ENTREVISTA AL SR ZOILO MELENDEZ HERNANDEZ

ENTREVISTA AL SR ZOILO MELENDEZ HERNANDEZ

                                                              ZOILO MELÉNDEZ HERNÁNDEZ

Lima Cercado, 17 de Noviembre del 2004

 

El día 03 de Octubre es un día conmemorativo para la dictadura del General Manuel Odría que se hizo cargo de la presidencia de la República en el año 1948 y niveló todo y agarró a todos los grandes especuladores y los mandó con soldados y que no se muevan de ahí. Yo voy a la razón, no a la injusticia. Antes de Odría todo era cola y luego todo apareció y dijo: “a partir de tal mes, todos estarán trabajando”. Odría botó a Bustamante. Eliminó a los partidos políticos y quien los encabezaba era el apra. Haya se asiló, sino lo mataban. El gobierno de Bustamante fue una desgracia. Con Odría hizo todos los ministerios; el hospital del empleado, hizo las grades unidades escolares, la panamericana Sur y Norte a través de todo el país; la canalización del río Quiroz para regar el valle seco de Sullana. Soy tumbesino. Paisano de Ricardo Reyes, buen aficionado, notable. En ese tiempo el coliseo de Tumbes era el mejor coliseo de toda la Costa. Es un coliseo grande y ves las peleas de todos lados. El papá de Reyes andaba con un sombrerito de paja más viejo que él. Llegué primeramente en 1959 al Callao, tripulante de una lancha pesquera, anchovetera de César Balarín. Yo ya conocía pues había estado en Lima antes. Conocía el coliseo Salon, el de Piñonate había uno chiquito que decían que mataban a la gente. Llegamos al Callao a las 7 de la noche y salimos a tierra. La gente no conocía. En el coliseo Salon, cocinaban huevera combinada frita, chita, arroz, frejoles, cau cau, seco de cordero. Quien iba a jugar gallos ahí, era Senón Noriega. Yo lo conocía al general ahí, vestido de civil. Se ponía a cotejar y si no querían jugar se ponía caliente. Lo conocí jugando toda la vida pico. No se jugaba al peso y el gallo más chico era de 6 libras. De 5 libras eran pequeñitos. Eran gallos Japoneses de otra calidad. En el Callao habían muchos japoneses. Primero fue Agena. Asato era un afcionado que dio cátedra con los gallos; ese hombre se dedicó a los gallos y los preparaba. Ahora se juegan gallos que entran y después ya no sirven. En ese tiempo los gallos eran muy resistentes. Picar un gallo de esos, era como quitarle la pelota a Maradona. A la hora que un gallo se ponía y dominaba, ya estaba el otro hecho. Se jugaban con espuela natural y mataban igualito. Al gallo lo mataban cuando perdía la guardia. Ahora un gallo está perdiendo, levanta la pata y mata, porque están de frente. Un anécdota con usted, me llama usted y me dice yo quiero sus espuelas que Ud. fabrica, tráigame para el viernes tantas espuelas le voy a pagar; le lleve las espuelas, se las entregué y se entra por ahí y las pierde, ja, ja, ja, no sé cuándo, y yo le digo haber señor, usted me dice ya le pagué las espuelas y no me las ha entregado a mí, como no voy acordarme, yo tengo una memoria inmensa, ya usted, y medio como que yo ya se las entregué, ya se las he dado, no, ya yo se las pagué, pero estaban en la mesa, yo las he visto, de mala gana; en eso al rato aparece Molleja, viene y le había entregado a usted, y vio que a usted se le habían caído. Después viene usted, disculpe ya aparecieron.  Las cosa es que eran de usted, ya me habían puesto como a veces se apresura también, pero bueno. Otra,  recuerdo que un día juego un gallo contra usted de los que sacó de una venta de no sé quién.  El gallo mío tenía tres peleas; viene uno y me dice: Flaco Meléndez sabes con quien vas a jugar, con Cogorno, yo he jugado gallos contra todos, yo era preparador y le preparaba gallos buenos el 30 de Agosto en Chiclayo y el 23 de Setiembre nos encontrábamos el 23 de setiembre en Trujillo, la primavera; antes el choque no era de gallos así señor, el choque era entre grandes galleros, mira que importados de Cantón, gallos del señor Pardo de Miguel venían en avioneta, venían de Pucalá, Luján, un personaje no podían comprar gallos, criaban, en ese tiempo no compraban gallos criaban. En Chiclayo estaba en coliseo Punta Roja del finado Armando Baca que se movilizaba con su avioneta. Criaba gallos. En ese tiempo casi no compraban gallos. En ese tiempo venía a Lima el 23 de Julio, Constantino Larco y Humberto Larco y su cotejador era Alfredo Larios. ¿Te acuerdas tú de Angelmiro Monteiro? Uno medio cojo con sombrerito, ese fue el primero que sacó la espuela de gallo comprimida y ponían unas patapiojitas de la tapa del Kolynos; yo te digo, porque yo lo veía armar, yo lo miraba y de ahí saqué la copia de la patapioja de donde se amarran los gallos. Era Veterinario y dice la mala gente, pues la gente más habla mal de uno que bien, el barro que se llama y decían que era monta de don Constante, no lo sé yo. Ese Monteiro vino como veterinario a la granja, no vino como gallero, porque en el discurso de despedida cuando él se fue de aquí en la cancha grande, yo tengo yendo a la cancha grande pues toda la vida, yo me venía de Chimbote y trabajaba los Sábados, día Viernes nos pagaban, a la una de la mañana nos recogía el expreso Victoria, veníamos a ver fútbol, un número cuatro que es un auto que venían varios pasajeros y faltaban boletos y yo compraba mi boleto y veníamos cinco a ver fútbol y a los gallos nos veníamos, el fútbol era el Domingo 3 y 30, terminaba el fútbol a las 7 de la noche ya nos recogían y nos veníamos, el auto estaba pagado ida y vuelta. No tenía relación con ningún equipo, sino, que tenía plata, no como ahora que soy misio. Entonces, yo me iba a los gallos el Sábado. Y me mandaba llamar con su chofer Olluco, el dueño de la pesquera Hay Duk y yo lo invité y cada vez que venía se sentaba al costado de las gradas a ver nuestros gallos que eran ganadores legítimos. Yo era pescador y pescábamos con un bolichito de una cuadra de largo. Yo he conocido a Lucho Banchero en media noche y a veces no había gente para trabajar, él mismo tirando el pescado a la cámara. Él se metía. Él era el comprador número uno de pescado, yo lo he conocido, era de harina, te compraba el pescado, tenía los paquetes de billetes y ahí la fulana de la cámara estaba cargando yo sacaba mi costal para entregar, te pagaba y se traía el pescado; pescado de consumo. Víctor Humberto y Costante Larco eran primos. Víctor Humberto es hijo de Víctor Humberto Larco del verdadero y Patricio y Constantino Larco eran del Norte, hijo de otro hermano. Constantino Larco era dueño de Chiclín y Víctor Humberto era dueño de Barrabasal. Pero, pura coincidencia, yo me voy a Trujillo, tenía en mi carro unos gallos que vendía un hombre que trabajaba en el Banco BCP, yo le vendí tres gallos que le gustaron, llévame los gallos allá, y me fui dos días antes del domingo y me quedé en Trujillo. Había una multitud de gente, ¿Quién es? Miguel Humberto, había fallecido. Lo quería la gente, me bajé del carro y me fui con ellos a acompañarlos, oye quien te puede creer, los galleros saben y saben bien. Ellos criaban muchos gallos y a sus galpones no entraba nadie, ni un gallo se perdía, como no venía ni uno, ni
otro y el preparador tenía que llegar con las alas y las patas del gallo, de ahí viene la costumbre, y alguien cuando te daban un gallo y se moría, le cortaban las patas y las alas, los galleros eran patas, no como hay ahora, acá habían contada gente, galleros de verdad, caballeros, antes se agarraban a golpes, sino, más entre los galleros, mas ahora ya no, porque no le dan entrada a los careadores en Surco y en cualquier cancha.  Quienes eran los galleros en ocupar la primera fila en El Gallo de Oro, en el asiento número uno estaba don Augusto Rodríguez Martínez, Director General de la Policía, Director General de la PIP, más allá le seguía don Agustín Romero, le seguía el viejo Álvarez, le seguía Del Valle, le seguía un señor Ciro Guerrero de Chaclacayo, seguía el Chino Taro y completaban al llegar a la puerta para subir a la parte lateral el profesor Paredes, también se murió joven.
