entrevista al sr felipe beceera olivera
FELIPE BECERRA OLIVERA
San Borja, 01 de Junio del 2004
Es tan bonita oye, que no se pueden olvidar los gallos. Yo hace tiempo estoy con ganas de terminar, porque yo mismo preparo mis gallos. Tengo gallos preparados y no los puedo jugar, por qué, porque este no tengo tiempo. Este Domingo, estoy actualmente ejerciendo la presidencia del Club Departamental Moquegua. Y me es imposible ya muchas veces ir a los gallos que es mi pasión. He ido dos veces a los gallos desde que se ha iniciado la temporada acá en Surco, ya no voy donde Chirinos, ya no voy a otras galleras. Y que haces con los gallos cuando no los juegas. Está bien, tú me tienes con cerca de setenta animales arriba, en la azotea. A sí, todo, todos los días en la mañana, tomo desayuno y ya estoy arriba en los gallos, hasta las ocho o nueve de la mañana, diez, a veces preparando mis gallos; a esa hora salgo y hago todas las gestiones que tengo que hacer, vengo al Club y tantas cosas oye, no se puede, coordinar. Lucho Pinto, si es compañero de estudios mío. Lucho Pinto Fernández Dávila, el agrónomo, estamos en el Club Moquegua, el domingo hemos estado en una reunión ahí, que hicimos un agasajo a un moqueguano muy querido, Pepe Carucosito. Claro, claro y ahí se caso con Ena. Con él estudiamos secundaria en Moquegua, y ha sido también Presidente del Club Departamental Moquegua y he trabajado con él en varias directivas. Le voy a hacer presente oye carambas, yo no sabía que tú tendría. Lucho Pinto Fernández Dávila. Así es. Yo soy de la policía, de la Guardia Civil antigua; claro, visto uniforme, he vestido uniforme. De la policía, así es oye, pero esta afición uno la lleva en la sangre, no se puede olvidar, yo soy gallero desde mis padres, porque mi padre también lo fue, que sucedió, cuando yo ingresé a la policía, tuve que dejarlo, porque no tenía dónde criar a los gallos, hasta que regresé nuevamente a Moquegua a trabajar allá. Como Teniente cuando llegue ahí, todos los amigos que me conocían que era gallero comenzaron a regalarme pollos, pollas, por acá, por allá, oye, no, comencé de nuevo y no he terminado hasta ahora. Del sesenta y dos, cuarenta años. Ininterrumpidamente, criando gallos. Cuando me cambiaron, me cambiaron de Moquegua a Abancay, Apurímac, fui hasta Andahuylas y en Andahuyalas conocía a dos hermanos, a Armando y Dalmiro, como se llamaba Armando Lepbur y ellos habían estudiado los dos en Argentina y tenían gallos ahí en Andahuaylas. No, de pico. Sí, de tipo asil. Asiático, oriental. Así, claro, y como trajeron, entonces yo le digo a Dalmiro, mira Dalmiro yo tengo gallinas que he traído de Trujillo y los he dejado en unos casilleritos chiquitos que tengo en mi departamentito de Lima, así es que si gustas las traigo las gallinas; ya pues tráemelas. Encargue y me las llevaron y comenzamos a hacer cría, de esas crías yo me traje a acá a Lima, cuando regrese a Lima me traje esas crías. En Andahuaylas, yo presente en la municipalidad unas peleas de gallos para el aniversario de Andahuaylas imagínate. Como parte de los eventos, así que en la Municipalidad con Carlos Pinto, que era el Alcalde de allá de Andahuaylas, así que le hable, aquí en la Municipalidad vamos a hacer, así que en la municipalidad hicimos una pelea de gallos. Carambas, fíjate. Para demostrar, un poco antes de las festividades de Andahuaylas. Una fiesta, y la gente, aplaudió; vieron las peleas de gallos. De ahí me cambiaron de nuevo acá a Lima y traje mis gallos. No podía tenerlo todavía acá, entonces los mandé a Chimbote. En Chimbote estuve un tiempo acá en Lima y pedí mi cambio. El deseo de criar mis gallos pues, allá en Chimbote continué criando gallos, tal