían defensa. Y también algo increíble, tenían entrada los gallos, o sea eran veloces. Eran veloces y como decimos en términos corrientes, no eran mamones o que no tenían picada, los gallos tenían picada, y los gallos eran pues de cuatro ocho para arriba, era difícil encontrar un gallo de menos de cuatro ocho. Eran de cinco dos, cinco cuatro. Era el peso ideal. Claro, cinco libras para arriba. Cinco libras. Y nosotros como teníamos cría, o sea nos dejaban animales acá y nosotros acá tuvimos unos años en Camana. Carajo, buenos. Muy buenos, a donde íbamos. Me acuerdo que Lucho Monroy llevó nueve gallos a Lima, y ganó diez peleas. O sea que eran gallos buenos, pero cuando vinieron los primeros españoles a Camaná, me acuerdo que don Celso Fernández trajo el primer español, que creo se lo dio al finado La Torre se lo regaló. Todos vimos gallitos con la parada, con las alas Dios mío, que hermosos animales. Todo el mundo quería español y comenzamos a meter español, yo de Estados Unidos, traje Jerezana traje español, traje americano ah, los americanos en vez de hacer un favor a Camaná, creo que fue lo contrario, porque los americanos son de navaja corta y no tienen forma; entonces todo el mundo comenzó a meter español, español, español. Al principio excelente, porque estábamos cruzándolos con los gallos fuertes que teníamos. Pero cada día ya no guardábamos la gallina fuerte, guardábamos la más bonita, guardábamos, guardábamos la colita parada, las alitas grandes, y le guardábamos la hija de esta, y teníamos españoles y fuimos perdiendo lo anterior. Hasta cuando vino, Carlos cuando vino la peste y mató a todo Camana. Pero ha habido, hubo un año que no hicimos peleas acá, casi medio año. Claro, acá hubo una peste que murió todos los gallos de Camaná, no quedó nada. Fue en los años setenta, los años setenta. Setenta más o menos. Tú te acuerdas, te acuerdas tú. Sí, a mí me acabó, claro, me arrasó con todo. Y se acabó las crías, los papás, las mamás, todo se acabó. Pero, pero algo curioso por ejemplo, yo me acuerdo que tenía, yo tuve un gallo de cuatro libras con dos onzas y me cansaba de llevarlo a la cancha y no había coteja, porque era muy chiquito. Y ahora un gallo de cuatro doce, inclusive es un poco grande. Pero mire usted, mire usted lo que ocurrió en Chile, antes nosotros decíamos: Chile, es de Arica para allá. Si íbamos nosotros a Arica, Arica los gallos chilenos buenos y cuando ellos venían a jugar acá y miraban esos gallitos tan bonitos, con la parada, todavía yo por ejemplo traje la moda de cortarles el lomo. Y se ve más bonito, me acuerdo que yo perdía a un gallo, y buuf, caían cinco, seis, siete, para que, regálamelo, o te lo compro. Amigos chilenos, venían acá y miraban animales donde Consuelo Fernández, en mi casa, en que teníamos animales españoles preciosos y se llevaban, entonces ahora para conseguir chilenos puros, hay que irse hasta Temuco, hay que irse allá a Talcaguano, al sur de Santiago. Mantener y me da gusto, me da gusto. Pero en Arica no encuentras casi, no hay. Por ejemplo ahora, acá en la cría de acá de Arica, es un coliseo que no sirve para nada. Nosotros estamos superior por lo menos diez años. Bueno, bueno en España hay buenos gallos reproductores y hay de todo también. Sí, pero por ejemplo éste Cuba. Pero Cuba no es que Cuba pues le da a una persona que, a un campesino, como decimos le da un gallo y tres gallinas y cuando están los pollos cantando, el Estado se lo recoge, en diez dólares y ellos los venden. Pero sabes, generalmente, que es lo que es, sabes lo que dijo Dante y Miguel, es una gran verdad, para que un gallo, tu gallo, tú mismo tienes que hacerlo de acá para allá. Nosotros mismos tenemos que hacer todo, darles tú lo vas trabajando, y sacas tu línea. Pero donde se compite más es por ejemplo en la República Dominicana, entonces están al día, como ahí compiten. Entonces ellos tratan de traer sus mejores reproductores, en Cuba, porque en Cuba como todo es para venderlo, negocio; por ejemplo hubo un campeonato en Querétaro, en México y ahí ganó España, Moreno de España, Alberto Obregón quedó en segundo lugar de México, pero Cuba partici