Eran los años 60, 65. No en el 70, porque me acuerdo que yo vine a la clasificación cuando el Perú ganó contra Argentina, y el día sábado yo tuve gallos y el partido, vinimos a ver el partido vía satélite porque en Chimbote no había. Ya no voy al estadio hace años. ¿Tú no conoces el Monumental?. Líos  jugadores ya no valen la pena, las barras menos valen en cualquier rato te tiran un palo, una piedra. Pero anda ve la gente que hace eso, es la gente ignorante, la gente que no tiene cultura, se ha perdido el orden porque siempre ha habido gente ignorante con poca cultura y hemos perdido orden.  Antes, yo venía a jugar uno perdía y los aplausos, y empataba los aplausos y si ganaba aplausos, ahora concha tu madre. Ahora se ve en la televisión, ahí no más miro y como conozco lo malo que hay. La mejor espuela es la gruesa y la beta negra hasta la punta. La espuela de pez sierra del Pacífico, que es superior a la del Atlántico. ¿Tú sabes cuál fue el hombre temible acá? Carlos Contreras. No lo has visto antes a Carlos, cuándo trabajaba? El primero que usaba espuelas grandes, no fue Chilapa, fue Margarito un serrano carnicero. Chilapa ha usado punta. Ese serrano que andaba por Chota, es Cajamarquino, Rojas, yo soy muy amigo de él, traía ganado a matar al camal de Colán más abajo, la Colonial y en ese tiempo Dante estaba con un amigo de Cajamarca, Hugo Vásquez, y una vez que fuimos a comprar chancho, nos encontramos con Rengifo, nos saludó, comimos, donde regalaban criadillas. El ponedor de las espuelas grandes, Margarito, un cajamarquino a todos los gallos les ponía las espuelas grandes y ganaban.  En cualquier, peso entre cinco y seis libras, yo no hablaba con él. Dante representa en la afición de gallos en Lima, no sólo en el Perú, en el Ecuador también, yo he ido con él ocho años. Como jugador de gallos yo encuentro en él un hombre admirable, muy buen jugador, pero, yo he llevado menos plata que él en la caja pero te mandaba a jugar a ti; él buscaba al gallo más difícil, le buscaba solamente una pelea que tuvo que lo obligaron en Chimbote cuando lo ganó al Mao; con Ricardo Tirado, el doctor Tirado que era el asesor legal en Coishco, donde estaban las muelas y el no podía conseguir, porque con el trabajaban los cholos y el difunto Ford. ¿Me comentas que era pescador? No, él era zapatero. Mira si le puedes dar una lecturita. Te voy a dar una segunda parte, un alcance para hablarte de los connotados galleros del Perú y porque sale la estrella de un gallo perdedor en la cancha y que el perdedor recoge al ganador y me lo daba al gallo.  El perdedor al dueño ganador. Caballerosamente, levantas al gallo y escogía al que estaba ahí, y se lo daba al contrincante, ¡Al dueño! Y se daban un abrazo.  Eso es lo que yo he visto, yo veo los de aquí, mala crianzas, borrachos todo chupeteados, se ha malogrado, tieso que no podía hablar. En esa época lo he visto.  Yo estoy de acuerdo con eso. Un día don Augusto Rodríguez baja de Chiclayo y lo llenan de aplausos, la gente sabía agradecer y los gallos hacían un espectáculo de primera; gallos preparados, bien puestos. Quién ha preparado ese gallo, el tío Pancho Montero gran preparador, yo sé que está en Chepén. Habían muchos galleros buenos que se visten bien a la correa, eran los mellizos La Estrellita, esos en Guadalupe se jugaban ocho a diez gallos. Los mellizos se jugaban todos los días diez gallos, ahora que esta viejito, ya muy mayor estaría, mayorísimo de ochenta y tantos, ya se habría muerto, no lo se. ¿Zoilo, y Guadalupe cuándo coge importancia dentro de la tradición? Guadalupe, tiene importancia en gallos muchos años entonces, los españoles se bajaban, yo tenía un libro de colores de los españoles en combate y se lo preste a un cojudo y nunca me lo devolvió. Los españoles, la gente ya gallera que se quedaron de la época, ya que quedaron los gallos allá, se reunían en Guadalupe y recurrían de acá, de allá y todos siempre en una plaza central para llegar, de Chiclayo, de Trujillo, claro bajaban de Piura, Cajamarca, Chimbote; era el punto central, claro. Pero Guadalupe era un pueblito de cajita, pero se reunía lo mejor del Perú. Yo veo la Virgen en el cerro y el pueblito de mierda, Chepén, la mitad del cerro para acá, ahora está la pistaza, ha crecido, y paraba un tren, yo me iba a la fiesta de Guadalupe, año 71, 72. Dentro de la afición Dante es un personaje fuerte, en mi tiempo tenía sus gallos buenos y malos. Dante es la representación gallística de Chaca Ríos y acá en Lima cuando él jugaba gallos, era un personaje como los diablos. Hoy día va Cogorno a Chiclayo, va Cogorno a Guadalupe, va Cogorno a todo sitio, va Chávez, va fulano, vamos a hablar la jerga criolla, cojudos. Va Dante, pucha la gente he visto donde dicen le da alma, es una revolución su presencia le da realce.  Mira, a mí me han querido pagar para que lo lleve a Dante. ¿Cuánto quieres Meléndez, tu eres su preparador?, como te voy a cobrarla plata va a venir, compro los pasajes, yo lo presenté a Merino en Chiclayo, una fiesta, jugamos tres gallos buenísimos y uno me regaló Dante, un chileno famoso. Si me regalan diez pollones, no los  recibo, gallos chilenos sí. Tengo la foto de Colache, te puedo prestar, esta borracho ahí, para que saques, pero le pregunté a los tres: Estaba Dante, Sakimi y Calache.  