es así que compre maderas, luego me fui a esas carpinterías donde habían hecho las casas prefabricadas, compré maderas, armé jabas y todo, comencé a criar, hasta ahora. Jorge Tirado mi gran amigo, y de Kike Tello. Con Jorge Tirado me acuerdo una vez que estuvimos allá, que estuve en Chimbote, Jorge Tirado fue a una de las concentraciones que hacían con motivo de San Pedrito, ahora pues el veintinueve de junio en Chimbote y me lo llevo a mi casa, y le digo, mira esta es una camada que vas a tener, que va a dar mucho que hablar. Así que una camada de doce pollos, doce pollos, que le llamamos los Ases, gallo chileno con gallina chilena de los Peucos, de los famosos Peucos de Chile; quien me prestó la gallina fue Alfredo Sáenz de Chimbote y el gallo me lo presto este como se llama, este gran amigo hombre Torres, Torres Delgado, Julio Torres Delgado, arequipeño él; él es abogado y radica en Chimbote. Vio los gallos y me dijo vas a ver. Y le digo vas a ver estos pollos van a dar mucho que hablar, y efectivamente oye, había un señor Pepe Valdivia de Chimbote que era administrador del Banco Popular allá en Chimbote, comenzaron a jugar a los pollos, contrate a un preparador que se llamaba Maome, el famoso Cabanillas de Chimbote conocido por todos, hasta ahora vive, hasta ahora vive. En Chimbote y Cabanillas iba y cotejaba a los gallos compadre, y se los mato decía, así decía señor Padilla va la pelea y se los mato, así le decía, efectivamente mataba, pollo, y no lo dejaba, a la semana siguiente iba nuevamente Padilla con su gallo a querer ganar y le volvía a parar a Cabanillas los gallos, le volvíamos a ganar, cinco peleas de cinco gallos, de esas teníamos, pollos, las cinco ganadas a Padilla imagínate. Hasta que Padilla un día se amargo y en la cancha le decía te lo mato al gallo. Ya ve señor Padilla ya se lo maté. Y el hombre estaba y entró a quererle pegarle a Cabanillas porque se estaba burlando de él, caramba. Pero así son los gallos, la afición es así, muy simpática y la trayectoria que se ha seguido y después vine acá a Lima de regreso, no tenía a donde guardar mis gallos, yo ya tenía esta casa, había comprado esta casa y no tenía donde, porque esto era de segundo piso, hasta que agarré y me fui; y un amigo me lleva a Calicanto, por Calicanto te acuerdas de los Sara. Los Sara, Cucho Sara, Vladico Sara, Carlos Sara. Lucho Luzares, está en España; a España se ha ido o a Venezuela. Vino de Brasil, varias veces ha venido a visitarme acá, porque da la casualidad que Lucho es promoción de mi hijo que es médico del mayor que estudió en Leoncio Prado y fueron amigos en la promoción y se encontraron aquí en mi casa, imagínate. Bueno, este como me fui a Calicanto, porque ahí me invitaron, bueno me cedieron casilleros, había un grupo, hacían unas concentraciones oye. En una concentración que hizo Calicanto en el Gallo de Oro, no te miento seis pollones, seis pollones en una sola concentración oye del Club Calicanto, tres gallos eran míos, dos de Cucho y uno de no sé quién, ha sido ahí. Pero lo cierto es de que seis pollones. Temporada, a fines de mayo, a fines de mayo, no. Fíjate, antes en abril ya no habían gallos y en mayo ya estaba prácticamente el furor, la temporada y ahora no, recién está comenzando con el cambio de clima que hay prolongado. Es una afición, los gallos