pó, pero no figuro mucho. Como ellos no están compitiendo constantemente. No le fue muy bien. Había, había un video, a ver si se lo consigo, pero no creo, quedó en quinto lugar, pero es que la competencia en Centro América y el Caribe es muy dura, es fuerte y sobre todo que es el mismo tipo de gallos, un gallito pequeño, toma y dame, toma y dame, pico y pata, pico y pata, papapa, te tiran, son buenas peleas. Para mí si tuviese que comprar un gallo, me vengo a Camaná. Si tuviera que comprar un gallo del Caribe, Centro América, a mí me gustaría comprarlo viéndolo pelear. Yo no iría por más galpón grande que sea. Claro, depende del galpón que lo ha jugado y lo vería jugar y le pagaría aunque sea el doble. Lo estoy viendo las cualidades del gallo, por eso yo por ejemplo a Joaquín Sánchez nunca le hubiese comprado un gallo, de lo que él traía para vender. Si hubiese necesidad de compra un gallo, acabando de jugar. Más ha sido para atrás que para adelante. Mira Arequipa, mira a los de acá también, no ha pegado bien. No ha pegado. A mí me parece, esta es mi idea de Joaquín, sabes que ha pasado con Joaquín, es un tipo muy inteligente hermano, Joaquín se ha venido acá, solamente para qué, como al Perú. Trajo buenos gallos. No aquí trajo gallos de Camaná, de fulano de tal, se los ha comprado. Arequipa, cuales son los gallos de Arequipa, se ha comprado cinco gallos buenos, seis gallos buenos, campeones y los ha traído y ha traído cuarenta, un montón pues, para vender pues. La segunda vez trajo treinta y tantos, pero yo he conversado en Arequipa, fuimos a almorzar. Porque ha ganado en Lima, en Lima ha ganado ah. Lo he visto ganar. Seis, ocho, diez, porque él juega. Yo lo vi ganar, inclusive jugó con buenos galpones. Yo lo he visto que los otros gallos comenzaron pla, pa, pa; y los de él solamente agarraban pa, listo. Por eso digo. Pero el criador era su papá de Joaquín, o sea que tenía la raza de los rompe huesos, de los gallos que llevó de Cuba. El papá de Joaquín llevó gallo de Cuba a España, que le llamaba los indios, indios por el color que son ajísecos todo, y de ahí viene la cría del papá de Joaquín; Joaquín ya después comenzó a jugar y él salió primero a Panamá, varias veces y vino acá al Perú trayendo esos gallos. Vino bien. Joaquín ganó bien y como ganó bien, todo el mundo quería comprarle, lógico lo haría yo, lo haría cualquiera. Claro, además él trajo gallos finos, no trajo gallos chuscos, no, trajo gallos finos, claro. Pero los gallos acá ganaron bien. Muy seguros. De Espuela, en dos jaladas nomás. En Lima por ejemplo, cuantos de Lima han pedido que quieren gallo camanejo de antes, gallinas de antes, es bien difícil. Ya no hay ya. Los La Fuente tienen, tienen sus animales. Tienen su nido. Es como yo, yo por ejemplo ahorita estoy viajando la próxima semana con Celso a Tacna, estoy llevando dos gallos que son nietos de tailandés; el gallo tailandés que traje, que me lo vendió un monje budista, es un gallo cinco ocho, un gallo cenizo de tres peleas, recontra seguro de espuelas, pero era lerdón. Y si usted lo ve, los dos gallos que voy a llevar la próxima semana, nadie se va a imaginar que tiene de tailandeses, uno pesa tres trece, otro cuatro doce. Nietos, con españoles, los gallitos son tiradores. Y ahorita el sesenta por ciento de mis gallos tiene de oriental, que alguno, que otro me sale de cuatro cuatro, cuatro cinco, que los tengo para jugarlos acá en el sur, espigados, vamos a ir para que los vea. La efectividad la da el acierto. Tienen un acierto. Yo diría que mucho más de acierto, porque el español lo que tiene, es más tirador, porque