Saquino nunca ha sido, le pregunto a Dante ¿Cuál es el tipo de gallo actualmente, chileno por español?. Español le pone por forma, nombre a España la Madre Patria. Todos los gallos que yo he tenido, gallos tan famosos como los de él, sino que nunca han pasado a ser una figura, que los ponga en el cielo, yo trataba pero bajo la carta; en Arequipa había un gran veedor de gallos, se llamó el Gato Ortega, ese veía a los gallos en la fiesta del sur y les daba la plata, cómprate lo mejor que hay, el Gato se compraba todos, barato le mandaban un gallo, juégalo y yo trataba a esos gallos no lo compres Meléndez, porque ese, los gallos van jugando es una escopeta de retro carga, tu la cargas y cuando está lista dispara, no se debe tocar, no se deben tocar cuando está lista, previa preparación, claro, pierde su descarga señor, mira que interesante, él a mi me decía Meléndez toma este gallo y lo pasaba y le daba maíz, trigo, soya molida, alfalfa y eran felices bien comidos       en sus casilleros los cambiaba yo, los gallos iban a jugar, las gallinas estaban sueltas en los corrales. De diferentes tipos, el tenía gallinas famosas, yo sacaba la cría, como yo trabajaba ahí, las miraba, porque no tenía donde vivir cuando ya tuve le digo necesito una polla de éstas, porque las sacaba y el regalaba gallos, pero no daba los efectivos, me decía dale un gallo a fulano, ya sabes lo que te dije ayer dale un gallo, yo lo sabía. A tal le faltan gallos, del sur, del norte, de Chiclayo, de Cajamarca, de cualquier sitio y él te daba un gallo, ¿lo has visto jugar o no? sí lo vi jugar, si lo vi y entonces y yo le di uno para jugar no una cojudez, pero con los gallos se lució. Los hermanos Feijóo, Miguel, Carlos y Manolo, ya no existe Miguel, ya no, existe don Carlos, ya no existe que Dante en esa época era socio de la fábrica Melamine Presidente, era de Dante y el compadrito lo manejaba y lo administraba, entonces se pusieron de socios, por eso cuando va Dante, Don Carlos corre con la botella de Whisky  y lo agasaja.  Viva Dante le dice, porque él ha sido el dueño toda la vida. Toda la vida fue su compadrito del alma, fue una sociedad que terminó bien. La sociedad terminó bien. Cuando yo estaba me mandó un paquete así de plata, que no sé cuanto era, y le dio una camioneta que hasta ahora la tiene, la cantidad de plata no sé, pero cuando le mandó el paquete de plata, yo lo traje con el Chino Mario, y el Chino Mario le veía los gallos, era él un hombre de confianza, buen preparador, cuando se fue el chino Mario ya no pudo, hasta ahora no tiene hombre de confianza, porque llegó su hijo nada más, allí están sus hijos, David es el que maneja la olla, maneja los gallos, maneja la coteja, maneja todo, él estuvo cuando yo me fui. Era flojo, iban a la cancha, se quedaban en la cancha. No es fácil encontrar un buen preparador, y de confianza.  Uno que conozca la gente, a quién se le pueda ganar y a quien no se le puede ganar. Yo iba a la cancha grande, llevaba sus gallos, yo veía un gallo y lo he visto jugar, y como yo tenía la ventaja, tenía y escuchaba y ese gallo me hace gozar cualquier rato, yo lo podía ganar, lo respetaba lo buscaba a la otra gente por eso en las diez peleas ganaba, nueve, ocho, perdíamos la otra, ni hablar      y no me interesaba la cantidad de plata. La plata se jugaba en Chimbote, era la meca de gallos. Te cuento que Angelmiro cuando dejó la afición, dijo en su discurso, que no había conocido gente más caballera que los galleros, de lo cual del Perú me llevo ese gran recuerdo. Me llevo una linda mujer que me he casado con ella, una trujillana, gente gallera y el sombrerito lo tiró; yo estaba en ese momento, en esa reunión. Ah ya te voy a contar, eso es lo primero sobre Angelmiro pero no era la patapioja, que sí servía y del embudo que se le puso con la tapa de Kolynos a la espuela prensada, de ahí pasa a la patapioja y él ponía el esparadrapito de abajo que hoy día usa la gente. Le hacía la bolita en el cacho con el esparadrapo y usaba chicle y el chicle se lo pegaba ahí, no había cerote yo lo he visto. Esa es la formación de la patapioja y el único que usaba la espuela y usaba la espuela aguda que la comprimía con jebe. El se fue y no le dijo a nadie y después la gente dice como se hierve con leche y después yo fui uno de los grandes productores de eso. Yo vendía eso, venía al mercado central y tenía que contratar una mujer y me tenía 20, 30 pares; en esa época se mataban gallos en la granja y en la parada tenía otra, una vieja y le decía “yo le voy a pagar el valor del gallo” y en ese tiempo el gallo valía 4, 5 soles y un par de espuelas las vendía en 30 soles. Tenían unas lancetazas esos gallos Rode Island. “Hay 50 pares a estas que están parejas” ¿cuanto? le doy un billete de 200 soles. “Señora a quien venga no le venda” la gente me preguntaba “¿de donde saca?”. Yo vendía espuelas en Chimbote, Trujillo   Para prepararlas, primero que nada, limpiaba las espuelas y veías el cartucho que se llama, la vaina, la buena, la separaba; las malas aún lado también las elaborabas entonces las colocabas en una vacijita, las lavabas en agua con lejía, después las secaba, con una lijita le sacabas la punta, pero para eso, le colocaba unos taponcitos de madera por dentro, para que no se revire, no se enchueque, sino la tratabas, se te hacía una ese y le ponía los taponcitos ahí como un alma hasta cierto sitio y un trapito; agarraba una liga, la recortaba y con un trapito lo tapaba y hacía hervir 15 minutos con leche el olla de barro, porque así decía el libro, que no se debe hervir en olla de aluminio y yo las echaba sobre todo eso, las echaba envueltas y hacía un paquetito de espuelas con el trapo y las hervía; hacía paquetitos de a 2, de a 3 y las metía en la olla de barro y le echaba un poco de un blanco que se llama, una piedra blanca, alumbre, para que le de la cristalización, entonces la sacaba bien calientes y las hacía enfriar un poco y las untaba con aceite, no caliente y las enderezaba y les daba forma con el aceite tibio que permitía que tú las manejes para amoldarlas si estaba caída, con cuidado las volvía para que la manejes, para manejarlas y les daba la curva con cuidado, porque se podía romper; también sacaba unas espuelas chiquitas. Una buena espuela prensada duraba 5, 6, 8, 10 peleas, varias peleas, ¡claro que sí duraba!; yo no las probaba, yo era vendedor, yo vendía; había que asentarlas después de cada pelea con una lija fina con agüita y después de jugarlas, las lavaba como se destemplaban y las llevaba a la casa para volverla a templar y les echaba el aceite calientito y la vuelta y quedaba como nueva y las dejaba untadas con aceite y las ponía al sol para que sequen; era aceite de comer, no químico. Un señor me dijo una vez, aceite de carnero de riñón y ese lo vas a freír con manteca. Otros decían de mula; habían varias recetas. Yo me iba a la fábrica pesquera y así como en un jardín, me llenaba una botella de aceite de anchoveta que estaba a excelente precio