son parte de la familia, porque yo estoy todos los días con los gallos y con mi familia, son parte de la familia. Como mi esposa que ya falleció siempre me decía oye, tú quieres más a tus gallos que a mí misma. El celo, imagínate pues, caramba, pero así es la vida. Claro, así es, los gallos, dan muchas, muchas satisfacciones. Bueno no tanto, los gallos significan para nosotros el deseo de ganar, tú vas a la cancha, no te interesa, lo que necesitas es ganar con el gallo, nada más, la plata no interesa, el aficionado de verdad es así. El aficionado no le interesa la plata, lo que le interesa es ganar con su gallo, con su ejemplar que tiene. A ganador de todas maneras. A ganar, a como dé lugar. Ya está dirigiendo. Bueno la pasión de uno a veces no tiene posibilidades de jugar su gallo, vas lo juegas; últimamente no estoy bien en gallos, porque, porque las crías, esas crías que traje de Chimbote me dieron muy buenos resultados, tal es así que en el Gallo de Oro tuve un tiempo en que era ganador. Pasé a Surco, tenía los giros, que venían de los ajísecos, de esos que te digo descendientes que hice yo. De gallo chileno con gallina chilena, también cruzaditos, no cruzados con japonés, con oriental, me dieron buenos resultados, con el tiempo se fue perdiendo la raza, hasta que ya comenzamos a cambiar, buscamos los cubanos, los españoles, bueno y así. Y ahora todo el mundo tiene buenos gallos, porque se ha importado muchos gallos españoles, cubanos, portorriqueños, dominicanos, de todos los tipos de gallos. Y de buena calidad. Y eso también, se lo dieron los nacionales. Los importados, de raza de cómo se llama de Bakis Boy. Claro de Jorge Tirado, los Apolo. El Mao, oye ese daba cátedra en Chimbote y tú sabes cómo salieron los Apolo, fue, Alfredo Tavera otro gran aficionado cajamarquino él, de Celendín. Bueno, Alfredo Tavera según lo que me cuentan, yo no estuve en ese tiempo allá en Chimbote, me contaron después, dice que tenían un gallo muy bueno, este Alfredo Saito lo tenía y Tavera le traía alfalfa para darle a los gallos todos los días, para picarle la alfalfa y darle, y en una de esas trae una gallina que la hizo cubrir por el gallo y salen los Apolo, esos Apolos sentaron cátedra, unos negros, pero que bonitos gallos, tipo oriental, casi la mayoría tipo oriental, fuertes, de mucho cacho, gallo que comenzaba con la defensa y la defensa circundándole, hasta que mordía y fuera cacho y mataba, muy bien, eso es lo que mantiene a uno la afición, la pasión y la emoción. Uno vive las peleas. Oye ahí en Chimbote yo goce mucho con peleas, me acuerdo tanto de que Julio Torres tenía un gallo muy bueno, no me acuerdo bien su nombre del gallo en el momento y Zavaleta, Goyo Zavaleta tenía también su gallo muy parecido, era gallo cinco doce, en ese tiempo se jugaban gallos de ese peso. Gallos de cinco doce y bueno hicieron una concentración en el recreo este que era de la Sauthern, no me acuerdo en este momento el nombre exacto y ahí en el recreo, vi esa pelea, entre el gallo de Torres con el gallo de Goyo Zavaleta, eran unos gallos tipos orientales que no se dejaban picar la cabeza, con la defensa que tenían, el pecho, el pescuezo metido ahí, los dos gallos estaban en una lucha tremenda, pero sin poderse picar ninguno, me acuerdo en tanto, que el gallo de Torres lo logra morder de la cabeza, pa, muerto. Se descuidó uno y pa, el otro, muerto carajo. Todos saltamos de alegría porque estábamos con el gallo de Torres, pues que era el amigo y Goyo Zavaleta también muy amigo, hemos estado en varias concentraciones con él, en Chiclayo, Trujillo, de manera que también criaba muy buenos gallos. Claro, no yo al Mao no lo llegue a ver, porque cuando llegue cambiado a Chimbote, Jorge Tirado que venía. Y él lo compró, lo compró el Mao, había gallos. Creo que lo compró de un sitio del Norte, de alguien del norte, no me acuerdo muy bien de quién, pero lo compró, no me acuerdo bien el apellido, un trujillano, jugaban buena plata también. En ese tiempo pues en Chimbote las concentraciones pesaban, una concentración donde