el español pega diez patadas, de repente mete cuatro veces espuela. La fortaleza, claro, porque yo llevé tres hijos de tailandés a Tacna hace años, hijos grandes, y los tres ganaron, pero ganaron pura espuela, pero sonzones. Sonzones, pero pura espuela. Pero cualquier rato me lo ganaban, porque eran sonzones. Y ya pues he ido metiendo de otros animales. Si yo le pido un gallo a Celso, me lo presta, porque somos amigos de Uff. desde chiquito. En la primera vez que fui a Chile, lo llevé yo allá. Porque yo iba a jugar desde chiquillo. Me llevó a Arica pues. Diecisiete años tenía. Lo hice debutar en Arica. Estaba enamorado, semejante mujer. Ufff, tremenda hembra. Sabes que éramos solamente los tres, no era un prostíbulo. Y la dueña de la casa tenía una hija bonita, pero estábamos nosotros ahí no y había una que fue con ella y que inclusive no tenía pareja, porque nosotros éramos tres, y ella nos hacía striptease a nosotros a nosotros y nos cantaba, él estaba feliz y había un batiente, era de madera el piso y había un batientito ahí y ahí la luz no llegaba mucho, entonces agarro y le digo; no, ahí no le dije nada, entonces él se va a coger de la mano, y bum bum, y se tira su porrazo, sonó, nosotros fuimos. Ya está bien, está bien, está bien dijo, se paró y se fue con la chica. No, lo que pasa es, sabes lo que pasa, tomamos pisco, yo nunca había tomado pisco, siempre, era una de mis primeras trancas. Pisco y la cola de mono, el otro trago. Me dan un montón de tragos, yo no quería tomar de nuevo. Y con tremenda gringa. Con tremendo monumento, me olvidaba de la grada y bua, y era de madera, y sonaba en toda la casa, la gente venía, que ha pasado. Es una experiencia, muy bonita fue esa. Yo tengo sesenta y uno, seis uno. Nosotros somos de la edad, somos contemporáneos. Yo soy, Hugo Salazar Calderón. De la Torre. De la Torre. Sí, pero en el mundo gallístico más me conocen por Hugo Calderón, que si bien Hugo Calderón, la gente sabe, pero más me conocen por Hugo Calderón. Hugo Calderioni. Somos así con Gustavo Paez, ufff patas. Entonces cuando yo llegue de Estados Unidos, como tengo tanto gallo, el también y ya no viaja mucho, como no viaja mucho ya, entonces yo usé mi, como he vivido veintiséis años de mi vida en California. Pero más tarde podemos vernos, y podemos ir un ratito al coliseo. Para que conozca lo que hemos hecho. Voy a recoger unos volantes. Yo no sé, de repente muy difícil para que venga usted para mi fiesta, pero lo voy a invitar. Y la pasamos bien y mi fiesta el año pasado, a parte del nueve de noviembre, de la fiesta de Camaná que es grande, la fiesta de Celso y la mía, son buenas fiestas, viene bastante gente, a la de él huy va a ver, viene gente de todo el Perú. Galleros, o sea galleros amigos míos. Y somos, nosotros nos sentamos ahí en la cancha todo el mundo, somos un grupo bien bonito, ahí tomamos nuestros traguitos, yo no juego con él, no juego con Rolo. Después el juega con Miguel juega. Con Miguel sí juego. Pero con Celso y con Rolo nunca jugaré. Pero sí chusquiamos en el corral, en el galpón acá. Sí, ahí nos juntamos, como te digo, a veces cada mes. Cada mes a chusquiar, por ejemplo el cumpleaños de él, que va a ser el próximo, huy, ahí. Ahí hacemos peleas. Treinta, cuarenta, peleas. También en mi cumpleaños hacemos como cuarenta, no sé cuantas pele