y las conservaba remojadas sujetas desde la base en un soporte y faltando uno, dos días las sacaba y con una franela las limpiaba, pucha madre, le ponías al gallo la espuela que te daba la gana de acuerdo a lo que me parecía. Pero yo para darles un color especial sabes que hacía?, le echaba un poquito de Aceptil rojo al agua, al ver que las espuelas salían de un color, que preciosas y después de eso, las sobaba en una franela con brazo. Y la espuela que estaba media débil de la boca, se le ponía un esparadrapito de refuerzo o le ponías el esparadrapo abajo o abajo le ponías un esparadrapito y encima le ponías una platinita roja de esas de las cajas de cigarros. El primero que descubre las espuelas de espina de pez sierra, fue un hombre en Coishco y a nadie le decía, yo me propuse de alguna forma tenía que averiguar cómo conseguir ese material del que se hacían esas espuelas y estaba atrás del hombrecito para conseguir aunque sea un par, dos pares y en ese tiempo 700 soles ganaba yo al día en la bolichera y ese día que no salí a pescar, a las 11 de la mañana ya estaba en el puerto, él también era gallerito, antes que yo y tenía harta plata para siquiera darle la mitad; él en la tarde que llegó a la casa temprano, llegamos y nos sentamos a tomar y en la madrugada lo dejé a él bien borracho, así chorreao caído en la mesa, abro el cajón, ¡pa!, mierda un puñado, ¡jua! otro puñado del otro cajón y me bajé por ahí, he llegado como a las 9 de la noche a mi casa borracho eran las espinas de Horna el dueño de las muelas y el patrón de la lancha era Fernando Ravelo Vázquez, acá vive en Lima. Ellos con las espuelas de espina, los hacían cagar a todo el mundo.

No encontraba las trompas en la playa; se iba y las sacaba del barco. El inventor, señor, el descubridor, el Cristóbal Colón de eso. ¿no fue un gallero ecuatoriano que le decían “Pan de leche”? Ese fue un gallero grande que ponía las espuelas, a él le llevaban a vender los vendedores en el Ecuador cuando salieron el negocio “cuanto te traigo? 200, 300, 500 pares. El vendía automóviles y era un gallero que era la biblia. Apellidaba Freyre, no recuerdo su nombre, su apellido era Freyre él era ejecutivo y venía a Lima y lo traía de Chiclín a Carlos Calle muchacho. Don Carlos tiene fotos, no voy a Guayaquil, sino, te conseguiría le pido a Lalo las fotos uno de sus gallos se llamaba “Canta Claro”; el hombre se recorría todo el Perú y andaba toda la vida en terno; era una persona decente. Aquí en Lima, para usted ir a la cancha grande, en 28 de Julio o a cualquier fiesta que era de pico y espuela que se iba a ir así, bien enternado. En Coishco nadie podía ir, le ponían un par de lanzas a sí y los gallos eran chuscones, ¡pam, pam! agarraban un gallo japonés y lo hacían vomitar. Se corrían en un par de pases. Los de Coishco eran chuscones, pero no decían de donde era el material. De Lima vinieron a Chimbote e hicieron una campaña que ni un gallo de Lima ganó el día Sábado, jugándole con unas lanzas, ¡paa!, pum mierda, a vomitar, Chimbote era la Meca de los gallos con las vainazas que llevaban. Exclusivo veía yo a amarrar gallos, el amarrador número uno de Lima era  Alberto Vega.

Yo antes he vendido espuelas buenas. Yo me iba a Guayaquil y me traía 8, 10 peines; iba a Puerto Pizarro; las mejores espuelas son las del Pacífico. Ya desapareció el pescado, por la lancha arrastrera como el chinchorro, pero esta la jala una embarcación y levanta todo lo que encuentra va barriendo todo, salen los pecesitos, todo jala; es una rareza que salga uno; a dónde va a estar metido y luego lo cortan y lo venden como carne. En Guayaquil, yo he ido a las 6 de la mañana, cuatro y media de la mañana, para llegar a los botes. Me decía “sácalo pues”, el hombre estaba borrachito iba y me traía 5, 6 peines, de ahí lo cortaban el pecho, le sacaban de la barriga 2, 3 latas de camarón, de langostino, de ahí lo vendían. Lo agarran con la marea, allá trabajan con la marea. El río, sube 40 kilómetros hasta formar donde se juntan los dos ríos, el Maule y el Guayas y cuando vacéa, vacéa los 40 kilómetros; cuando está llenando, el agua va para arriba, cualquier cantidad de agua. ¿conoces el Río Pachitea? Es igual. ¿conoces el Amazonas? Bueno, así viene el agua; 8 horas de marea; llena y suba; baja la marea y el agua se viene vuelta; el agua va y viene. Hay muchos manglares, muchos esteros que se alimentan de la marea y ahí entre las dos aguas, siguen los pescados y quedan a veces metidos en el estero; le tiran lazo y lo jalan cuando se quedan en los esteros cuando está bajo; cuando está alto, no pueden, tienen que matarlo, le envuelven la red y jalan. Ahí conocí un hombre que apellida Bolívar que trabajaba en los caballos, ya estaba regresando al Perú y fui solito a ver los caballos y pasaba al potrero los caballos; una señora me llama un día y me dice: “¿quieres ver los animales?” y ahí; y habían 5 que se le habían quedado ahí en una poza; llamé por ahí a gente y con lazo; una catana le llamaban, pero cuando ven las pollas les gusta y le dije, “justo ahí tenemos 3 (peces sierra) y les íbamos a dar una repiqueteada porque ya han comido”; dámelas le digo, otro día voy y le digo ahí están las pollas, una se ha volado, le digo y me quedé con las dos trompas; las otras ya las había negociado; la trompa tiene 18 dientes por lado, 36 dientes; pero habían unas más chiquitas que la hembrita le llaman y la muelita es así no más, pequeñita y esa tú la limpias atrás, la pegas y la espuela sale casi negrita, para gallos chicos hermano; yo cuando fabricaba la espuela, le mandaba hacer la base, con el rabito más largo y hace un huequito y si coge, hacen ver estrellas, que daba miedo ver eso. Si quieres muelas enteras, tienes que ir a Chiclayo donde Eloy. Lucho Berríos era chileno, era narcotraficante. Pero, como gallero, era un  gallero temido. Se reunía con Jhon Abifaabel , yo lo he tenido en casa con guarda espaldas y todo a comer cebiche y el que iba de guarda espaldas a cuidar, era el difunto Góngora. Tuvo un gallino famoso, se llamó  “El Científico” venía de los gallos de Pita de Chiclayo; tenía un gallo “El Frontera”, lo jugó en Tacna, Arica, Tumbes, por eso le pusieron “El Frontera a Frontera”. ¡Aníbal Góngora! un investigador de gallos. A mí me dijo “Meléndez quieres un gallo bueno, dime cual te gusta” pero, yo sabía que él era pirata de él y no los tocaban, porque  estaba  metido en ese rollo.  ¿Sabes quién? El  peluquero  Soberón, Niko Soberón, pero no sabían, la huevada que había. Abifabel, su negocio era textil. Era un hombre negociante de Guayaquil  un hombre que tenía mucha plata. Así yo lo conocía ahora lo vez bien viejito. Lo he visto hace cuatro años. Tiene como ochenta años. Tengo una foto, que me proporcionó el doctor Jorge Tirado,  con Jhon Abifabel están en una playa en Bellavista, yo estuve ahí también, con los ecuatorianos y con los grandes ecuatorianos. Dicen que confraternizó mucho con  los peruanos. El venía a Lima  los 28 de julio, vino con los hermanos Ayllón, que eran abogados, eran personas notables  de allá.  De  aquí los mandaba él  con la maleta y nadie les revisaba la maleta. Esa maleta iba llena de carga. Y cuando los  dueños supieron, ya estaban en Guayaquil. Los utilizaba, llevaba y llevaba en las maletas, venía la huevada esa. Ahora es  más seguido  lamentablemente, se  ha ido ese hombre, tuvo edificios, casas,  plata, todo tenía. Nunca tuvo hijos. Cuando se consigue una mujercita en Tarata y le hace un hijo y a esa mujercita la trae a su casa, nace el hijo, fuera gallos dejó los gallos. Yo también he trabajado de preparador allá. Los hermanos Feijo, representaron una generación grande de galleros.  En todos los sitios le rindieron homenaje.  Ellos eran  los mayores representativos aficionados, pero con gallos famosos. Aficionados, criadores, con buenos gallos. El que ha tenido más fama que toditos fue un gallo que era del flaco Salinas cuando era muchacho, que se llamó  “La Coqueta”. Chupaban con ellos, le ponían  el vaso de cerveza y  la gallina le tocaba jugar, le ponían en la mano y tomaba cerveza. Si entraban y jugaban y ganaban  rápido, le ponían y ahí tomaban. Quien  saca “La Coqueta”, es el flaco Salinas y Pajarito Feijo lo tuvo. Hicieron el nombre de “Coqueta” un montón de “Coquetas”.  La “Coqueta” fue una sola,  gallo  gallina tenía record  de peleas, tenía una espuela natural y la otra calzada, a los gallos chuscos, los rompía; tenía patas verdes, para mí, que era gallo chileno de tiempo. Habían gallos  medios que se cogía del lomo y los despedazaba de acá del lomo. Y tú  sabes lo lindo, lo bonito,  que  hasta ahora lo hace “Margarito”, le  sacaban pintada y nadie sabía que era “Coqueta”,  sino, mierda  le echaban una coteja. Le cambiaban la pluma, le daban otro tono, le cambian le echaban  tintes y esas cosas, salía ceniza a veces la sacaban media rayadas, hacían un montón de huevadas. Esos gallos legendarios del Perú.  Te voy  hablar.  No lo vi pero salió en el periódico. En 1956, que yo vine a Lima a estudiar. En Chiclayo, había un gallo que se llamó “El Uranio” gallo chiclayano. El dueño fue un señor Olavarría, ya murió. Su nieto vive aquí, tiene como 80 años, Chicho. En la  gallera de Chiclayo vas  y encuentras un cuadro al entrar donde está  escrito las figuras  de los gallos. En el Punta Roja, estaba escrito algo así  yo sé,  adonde  vive,  es mi pata. Toca guitarra es criollo. El “Uranio”, fue de un gran aficionado  de aquella época, que tuvo un gran salón. El “Uranio” nunca salió de Chiclayo,  que yo   sepa. Crías sí puede haber tenido y hay mucha gente por ejemplo el Ingeniero Fuentes Ortiz, tuvo una buena época, te acuerdas que se salió de gallero. Dijo que nada quería saber de los gallos de Perú. Se fue a España, trajo gallos y trajo de ese gran criador de toros, Galán, Pérez Tabernero; es un gran criador de toros en España, Domec. El mando una carta a España y halla le contestaron que entre 8 días le daban entró, canceló y se trajo sus gallos y gallinas. O sea saco una época, buena de gallos incontenibles, trancones, pero vaya a la mierda; allá está el ingeniero, en Santa Clara el era constructor. El ha hecho todos los puentes y muelles del litoral, ha hecho muelles en Guayaquil, ha hechos puentes. Ese señor ha ganado plata, así, tenía un edificio lindo allá. Cuando yo fui llevando unas espuelas, recuerdo que le lleve, alista, cinco, seis pares me dijo. Cinco pares y valen tanto. Lo que valen cinco,  en cinco pares le voy a cobrar el  valor de veinte, le dije, yo así franco oye me decía ¿tú crees que  yo tengo plata? No tiene plata, pero, tienes buenos gallos le dije. Hay gente que tiene plata, pero, no tiene buenos gallos. Cuando me anunció abajo el guardián. Quién es Ud.  Dígale al Ingeniero que ha venido Meléndez. Pasé, pero él se bajo la escalera para llevarme del brazo para arriba. Los que estaban ahí, los guardianes, las secretarias, se quedaron huevones ja,ja,ja. Por Dios eso me ha pasado a mí. Pero ha tenido una crisis después. Con sus máquinas votadas en  las pampas por allí, me da pena no ves que le quitaron la construcción, él hacía urbanizaciones, pozos elevado, el hijo de puta era el me dijo los hijos del Camet. Lo mataron comercialmente. Pero, no ves que salió en la televisión una propaganda de que él se iba a lanzar como presidente, candidato para las elecciones, iba a ser contra Fujimori, de arranque lo liquidaron  y no le dieron trabajo, le cortaron todas las obras. Bueno, eso sí tenía Fujimori y los políticos en general, los enemigos políticos hay que liquidarlos. Me he olvidado de traerte, políticamente debemos hablarlo, a mí me gusta porque estoy empapado en eso. Al que no pudieron sacarlo fue al Toledo, cholo de mierda, se les fue de la mano, se les escapó. Porque ellos a Castañeda Lossio lo molieron. Al pobre Belmont yo un día estaba tomando gaseosa, también era  gallero el preparador, allí me llevaban para cruzar y él dijo yo quiero una gallina y un gallo chileno grande para cruzar mi navajero y se llevó la gallina grande y me dio cien dólares y hemos estado tomando gaseosa y se habló del tema político, oye hermano yo soy un pobre me dijo, no creas en todo lo que dicen, antes he tenido plata, yo soy