tú te reunías con los mejores galleros del Perú, desde Tacna hasta Tumbes. Los mejores galleros iban a Chimbote, que concentraciones tan buenas de gallos, tan acertados al cacho. Ahora es más comercializada la afición, más comercializada la afición y eso no es. No, me parece que no, no es conveniente para los galleros a verdaderos aficionados, no es conveniente comercializar la afición, porque, porque ya desmerece y uno busca ganarle al otro pero como sea, como dé lugar. Claro, en los ruedos, había una confraternidad tremenda. Claro, allá en el Gallo de Oro, jugábamos, nos reíamos, le sacábamos; les hacíamos bromas con sus gallos, ahora no. Ahora tú le haces broma a un gallero, se amarga, no es igual ya. Bueno el gallo moqueguano tú sabes perfectamente de que viene de los gallos chilenos, gallos chilenos que son cruzados, actualmente los están cruzando mucho con español, pero antiguamente el nacional con el chileno, ese era el cruce. Claro, muy rápido y sabes que otra cosa, hubo un gran aficionado que fue Alejandrino Cuellar, de Moquegua, venía acá a Lima, se iba a todas las concentraciones, es el moqueguano que más salía trayendo gallos de Moquegua y en todo sitio le iba bien, porque los gallos de Moquegua ganaban siempre, ha tenido muy buenos gallos. El gallo chileno me parece que es un cruce muy especial Carlitos. Chileno hacia el oriental. Ahora ya no hay ingleses, gallos ingleses hay los ingleses pero no traen buenos, no sé porque o es que la raza de gallos ingleses no ha rendido acá en el país. Claro, como era antes. Yo he estado en los Ángeles y ahí he conocido a un peruano que criaba gallos en los Ángeles, me llevó a su gallera y solamente, mira estos gallos son cubanos con españoles, y a mí me ha resultado muy bueno el cruce cubano con español y nada más. Y todas las razas me enseñó con padrillos que tenía, así como nosotros les decimos padrillos acá, los raciadores no, los padrillos españoles y cubanos y esos cruces de esos gallos, esos cruces le daban muy bien en el mercado. También en estados Unidos las peleas de gallos están prohibidas, pero no faltan criaderos de gallos y ese señor tenía como trescientos gallos, allá en California los Ángeles, imagínate, me invito pero no pude ir, porque ya regresaba yo a Perú y no pude y cuando estuve allá, en los meses de diciembre y en ese tiempo recién comenzaban las peleas, la temporadas y me dijo voy a jugar en esta temporada un gallo el primer gallo que voy a llevar en esta temporada, me invito pero no pude ir por razones de viaje. Posiblemente por la altura, pero hoy por hoy Arequipa tiene muy buenos gallos, en el mismo Arequipa, los gallos que he visto jugar en Camaná he visto que han traído a Surco, muy buenos gallos han traído. Hemos visto pues conocidos, el Gato Ortega por ejemplo, el Gato Ortega que es un gran gallero y en una oportunidad me toco mi compadre Dante Valdivieso y en una oportunidad yo lleve un gallo a Camaná y me tocó jugar con un gallo del Gato Ortega, bueno confrontamos los gallos, mi gallo lo degüella al otro, el otro gallo el Gato entro y lo recogió al gallo que estaba muerto, entonces, pollón, no ha sido pollón porque lo ha levantado, el pre