as, como cuarenta peleas, ahí en la casa, nos vamos a la chacra, y en la chacra hacemos todo. La pasamos bien bacán. Y al último los gallos también los comemos. O sea, todos los gallos que mueren. Todo el que pierde se va ahí mismo, ya está el hombre preparando, ya está listo para hacer. Su cumpleaños cae diecinueve de diciembre, es pues macanudo, porque ahí nosotros queremos probar muchos animales que no nos convencen para que no se vayan. Claro, para mantener justamente. Ahí llevamos cantidad de gallos. Los gallos que no te gustan, van a pasar este año ahí. A ocupar java. A pagar su maíz. Quiere llegar a fin de año, que gane. Pero mi papá nunca pues me dijo, ya no puedes criar, sino me aconsejaba que no crie. Mi papá le gustaban los galgos, el cazaba venados con galgos. Yo he ido con él, he cazado con él, mi papá nunca le disparó a un venado, me decía hay que darle su chance, para que el venado si es bueno, huya, se salve. Claro, y llevaba los galgos con la travía, y soltaba y buuuu. Él cada quince días iba, nunca recuerdo que mi papá dejó de traer un venado, uno o dos, con galgos, increíble, vivíamos, yo nací acá a la vuelta y había peleas de navaja, y llegó un señor de Ica, y no tenía donde quedarse con sus gallos, y le pregunta a mi papá, usted es de acá, no, yo vengo de Ica señor, y vamos a pelear gallos acá y como la casa de mi padre era grande, le dijo hijo, porque si quieres hospédate acá, se hospedó con los gallos, los guardo todo y miró que tenía galgos y le dijo sabe qué, que mi patrón, mi jefe, cría galgos y corren en Lima, como había carrera de galgos y son galgos pues finos. Y mi papá dijo sí y como mi papá lo atendió tan bien, no le cobró nada. Le dijo don Adali algún día cuando tenga usted, una perra en celo, mándemelo usted, le dio la dirección, y yo la hago tomar con un perro de los de mi patrón, pues finos. Y agarró mi papá, cuando tuvo una perra en celo, la mandó con un obrero, camión, papas, yucas para allá. Y le trajeron la perra preñada y dice que. Como traer un gallo español fino y con una gallina fuerte. Y mi papá me cuenta “Favorita”, “Fragata”, “Chicote”. Esos son el nombre de los cachorros que les puso, a los siete meses “Favorito” y “Fragata” los llevó para correr a las lomas y a los cinco minutos agarraron venado. Son unos perros, pa su madre excepcionales, como eran finos los que vinieron de Lima, y con estas perras que tenía mi papá, también eran galgos, pero no pues. Tuvo una. Claro, una velocidad. Pero más fuertes. Se acabaron los venados, a no hay pues. Acá había en las lomas todos los años. Que pasó, dejó de llover. Dejó de llover hace como veinte años y ya no hay. Ya no llueve. Yo me iba en mi caballo. Antes todos los cerros eran verdes. Yo me iba a cazar venado y a cazar paloma, yo me traía. Allá una vez, con mi papá cuando todavía estaba, había una aguadita, donde venían las palomas a tomar agua, diez, once, doce del día; las palomas venían, mira mi papá de vivo, agarró y sacó la carona del caballo y la tapó la aguada, ese día las palomas no tomaron agua, al día siguiente, en la tarde la sacó. Al día siguiente a las once del día me dijo, hijo, porque a los venados los cazamos con galgos, a las palomas pues con escopetas. Me dijo, ponte allá bajo aquel claro, yo me puse acá, pero no vas a disparar hijito cuando veas veinte, treinta palomas, oye las palomas empezaron a venir a la aguada y era un hervidero, ahí las palomas que querían ver, que sabían que ahí estaba el agua; y me dice: ya hijo, bum, bum, dos tiros oye y a recoger palomas pero. Las lomeñas, las de cola blanca. Pero mira. Y había bastantes. Había miles. Cuando lo lleve, lo lleve a Noel chiquillo, Noel a mi sobrino que ha venido de Estados Unidos, en la tarde estábamos en el campamento y como salen a comer a los cerros y bajan a dormir a las quebradas, donde están los pájaros, todos los árboles, los grandes, ellos ponen las alas así de arriba y se tiran así y con la velocidad, fuiu, fuiu, fuiu. Y cientos de palomas y huy que es eso, que es eso se asustaba, y eran las palomas que bajaban a dormir. Llevé una escopeta de balines y ahí en los dormideros me sentaba, y los agarraba. Todavía, Tic, Tic, con la ahora no hay mucho. Había arto. Pero ahora todavía hay porque van a Quilca a comer. Hay todavía. Y suben a Pajabobo, ahí duermen. Ahora no voy tieeempo, pero todas esas cosas. Yo me iba cuatro, cinco días, nos llevábamos