Belmont Cassinelli me dijo, quien es Cassinelli, vaya a la mierda, no hay Cassinelli en el Perú, y  yo he tenido la plata de los peruanos, me dijo y la he fregado toda completa, sin que nadie me controle, podría haberme agarrado la mitad sin que nadie me controle; le metieron 40 juicios, creo, ja,ja,ja, era una dictadura, mira hasta donde es la sinvergüencería y lo han hecho pisar el palito, yo he hablado con mi señora con mis hijos, o sea estos cojudos yo he hablado con Dante y Dante me dice, porqué, él es aprista.  Mi padre también, ha puesto plata me dijo, en aquel tiempo de la corredera, acuérdense que este señor, no va preso ni juicio, ni nada, porque cuando ya le dan una entrevista al hombre, seguro le ha dicho, que cuando sea  presidente te hago jefe de esto y toma te tus 3 ó 4 mil soles se va y ahí queda, acaso dicen algo, decía ahí en el periódico que han sacado entrevista del pateado  y el pateador, ya esto lo arreglaron y  verás que si sale de presidente Alan, aunque no creo que salga, qué miedo van a tener sí son, jefe de la unidad, hasta que ya no sirva.
Claro. Mejor vamos hablar del tema político del 27 de octubre,  para que te mueras de risa y sepas la verdad o de repente sabes. Porque a mí me gusta escuchar, yo no tengo nada que escuchar y paro ocioso y escucho 1160, lo que dicen. Las llamadas telefónicas abiertas para que la gente, explique y diga  y yo soy aprista y dice: en Trujillo aplaudo, vean ese hospital del empleado, yo me acabo de operar, y cuánta gente. Un presidente del Perú acaso  algo siquiera por el Hospital de Collique donde no hay agua, ni para los servicios higiénicos; en la época del señor Fujimori era igual, y esos presidentes de miércoles. Con el General Odría tuvimos el Seguro tuvimos colegios,  carreteras,  tuvimos todo a pesar de que yo sigo simpatizando con el Partido Aprista hay que reconocer, hablaba la gente, otro dice, aparte de lo que ha dicho la llamada que me antecedido hoy  día, el Partido Aprista Peruano, que no tiene nada de peruano, es el primer  obstáculo que  tiene el país  para gobernar, toda la vida ha sido oposición y cuando  sube a mandar no sabe,  se corren no saben. Zenón Noriega, fue compadre  de Odría, gran aficionado y en esa época nunca apareció en los gallos Morales Bermúdez yo he conocido el galpón de Morales Bermúdez, el piquero no el hermano,  porque  aquí estuvo el hermano de Fidel y anduvo con el Coronel Reátegui, que estaban de moda los Rangers, los Cáceres. Reátegui que está bien viejito, con parálisis, fueron donde Dante, yo, cociné, yo era cocinero ahí, Criollo, frejoles, arroz, carnero, compraba buen pescado en el Callao, compraba lenguado, compraba choclos esa era la época del General Velasco, en plena época que vino el hermano de Fidel  Castro, y ahí que trae esos gallos famosos y trajeron unos bolos pintos, cuando yo vi esos bolos pintos, dije esto para que sirve. Esto pobre gallo ni hablar, quien me va hablar de gallos,  pobres chilenos con estos cojudos en la cancha; en la Casa del  Galpón Calicanto de Sara La Fosse, y la casa eran colindantes a la espalda con la casa del entenado de Velasco, no sé cómo se apellidan y los pollos de ahí se volaban y se quedaban donde Sara La Fosse, y para mí que Sara La Fosse  los llamaba y  les ponía su maicito y resulta que Sara La Fosse con los cubanos y un viejo pelao, que era mecánico de la Volvo era gallero y Sra. La Fosse una vez le vendió los gallos al viejo, Jamís al viejito  al verdadero a Isa y el viejo se los pasa al pelao ese que era mecánico Zevallos, que era mecánico de los Volvos y el aparece con los gallos bolos cubanos. Buenos eran carajo y a donde Dante  le compró dos o tres cubanos, por  harta plata, pero yo nunca vi, ni he visto hasta  ahora en ningún momento un galponcito con 20 gallos, tan bonitos, de madera. Así  las jaulas bien hechas, hechos por ebanistas ni por carpinteros siquiera, el fondo con formica, para que coman y tomen agua, una alfombra limpiecita,  porque sacaban esa alfombra y le ponía la otra. El criadero era del entenado de Velasco. Habían ahí, un montón de soldados, cuando el gallo ensuciaba, corrían y sacaban y nunca los veías pisar caquita, era un lujo. No jugaba gallos. Pero gallinas no habían, Cuba toda la vida sacó gallos, pero no gallinas, nadie saca gallinas. Yo  conozco  allá en EE.UU. a todos los cubanos que  les gusta  el gallo. En Miami, Florida. Yo estoy  en Paterson, en  New Jersey, y conozco artísimos cubanos que juegan gallos, se juega a escondidas juegan a plata, a mi me han querido llevar a N.Y. y mierda que voy, me encuentran ahí  me deportan, peligroso y  me van a meter cana. Las leyes toda la vida han sido igual, cuidado, me dicen cuidado papá te vayas a mandar me dicen ahí.  Caes ahí, no hay abogado, no hay nada, te clavan  no hay quien te saque y cuando tu sales  te están botando del país y nunca más vienes, ni tú  ni tu familia hasta a mí me pueden botar. Ya te voy a contar la historia de los gallos americanos, es el peor  mamarracho que puede haber y los cubanos como no tienen nada que comprar, compran ahí  hay un sitio  que se llama la marqueta, como decirte de la chacra a la olla, vienen todos los agricultores, la gran feria, granjeros a vender  sus productos, papa, uvas, albahaca, manzanas, todo, la gente lleva todo. Y ellos vienen trayendo 2, 3, 4,  gallitos y los amarran con una trabita ahí llegan los cubanos a comprar. Y mi hijo va yo  he ido con el llevamos maíz molido para darles y  hay unos gallos  así como en la jaula los gallos de pelea de los 2 ó 3 meses solamente, mudaban ahí juntos, como  hermanos se conocían, pero y eso compran los cubanos como un gallero bueno, de tal va a comprar en un mercado, pero está prohibido, cuesta 100 dólares un gallo y para traerlo te cuesta 500  la jaula, el permiso la misma huevada, mi hijo como loco, ellos son lo que abastecen a los galleros, un gringo que no te habla español, un gringo que ni saben descrestar, pero son galleros, para que hayan buenos gallos, tienen que haber galleros viciosos. Colombia  te propone otra clase de gallos. Claro el gallo colombiano, no viene de legítimamente de Colombia y el gallo de Colombia es cruzado con dominicanos, viene de República Dominicana, son