mio me lo dieron y estaba Lolo Granda estaba de juez halla en Camaná, entonces me acerque y converse con Dante Valdivieso y el Gato Ortega que estaba a su lado, yo no sabía que el gallo era del Gato Ortega, era de Arequipa, pero no sabía que el gallo, era de él, les digo que les parece, si lo has ganado bien rápido, pero no creo que haya habido pollón porque lo ha levantado, pero si lo ha levantado muerto el gallo. Él lo levanto sin autorización del juez, así son las peleas, pero no por eso nos amargamos, se confraterniza, es así, ya después por Dante me enteré que el gallo era de él, a lo felicito, buen gallo. Carlitos así que tú ya no estás yendo a la cancha mucho. Claro, a veces. Ja, ja, ja, yo soy de los que no tomo allá, no es que no me guste tomar el trago, yo soy bebedor social, que dicen algunos, pero en oportunidades, pero en la gallera no me gusta tomar, porque es precisamente es por eso, porque a mí me gusta, ver las peleas y cuando uno se dedica a tomar ya no ves las peleas, pierdes detalles. Tú estabas bien metido en los gallos, te acuerdas cuando estábamos en el Club Gallístico, ahí tengo el reglamento, yo tengo el reglamento todo, cuando lo hicimos aquí en Salamanca, yo tengo todo ese, todavía sin pasar, cuando lo corregíamos artículo por artículo que se trabajo muy bien y actualmente se juega con ese reglamento en Surco, siempre se hace todos los años, Luis Antonio con Marcos de la Puente son los que hacen algunos cambios, por ejemplo jugar doce minutos, antes se jugaba diez, en Surco se juega doce y en el resto de las canchas de todo Lima se juega diez minutos nada más y en Surco se juega doce, se elimina los careadores, en la picardía, actualmente en surco ya no se usa careadores, simplemente para soltar los gallos, soltadores le llaman. Bueno para gallos cabeceros, son buenos, pero para cuerperos y tu tenías gallos muy grandes, claro, todavía tienes esa raza fuerte, ahora pesan cuatro, oye en mi gallera solamente tengo un gallo de cinco libras que salió así de relance, pero muy bueno, los hermanos pesaban cuatro dos, cuatro uno, pero él está pesando cinco libras y lo he llevado el año pasado dos veces, tres veces a la cancha y no lo he podido jugar. Se ha ido a la muda y ya lo estoy preparando nuevamente, para ver si lo vuelvo a llevar para ver si lo puedo jugarlo para verlo en la pelea, porque los hermanos también muy buenos, de los giros que yo tenía te acuerdas, yo tenía una línea de giros muy buenos, muy buenos, de cacho, que precisamente era de la misma línea de los gallos esos que traje de Chimbote, de raza, la he mantenido, me he quedado con una gallinita y con esa volvía, nuevamente volvía a tenerle giros así, hasta que volví a tener los giros, siempre me hacen acordar en la cancha de gallos. Ja, bueno como no y te llevas una de acá, porque yo tengo unas españolas, españolas con cubanas. De juego, claro, gracias, así somos los criadores y te voy a decir que no hay criador que venga a mi casa y no se lleve un pollo o una polla, yo soy así, lo llevo a mi galpón arriba de la azotea de mi casa y le digo escoge, le cuento pollos. Ha venido esta acá, quien Chale Vega, ha Chale Hoyle, siempre lo veo en Surco, con Antonio Vera. Oye así me sucedió en Chimbote, había un amigo que era enfermero y trabajaba en el sindicato de pescadores, él tenía su, como le llaman a este que cargan agua, su camión cisterna que tenía viejita ya por supuesto y repartía agua en los pueblos jóvenes de Chimbote, viejito ya, entonces un día un guardia lo agarro por que no tenía brevete y lo llevo a la cárcel y se presenta en la comisaria y se me presenta y que estaba manejando, pero el brevete pero le preguntaban, se ha olvidado, lo llame al comisario, le digo por favor, puedes darle libertad a la cisterna de mi amigo le digo, el chofer es brevetado, me consta porque lo he visto que manejaba hace muchos años, mucho tiempo atrás, lo he visto que manejaba y se ha olvidado y lo han traído acá, como no con el mayor gusto, así que lo sueltan y me ofrece un pollo como obsequio, en la cancha nos encontrábamos, me decía vaya a la casa vivía en Villa María, vaya a la casa para que se escoja tengo bastantes pollos, pollas. Bueno, dos o tres domingos