papas, aceite, palomas fritas, pucha la vida, eso extrañaba en Estados Unidos, yo por eso me vine y los gallos, lo que más extrañaba eran los gallos y las pollas. Yo me iba a jugar a Arizona, cantidad de veces, a Mexicali, nunca era lo mismo, ganaba mis gallos todo pero. Uno toma con su gente pues, en cambio uno acá con su gente, uno disfruta. Los gringos son medios fríos. Me los trajo de Estados unidos. Nada que ver, nosotros manejamos allá cinco horas para comprar carioco viejo de pelea, cien por ciento. El tiene como nueve cariocas, que lo va a jugar ya pronto, pero yo tengo acá unos. Pero hay una polla carioca bonita. Claro, yo tengo aquí una carioquita. Sí pero mañana lo voy a encerrar, voy a vacunarlos, están con moquillo, me he descuidado un poco. Sí, ahí no viste el carioco, después hay otra gallinita allá. No ahorita les he dado así. Sí en la tarde. Yo les doy en la mañana, con la medicina con la topavitina y después maíz y se comen todo el maíz que cae. En la mañana le doy un poco de maíz y después le doy concentrado; y después le doy su trigo y ahora de nuevo. Sí, todo esto es pollada, o sea pollada tengo harto, estos son pollos nuevos y acá han nacido, de las gallinas que traje de Estados Unidos y así los traje de Estados Unidos. Antes tenía, pero me fui de nuevo. Vine el ochenta y seis, me vine con mis hijos pequeños, cuando me divorcié y estuve acá nueve años. Tuve que regresar. Tuve muy buenos gallos, me fui, vendí el coliseo, me fui, he estado allá casi ocho años y he regresado hace dos años y medio. De ahí he vuelto a traer. De ahí es este por ejemplo, hay ahí, hay como siete, claro. Son pollos. Los moros son Mendieta, de un gallo que compró mi sobrino en Miami. Pero son ya nietos que se apellidaba. Era, era pero era la cría de Mendieta pero era un americano. Pero, pero tengo el tailandés viejo era cenizo, pero le metí una Mendieta y el gallo era moro, por eso todos los moros que tengo por ahí son, porque mire usted. Daniel del Valle. Ah. Daniel del Valle. Porque mire este por ejemplo, estos son ya tailandeses, este, hay varios aquí, hay varios acá. Sí, ahora te voy a enseñar lo que voy a llevar estos chiquitos, estos son pollos, ayer no sabía lo que era, todavía no sé ni lo que era, estos he detectado hace poco. Este, este, el padre de este el valioso pato. Claro. Y acá hay uno, ve este por ejemplo es también tailandés, con collar chico. Moro, por los Mendieta. Hay vari
os. O sea tengo que topar, de acá veinte días recién están, estos van a jugar, este voy a llevar. Claro, ese va a Tacna, pero ese es el nieto; este también va a Tacna. Estos están sin peluquear. Los voy a peluquear, porque hace frío acá, les voy a peluquear la piernita, el potito un poquito en setiembre. Estos también son tailandeses y son agarraditos, no son grandes. Pero este por ejemplo al gancho, que ahora peleamos al peso. Estos van a pelear el día de mi fiesta, que son espigados. Este le he puesto eso, porque se come las plumas. El año pasado se quedó calato y ese gallo es bueno, nunca ha jugado, le tengo que poner ese collarín ahí. Este es el que me regaló Chía en la punta del Bombón, el que ganó, que ganó el nueve de noviembre acá rápido, y ganó en la punta y lo botaron. Al loco lo voy a jugar también ahora para la apertura. Lo has topado. Sí, tiene dos topes y está en preparación. Topa bien el gallito. Acá, hay bastante tailandés con Mendieta, todos estos; estos ya por la cola, con españoles, por eso es así. Este gallito va a ir a Iquitos, este gallo es bueno. Este gallito lo voy a llevar para jugarlo ahí. Este es otro tipo de gallito. Este gallo lo compré en Santa Rita, después que me ganó un gallo a mí bueno, el único gallo que he comprado, pucha, jugó con Chía el nueve de noviembre, ahora ya no juego con Chía, siempre porque es mi pata, sin querer jugamos y este es el otro que le ganó a Chang; este lo voy a llevar, ese