los  gallos. Los gallos de República Dominicana valen diez mil dólares, cuando vino ese Bacho Barriola, su ahijado  a estado conmigo y yo  le ha contactado y yo les he contado porque yo traje dos botellas de un ron de allá, me trajo quince dólares  estaban cada botella, como se llama el ron esto, Appleton, yo le dije ha venido Bacho Barriola y acá barrió y la viveza, no es como el portorriqueño que es frontal. Los Portorriqueños ¿porqué no han venido, porqué no vienen?, porque aquí  le ganaron toditos los gallos. Porque la mayor parte  los perdieron por una y  la segunda vez y no les ha gustado y esos gallos ya estaban muy pendejos y ellos ganaban con los gallos de frente y ellos ganaban. Un gallo de capa lo descubrió y ahí nomás lo mató. Don Marcos de la Fuente Salcedo, es expresión de gallos. El fue el primero que trajo gallos de Europa Francia, de donde era español,  trajo el inglés, trajo todos, pero  ya tenía Don Constante, tenía al Chamo, en España tiene diferentes, sevillanos. No se les daba juego, porque eran gallos chicos y eran gallos prácticos. Cómo ahora. Lo que había era que amoldarla. Ese gallo era fuerte. Ahora son un par de pajarillos que les das un toque y se caen patas arriba. En esa  época, que se iba a caer un gallo patas para arriba,  y para prepararlos era  un arte, ahora cualquiera, ahora llevan los gallos como están, así es ahora están buscando el pollón. Antes era una persona que se llevaban aplausos y se llevaban diplomas, yo me he llevado cuando he preparado a Pesantes, vine acá, Pesantes fue campeón y le dije mira quienes van  a invertir, ni a rogarle, para que Ud. este contento compre gallos y le hice comprar, el material y lo equipos, que la municipalidad los botaba ahí, que estaba en plena Av. Brasil, compró cinco  gallos y se quedó uno que se llamaba el Elegante. Cuando fuimos a traerlo a sacarlo yo fui llevando la plata y no estaba Romero, me regresé sin los gallos, a los dos o tres días la fábrica de colchones Primor, ya me trajo los gallos y yo le dije paga. Los dos primos Larco eran bien parejos le salió un gallo que le llamaban el Burro, puta madre, te pegaba, a los gallos los confundía, pero pegaban de atrás, del costado. Conocí a don Augusto Trelles, en su buena época. Yo conocí un Cristóbal que se murió, un hombre exquisito, a mi me gustaba mucho conversar con él. Yo tengo una anécdota con don Augusto Trelles, en Machala con Maunton, el me escogió, era muy especial, él mismo estaba en la puerta y cuando venía una persona que no conocía, el guardián que ya murió era el Monge Loco, el cachascanista, llegan como diez y media de la mañana en una camioneta como con ocho gallos y todos los gallos ahogados, lo sacan y les echan agua, lo serenan y los ponen a la sombra. Traían un gallo cenizo de Piura que era famoso que don Augusto y más fama por el nombre todo porque de famoso no tuvo nada y mal jugado y llegan a las diez y le faltaba un gallo ahogado ya estaba. Yo he sido timbero bueno, tenía mucho ojo, pucha, entonces Dante esta chupando ahí y había conjunto ecuatoriano de todo lado y habían llegado las delegaciones, Whisky, aquí, acá, allá, todo el mundo pedía dos botellas, tomaban entonces Dante viene, Dante había ido como a las tres a apoyar a Lima, que no vea nadie me dice, toma doscientos dólares y apuéstame al gallo de don Augusto, El Monge, sale tan favorito que no había apuestas al gallo opuesto, en muy seguro en la timba, en eso veo que el gallo ecuatoriano, un gallo comprado va atrás, de Chile, de por allá de un país lejísimos, entonces yo lo veo al gallo, huy mierda, pero no hacía nada; pago cien a setenta, pago quinientos a trescientos y al toque se me aventaba, todos y en eso hermano se viene la pelea y todos los peruanos que están listos viendo la cojudez y yo arriba en la grada, en la fila, pucha, cuando yo digo llevo cien a diez, puta se me amontona la gente, buenas espuelas y pagué quinientos a cinco dólares, nadie apostaba, si pierdo o gano también, me convenía que pierda no estaba para jugar, entonces yo agarré estaba la mesa, estaban, seguro pensando en sus doscientos dólares, pensaban en sus doscientos dólares, tanta afición, yo he estado con él veinte años, en todo sitio yo andaba con una cara sonriente, alegre, pues yo saqué como ochocientos dólares de los cuales me separé tres de los quinientos, le rindo cuenta y cuando Dante me ve la cara alegre, sonriendo y dijo para mí, que este cojudo a ganado; me llamó un rato, para estar como fue la pelea, no digas nada le dije yo gané; pero quién te ha mandado me dijo, yo vengo a pelear y cuanto te has ganado, tengo le digo los doscientos que me dio usted y agregué un poquito más, cuatrocientos que he ganado y una cubierta que hice; había que franquearse, recuperar los capitales. Dime la verdad cojudo, te voy a dar el pasaje en avión, porque yo tengo que irme por tierra, porque ya no trabajaba con él, en avión cuando pasas acá, seguro me vio, tengo trescientos, dos cientos son míos más tarde me entregas la plata, como le digo la sociedad no va a acabar no solo con ese gallo le di no todo, se olvidó porque un hombre le dijo oye Dante le dijo, Meléndez en las canchas sabe más que todo el mundo, es un timbero internacional, yo lo reconozco en Machala yo le doy plata para que juegue gallos viendo la pelea y gane plata y sabes qué cosa, allá los monos que eran del partido de don Augusto, ese peruano que está allí es un traicionero le dijo, ese peruano le ha dado la contra, yo sé