nos encontramos, ahí, un día me animo y voy a buscarlo, efectivamente tenía pollos, así pollos así grandes gallineros grandes a base de redes, en parvadas y pollas al otro lado, entonces me dice aquí están los pollos y acá las pollas, escójase un pollo y miro así, le digo ese quiero y trae un pollo grande de unos tres ó cuatro meses, ese quiero, ya, polla, a ver, a ver, esa, me la llevo. Oye ese gallo jugó en todas partes y fue a parar en Camaná, lo traía a Lima y lo llevaba a Trujillo, tengo hasta ahora un trofeo, que me lo dio el gran, como se llama, en este momento no me acuerdo, de Chiclayo, no el otro, quieres verlo lo vamos a ver, vas a ver el trofeo es un plato, no, es nuevo, cómo se llama te lo nombro aquí. Román Echevarría, este es el tipo de gallos que tenía antes, claro, si por ese gallo me dieron un premio, porque ese gallo mataba donde iba, lo jugué en Chiclayo lo jugué en Pacasmayo, lo jugué en Trujillo lo trajimos a Lima con Jorge Tirado que justamente fue a visitarme me pidió para traer el gallo con Kike Tello, lo traje el gallo lo cotejaron ellos allá, que cuando yo fui a la cancha ya el gallo ya había jugado, había ganado en gran forma dicen, no vi la pelea, pero y así en diferentes partes. Atahualpa imagínate ese gallo y ese gallo se lo llevó un señor, le decían el chino Velasco en Camaná y se fue a parar sabes dónde, donde Celso Fernández, el solitario, pero cuando estaba el papá vivo todavía, buenos años, Celso Fernández papá y desapareció estando yo en Calicanto, él me dice, era preparador de gallos en Calicanto yo lo tenía a él para que preparara los gallos en una fiesta que fuimos a Calicanto todo el Club Calicanto, a Chimbote y ahí en Chimbote yo le digo, oye chino quiero que me prepares mis gallos no tengo quien me los prepare, ya me dice, pero cuando yo le preparo los gallos, pero con tal que usted me preste el Giro Tuerto, para hacer una camada, ya claro que sí, vine acá a los dos días le lleve el gallo a la casa, al cuarto día desapareció el Chino y el gallo, se había llevado un gallo portorriqueño que tenía Cucho Sara, desapareció también los dos gallos el mío y el de Cucho Sara, se lo llevó a Camaná, bueno paso mucho tiempo y converse con Manco con Julio Manco te acuerdas, converse con él y me dice si el gallo giro grande, de cinco doce, si ese sabes, el Chino este Velasco lo jugó en la concentración ese año y dos veces peleo en la misma tarde, la primera vez pollón y la segunda en dos, tres minutos ganó. Muy bueno. Ese pollo que te digo que me regaló el señor Montoya del camión cisterna de Chimbote. Me lo regaló, doce peleas, pero gallos, era rápido y muy defensivo, rápido en cuanto entraba nomás plo, plo, plo. Como gallo de español, atropellador y con ese
peso cinco dos, me dijeron pues, Julio Matos me contó que lo habían jugado halla en Camaná y yo no fui en esa oportunidad a Camaná y lo había visto, lo encontré y después le digo dame una polla si quiera le digo, porque fíjate que es la raza de ese, le gane un hijo de ese gallo a Moquegua a un primo ya fallecido hace años y salió también otro campeón, ese fue el motivo pero este señor Montoya, me lo pedía prestado después el gallo, el que me había regalado el pollo, el que me había regalado Montoya se llamaba el, a eso íbamos, la vista no sé, en cambio con la polla que me dio no dio resultado, no tuvo ese nivel, no sé si seria hermano, familia del mismo pollo pero no tuvo los hijos no salieron buenos cosas del destino, cosas que los genes del gallo que jalan en alguna oportunidad, muy variado los genes, las cañas, así es Carlos, muchas gracias es un gusto que hayas venido a visitarme, sobre todo no quieres tomarte un, verdad que no tomas.