y ese no más, los dos. Este tiene cinco peleas. Este es otro tipo de gallito, por ahí hay algunos pollos, estos son del arroz con pato. Sino que recién vamos a comenzar de largo. Este se ha comido la uña, mira, está la uña ahí. Este es tailandés, tailandés. Este tiene anillo blanco, ese mete con estas son con españolas, ya son más chicos. Pero de todas maneras tienen en caja. Este haber gallo bueno, pero mira, pesa cuatro cuatro; así era el tailandés viejo, igualito, pero cinco ocho. Y esto de acá puro, puro pollo, listo como treinta. Esto pienso que para el próximo, pero, pero todos estos lo probamos con cacho en el cumpleaños de él, en diciembre. Claro, claro. Quién paga su maíz. Ahorita no estoy sacando, porque tengo mucho del año pasado que he comenzado a sacar del mes de abril, todo el año. Yo diría que echar las gallinas en agosto, primavera casi. Tampoco no en diciembre, noviembre, porque te agarra la viruela que es acá, acá hay mucha viruela. La viruela saca la mierda. En verano se jode todo. Ese es el problema del carioca, con tailandesa puede grande, pero tengo otra con una gallina, que trajimos de Estados Unidos. Nosotros manejamos cinco horas con Noel allá hasta Tulares, hasta un señor que tiene puro carioco, te hablo pues de trescientos, cuatrocientos gallos. Y el compró un carioco en Panamá hace más de quince años, piquero. Ya era gallo piquero, ajiseco, se lo llevó a Estados Unidos y ahí él cruzó él con Hash, con Bucher, con Kelson; con todo eso y tenía puro ajiseco y puro giro. Todos cariocos, allá escogí uno, lo compré, se lo presté a mi sobrino, el compró la gallina, que la tiene en la Punta, el gallo está acá, está en la Punta, es decir la cola, las alas, preciosa, sino que le metió su gallina él, trajo una gallina Raja, que vienen a ser como los malayos, así y salió un hijo grande y fuerte, y ese es el que me lo prestó a mí y saque yo, porque ya tiene de Asil pus, ese es su hija, por eso es agarrada. Y esa ya más finita porque es con otra gallina. Dolo Cordralan, lo mando a inyectar seguro, eso mata a todo gallo. Ya, yo le voy a decir exacto todo, todas esas camadas las saqué en mi casa, esas camadas, gallo de Ricardo Cheroque Santiago. El “Búfalo Bill”, el gallo, el gallo gallino negro de Cupertino Vílchez, es decir la cría lo saque yo, y el otro gallo que me dio Isidoro Santiago, que me dio el doctor Picota. El doctor Fernández que en paz descanse, murió el año pasado, cuando iba Santiago él y miraba un gallo extraordinario se lo compraba. Se lo compraba y nunca y nunca los jugaba. Llegó a tener unos gallos chilenos en Arequipa reproductores, pero él se contentaba con tenerlos ahí, igual le compró el gallo que tuvo a través de su hermano que quería venderlos a Delfín, el flaco. Un gallo flaco hijo de esos tumbados. Entonces yo acá sacaba camadas, echaba dos gallinas el mismo día y reventaban, juntaba los pollos. Y le di veintitrés camadas a Gustavo Páez. El “Búfalo Bill”, el gallino de Cupertino Vílchez. Donde Carlos Fabres, el que le compró fue a Temuco, donde Guy Cúper, el doctor Fernández a jugar y vio jugar al hijo del “Búfalo Bill”, ganó excepcionalmente, lo quiso comprar, le pidieron un montón de plata, no lo compró, después se fue, no, fue el catorce de octubre, doce de octubre a Santiago, al campeonato, ganó el gallo que quiso comprar, no se lo quisieron vender; se va el cuatro de enero a Temuco, donde Guy Cúper, vuelve a ganar el gallo, lo compra, lo trae y me lo da a mí, yo le saqué un montón de camadas y de ahí Gustavo se llevaba a Ocoña. Sí, yo vine de Estados Unidos con él y llevamos cuatro o cinco a Arequipa. Cinco, los cinco ganamos y eran de los pollitos que yo le había dejado a Gustavo y el gordo Lozada estaba ahí viendo y me dice Hugo, pucha me dice, que esto, que el otro. Y de entrada le dije, de repente te regalo un gallo, pero ganaron los cinco