de gallos, como vas a creer que ese gallo que ha llegado ahogado, el otro está ganando en todo, como crees que va a reaccionar y siguen dando los cojudos, acá también yo he estado haciendo en mi terreno una casita de adobe y me tire como 600 dólares, en la pampa estaba a la cancha grande y le digo vea señor Antonio ya estoy cansado, mira cotejar gallos es la parte más difícil, los gallos son para tomar unas cervecitas heladas, un cebiche, ya como verá, cuando se estaba yendo me dice toma cinco millones de intis juega me dice. Un gallo de Cajamarca medio chuscón, un gallo que habían dejado ahí por malo y el preparador no sabía, entonces yo voy a la cancha y yo compraba gallos buenos para llevar al Ecuador, llevo plata ajena, vino a buscarme un hombre no me lo quiso vender y ese se enfrentaba con unos gallos de Dante, y la gente calladito no más le dijo  a Cañedo, el moreno Cañedo querían que otro gallo le metiese, yo dije a usted también le pago quinientos a cuatrocientos, cómo le da la contra al gallo de Dante, hay carajo, yo no sabía que era de Dante pero la apuesta se tiene que acabar, haciéndome el huevón, nunca hubo pelea. Te lo advirtió y todos los cojudos como a las seis de la tarde yo tenía cinco millones, aparte del capital y me pongo a timbear, total me hice harta plata, ya se fue Meléndez pero no eran míos eran de esos gallos de Cajamarca, a jugar aquí en la Catedral yo pensaba comérmelo, pero a mí no me dio. Bueno le digo vamos a hacer una cosa, llevemos a repartir ganancia, que ganancia señor no le dije a mi me han dado cuatrocientos, he ganado ocho y aquí están tu cinco mil; Meléndez esto has hecho, claro le digo, yo le digo soy timbero. No, dame  los cinco y quédate con el resto, porque él me quedó debiendo plata una vez y se arreglaron las cuentas. El primer timbero que yo conocí acá que le puedo llamar timbero fue al señor Climaco, jugaba con una libreta, y no en todos los gallos, ciertos gallos cuando venían los gallos del Sur, que venía Oscar Nieto y si usted decía pago a siete por cuantas, por señas le hablaba cien, mil, un mil a la hora que venía la cubierta, doy  mil a dos, nunca le quedó debiendo a nadie, nunca nadie se quejó. Otro que era como operar a una persona sin anestesia, uno que ya murió de aquellas épocas le llamaban My Friend, estaba con un sombrerito de pelo, era centroamericano cuando le decían te pago más abajo y les decía yo no trabajo y él trabajaba en el muelle, pero él no tenía gallos, buen jugador. Un buen jugador debe conocer los gallos primero; tiene que ser inteligente, saben con quién va, el timbero, debe pensar rápido, uno que sabía mucho de timba era Taro. Gran jugador. En cualquier lado son las timbiadas, a veces apoyaba por el hecho de que vaya a la pelea. Bueno, a mi me daba los gallos como regalarle todo para que haya pelea, pero ahí si él jugaba arto, el jugaba conmigo, yo recibía propinas más de lo que yo ganaba con él. El timbero debe de ser un hombre analítico antes de la pelea. Si el otro gallo es más grande, más chico, yo miro eso. Cuantas veces les digo a mis hijos, porque los gallos del señor más chiquitos y van al otro, más bien ahorita están en Tingo María el grande con un chico, el grande regular le ganan a un chiquito, bueno el chiquito le cae un palo y ya no puede y así una peleas hermano mal cotejado, ya no ganaba; si usted no conoce los gallos está desubicado toda la vida han sido grandes para que quiero un manganzón o sea uno va observando desde la coteja. Yo lo veo desde que lo paran al gallo. Primero está viendo la coteja, claro ya está viendo quién trae los gallos y quiénes son. Posibilidad. Sí, pueden seguir Grandes, rojos, bien soleados, más fuertes. Gallos achilenados, gallos cruzados, gallos de peso, gallos corredizos, gallos bien preparados. Antiguamente a los gallos los llevaban a la cancha; yo llevaba a los gallos con piernas rayaditas, y bien puestos, bien trabajados, le decían este un compadre mío, que ya murió, él apellidaba Ramírez, decía ese gallo bien chivateado, don Víctor Humberto decía, los gallos se les acababa las patas al preparador a Pancho le decía Pancho los limones, a Pancho Montero le faltó cuando perdía un gallo, faltó los limones.

 

 

II

En el Callao, jugaban en  ese que ha sido cine viejo el cine REX,  todo un gallo arriba del sitio del Callao del viejo Rivas, ahí estaba Chilala, entonces sale favorito el gallo de Rivas, y yo apuesto al gallo de Rivas. Cuando estoy sentado, lo veo que viene con una bola negra, aquí, ya para reventar y la gente estaba dando a 5 a 4, yo por pagar la apuesta le digo a un hombre, pago. También estoy igualito, también pago, al otro también, te pago, y  se declara la cosa y el gallo se viene y así se cayó. Ya viste pues; y yo voy a cobrar, porque ya comenzaron a dar usura con el gallo del Callao, con el gallo siguieron andando y vine y el hombre se me vino con chaveta y lo agarraron, Ud. está apostando al gallo de Lima, al de Lima yo estoy pagando porque el señor de Lima, es él quien está dando la usura, después, corrieron, el señor sabe de gallo y ya me pagaron y al señor de acá, yo le voy a pagar porque él me  ha ganado; yo si fui a la salida del gallo. Eso es por la rivalidad que había entre Lima y Callao, hay rivalidad, pero yo estaba timbeando, porque, venían con chaveta, sí me cortaba; él creía que me había ganado. Se había confundido, gente de mal vivir, gente que no sabe. Otra, del Doctor  Arce, con un gallito de un piurano que no sé quién era, otra fecha, entonces lo veo al gallo del doctor Arce y con el ala rota y favorito el gallo de Arce y me agarro uno, le doy dos millones por uno y medio y yo le pago dos por uno y medio, el otro me dice yo si quieres te doy tanta plata, va uno, en eso patea el gallo del Dr. Arce con el ala rota, carajo los hombres, no va contigo las apuestas, y se terminó la pelea, las apuestas  señor no pueden ser cuando los gallos están peleando y ya pelearon, posiblemente los señores no han visto nada, por eso el ha ganado. Viene el Dr. Arce y me dice oye, estaba borracho. El gallo  lo ha agarrado mi compadre. No toda la vida gana un jugador aquí he salido calato, no es porque no sepa, sino, que es un momento de sal, de golpe, al final resulta sólo es un momento, pero yo generalmente nunca salí calato, o sea, sales  tas con tas y me llevaba la plata. Me fui una vez a Huánuco, especialmente a timbear porque, ya no trabajaba en ENACE, estuve un año de vagabundo, salí en avión de AeroPerú, estaba  el Lucho Macedo de Arequipa y me dice vas a la timba a Huánuco, cuanto llevas, unos 10 mil soles, yo también voy  a ir y tú, vas a jugar la plata y el avión, en ese día no vuela, mal tiempo tiene que regresar, al otro día no vuela, no pueden volar más que en la mañana, en

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