extraordinariamente y el papá del gordo ha sido mi amigo. Lozada que ahora está en Miami, entonces después le dije sabes qué, que no y donde se van a quedar los gallos, nosotros nos vamos dentro de cinco días a Estados Unidos, se quedan donde Páez, el fue hasta Ocoña y le compró los cinco gallos, los cinco gallos los jugó en Lima y ganaron, pero los peleaba a cada rato. Después viene a Ocoña y le ruega a Gustavo y le compra pollones, creo que cien dólares cada uno. Eso son, se le quedó debiendo cien dólares todavía, jajaja. Entonces, ahí le quedó debiendo algo. Los primeros se los pagó todos. De ahí es la raza, que usted dice de ese gallo que vio topar; Gustavo ganó el ranking con esa línea que tenía y yo antes de irme a Estados Unidos, la suerte que le di a él como veintidós, veintitrés gallinas y a mí me entró la peste y me barrió. Pero él se quedó con todo eso que le di y tuvo dos años excepcionales Gustavo, y después lo dejó los tumbaos pues también; de los tumbaos, porque a mí tú hermano me dio el tumbao y de ahí Gustavo se comenzó a meterse con otros, con los pajarracos que decimos nosotros. Gustavo ya no está, ya no es el de antes, pero Gustavo tuvo dos años, que tenía gallos, esos gallos chilenos, aguerridos, buenos. Aquí no hay nada pues, él tiene todavía unas gallinas, yo voy el lunes o martes a verlo, el tiene unas gallinas, algo de eso. Y nietos y tataranietos. El doctor Fernández a los locos de Arequipa, los hizo famosos dos años, tres años, les prestó gallos de lo que traía de Santiago, de all&a
acute; del sur. Pero no le jugaron bien y el doctor no les prestó más. El doctor murió el año pasado. El que iba de acá de Arequipa compraba los gallos allá. El gallo bueno, se lo compraba y con tenerlo en su casa era feliz. No lo jugaba casi. Criador, claro. Yo estuve con el que es Presidente de la Asociación de Santiago ahora. Ahora está Mora, don Fernando Pazos, yo lo he traído a Camaná a don Fernando Pazos, nunca había venido, lo traje acá a él, a Mora y a Solano, ahora que fui a Tacna, para el cumpleaños de Julio Velásquez, estaba Mora ahí, el estaba de Presidente ahora en Santiago de la Asociación, él va a venir para el nueve de noviembre, pero Isidro Santiagos, últimamente no viene al Perú, ya hace unos tres añitos. Después, pues están, criadores grandes, Fabres, Diosdado Miro. A mí me dio el doctor Fernández un ajiseco, de cuatro cuatro, precioso, le saqué cría también y botó muy bueno, que también Hurtado; todos estos tenía Hurtado.
Aquí me quedé 24.02.16
Pero ahora ya no hay pues de esos. Poco a poco hay que irlos trabajando. Como Solitario, cuando yo llegué el ochenta y seis de Estados Unidos, Solitario siempre tiene gallos buenos y tiene hasta ahora, pero antes; Solitario jugaba diez gallos, ganaba nueve, okey y para ganarle un gallo a Solitario, el juez tenía que decir perdido, porque de entrada los dejaban ciegos, hay mamita y eran pues, quién jugaba contra ellos, había que ser muy macho. Tenían muy buenos gallos, ahora por supuesto que tienen, pero no, no tan parejo como antes, antes pues ufff. Claro, porque ahora todos tienen gallos. Ahora Solitario sigue siendo el número uno. No verdad, hasta de tu misma cría puede ser, porque te han robado unos huevos, pollos y todo. A mí me han robado. Bueno, ahora también consiguen animales. Ya todo el mundo se preocupa pues, por los gallos. Una vez jugamos trece, trece un veintinueve de junio y los trece ganamos. Trece y los trece amarraba yo y acababa de llegar de Estados Unidos, y don Celso a mí me quería mucho. El padre. Y yo cotejaba, desafíos, embonaba y como llegue yo el ocho de junio, y el veintinueve de junio amarro trece gallos, los trece gallos ganan seguidos, la gente iba a decir, como amarrará, que hará con los gallos y era porque los gallos eran buenos. Claro, todo, la preparación. Nosotros éramos un grupo fuerte, había un gallo bueno en Camana y nosotros. Le echábamos. Le echábamos gallo, unos desafíos antes con el tío Nieto de Tacna. Don Víctor Nieto venía de Camana me encontraba a mí, o el Cholo Ricardo me decían tus pesos, yo le daba todos mis pesos, pum, y amarrábamos todo los desafíos y nos agarrábamos unas peleas, cuando el tío agarraba después ganaba, hacía así, se daba sus volatines. Se daba sus volatines en el ruedo, carajo. Pero ahora ya no pues, ya no. Él esta pues, él está preparando ahorita a Julio Velásquez, amigo nuestro. Y el trae mucho. Ahora, se ha metido donde él, o sea se ha ido donde Venci, acá ahorita acá el trajo un gallo, le trajo un gallo al Pato para cría, del sur de Santiago, por ahí hay uno, me lo prestó como dije, un chileno era, precioso, cuatro ocho, bueno; el trae siempre reproductores, está en eso Chanfle. Claro, yo lo conozco, al Tigre. Claro pues, al Tigre. Ese Tigre. Claro pues Fernandito Franco. Muy noble, muy noble, un caballero, bien cariñoso Fernandito. Todos nosotros, ahorita pucha, que traigo unos pollos, este año van a ver, este año. Lo vamos a ver en diciembre. No recuerdo cuando es la apertura de Calderón. El día del Padre, el día diecisiete, dieciocho y diecinueve de junio. Sí, sábado y domingo. Acá un año, como decimos hay un cholito decimos nosotros, que tiene un puestito en el mercado, el Chuñero le llaman, porque vende chuño. El Chuñero pues, era, quería pelear contra “Proletario”, contra “Papillon”, contra “Pacho”, contra los galpones grandes en Camana; compró gallos, se consiguió un cholito, caray, que los ponía bien, y en un año, se hizo más famoso carajo. Se hizo más famoso, por ejemplo, el último que le faltaba era yo, me acuerdo decía: le he ganado, le he ganado a la “Pacho”, le he ganado a la “Solitario”, le he ganado a la “Remi”, le he ganado a todos; falta la “Papillon” dijo, ah, puta y me chapó también a mí, me ganó; nos ganó a toditos hermano. Puta, el cholo, ya que será, pero después ha vuelto a su sitio, se hizo famoso, hasta Lima, se fue hasta Lima a jugar gallos. Ganaba a en Lima ganó también. Compró buenos gallitos, tuvo su año y buen preparador, pero él pues, no sacaba cría como uno y tenía cantidad. Ha quedado muy chico, pero como no hay campo, tengo que encerrar. Se ha malogrado el pico. Esos son de los huevos que me ha regalado él, me dio como nueve huevos y han salido seis, siete machos. Este también son del carioco, esos giros. Pero puro gallo amarillón tienes, aquí puro gallo amarillón. Vamos a ver con quién peleamos al “Gancho”, al peso, pero cuantos llegarán pues a diciembre de estos, ojalá llegue siquiera la cuarta parte. Acá hay puro, puro, normal. Acá hay puro. Acá nomás hay treinta gallos, mire usted este gallo, por ejemplo es nieto de tailandés, que viene a ser regular, yo voy a llevar pues tamaño, a ver. Es pollo, pollo. Claro, este ha nacido. Cuánto pesa este, cuatro ocho. Así como lo ves, tiene diez meses. O sea este va a llegar a cinco libras. Como no voy a llevar pues. Este ya es del puro de Sánchez, del puro de Pato, hijo del puro pero con Mera. Mira el tamaño ves. Lo vi pelear y me gustó. A estos huevos son de Estados Unidos, que he traído ahora, que he estado un mes y medio allá. Estos cuatro pollos, estos fueron ocho huevos de navaja corta, de dos gallos diferentes, solamente, me reventaron cuatro. Ya, estos son de un gallino cubano, precioso que tiene un montón de peleas, me traje seis huevos y los seis huevos reventaron, pero un pollito como los que eché afuera de una gallina arriba, en la jaba, parece que se cayó, y lo mataron. Tengo cinco, son de un gallino precioso, me he traído de allá. Sí, porque los de navaja corta, son gallos que parecen piqueros. Preciosos todo, pero se cansan. No tienen fondo. El único que tiene más fondo es el Kelso, pero los otros, no tienen; tienen entrada, pa, pa, pero después de tres, cuatro minutos se cansan.