ENTREVISTA REALIZADA POR EL SR CARLOS COGORNO VENTURA AL SR JORGE MONTOYA

ENTREVISTA REALIZADA POR EL SR CARLOS COGORNO VENTURA AL SR JORGE MONTOYA

 

 
Jorge Montoya Salcedo
Cieneguilla, 14 de Mayo del 2003.
 
 
 
El gallo de Bogotá es gallo de espuela y caminan; van abajo y van buscando el pecho. Eso es importante y esos los he visto bastante en Ibagué en Colombia; yo he estado cuatro veces en Colombia; una vez fui por mi cuenta, dos veces por Pesantes y después una vez más fui solo. Me gusta recorrer las canchas y ver el gallo que a nosotros nos interesa. Nosotros vemos el tipo que viene de Santo Domingo, de Puerto Rico, que son gallos acertaditos, mueven su cabecita, pero son tinosos. Lo que veo, es cómo hacerle la contra pelea; el gallo tirado abajo y buscando el hombro, ese es el gallo colombiano con el que uno busca para echar. Sabe Ud., que Luis Antonio, tiene sólo un tipo de gallo. Entonces si Ud. trabaja con una persona que tiene su billete y puede invertir en comprar gallos, y buscarla, porque la verdad, tumbando a uno como Luis Antonio que ahorita no lo veo en su buen momento, entonces es fácil y se le busca el gallo así. Me gusta el gallo 3:08lbs o 3:09lbs; no me gusta el gallo de 4:00lbs; el gallo colombiano de 4:lbs, ya no vale; porque acá hay cuatro libras con mucha maña y no lo dejan pues los aburre y lo saca. En chiquito, no tenemos ese tipo de gallo enguardiado; entonces, cuando vienen los portorriqueños, a mí me gusta echarles gallo así gallos tirados al suelo; es más fácil, gallo que juega abajo y buscando el pecho es la mejor zona y como ellos juegan con cinco centímetros, y el carey es un arma de adecuada forma, es por ello, que yo mando hacer las armas de la misma forma que el carey; eso es mejor porque esos gallos están acostumbrados a ese tipo de arma. Si le ponen cacho derecho, el colombiano no empuja la espuela derecha; están seleccionados para ese tipo de espuela; ahí se gana. Hay muchas personas que no lo saben todavía; espuelas curvas hacia abajo; ellos ponen el punto distinto a nosotros; nosotros siempre buscamos sacar un poquito el punto hacia afuera; ellos, van al mismo centro; la altura tiene que acomodarla pero siempre queda gancho; e incluso las veces que he ido, he buscado hasta las patapiojas; todo lo he traído de allá, para no cambiarle nada. Me fue muy bien con Don Alfonso e inclusive le traje gallos a mi hijo también y como no tengo tiempo para moverle sus gallos, ahora se ha asociado con Ahón y están jugando juntos. A Pepe le enseñé como armar esos gallos y lo ayudo. Los días Domingo, voy a los gallos y mi hijo como es auditor, a veces va los Viernes o Sábado. El año pasado, nos fue muy bien. Ahora Ud. va donde Ahón, y más del 90% son hijos de gallos colombianos. Traje gallos y gallinas. No sólo he buscado gallos de combate; Pesantes me decía, tráeme gallos de combate y le traía gallos de combate, que veía jugar. Tuve un mal momento por meter unos gallos de Santo Domingo y saqué gran cantidad de animales y no salió nada bueno; cuando recibían el cachazo, se achunchaban y se paraban; comencé a matar todo; y cuando fui a Colombia, me hice buen amigo de un criador que inclusive vino acá y jugó que fue Félix Castro y nos hicimos tan amigos y le prometí visitarlo. Conocí su corral, y fuera de él, conocí una persona adecuada para conversar sobre gallos; una chica que preparaba gallos y le expliqué lo que no quería padrillo que ya habían seleccionado, sino, padrillos nuevos y me dijo: acá hay un gallo que le decimos el “Marica”; hay otro galo tuerto, que recién está empezando a botar crías; y me sacó líneas y me dice el “Marica”, toda su línea es así, todo parejo y hablé de negocios y como era el gallo nuevo, no podía pagar lo que él pedía por uno probado y me lo vendió a $350US; primero, me traje uno y con ese gallo empezamos a sacar camada, y nos botó bastante pateadores, cabeceros y bien acertados; ese gallo se lo di a Pepe y al siguiente viaje, me traje el gallo tuerto; y como él también tenía unos gallitos panameños, que incluso había un gallo de la cría que Luis Antonio le regaló, entonces cruzamos y no sólo muerden de abajo sino, también de arriba. El año pasado nos fue bien y este año pensamos superar; al siguiente viaje, me traje un Vicente Hernández es uno de los exponentes más grande que ha habido en Colombia; un hombre al cual era muy difícil ganarle un gallo; él se retiró hace cinco años porque estaba metido con el cartel y por ahí conseguí uno de sus gallos de pelea y este año vamos a probar sus hijos. Mi Padre era gallero y falleció un 29 de Julio, justo por este problema de los gallos. En ese tiempo jugábamos en el Gallo de Oro y mi Padre, tenía un desafío con Víctor Humberto Larco pactado el 28 de Julio, en 1964; pasaron la pelea para el día siguiente por la cantidad de peleas que habían; guardamos el gallo y al día siguiente se levanta para apuntalar el gallo, y le vino un infarto. Yo quedé como de doce años y mi Madre me dice, qué hacemos con los gallos y le respondí, pues nos quedaremos y mi Madre me apoyó. En ese tiempo, había ingresado al primer año de secundaria y me dijo: si sacas buenas notas, comienzas a viajar. En ese tiempo, conocí a Manolo Feijo, a Marcos de la Fuente, al hermano, Carlos Feijo, Don Miguel Feijo, con ellos me juntaba; yo era pequeño y comencé a viajar y siempre llevaba dos o tres gallitos y me iba bien; tenía suerte en los gallos. Fui creciendo y mi Madre tenía un negocio de tuberías y se fue solventando la crianza de los gallos. El tiempo de preparación en esa época era de 20 minutos, porque había que corretearlos y trabajarlos bien; bastante revuelo y trabajarlos bien; en ese tiempo, no se sabía de piqueras ni nada por el estilo y como los gallitos eran trenzados, uno los dejaba diez o doce minutos topar; pero ahora ya no se puede. Y de ahí empecé a tener crianza y cumplí la mayoría de edad, comencé a viajar solo. En ese tiempo, conocí al Dr. Ahón, a Cáceres; tenía suerte en los gallos me iba bien. Después, vino la época mala, el tiempo de los militares y tuve que cerrar la fábrica, vender un camión, quedarme con una camioneta y durante tres años tuve que parar mi gente, para ver si mejoraba la situación y no mejoró; pasó el tiempo y tuve que cerrar la fábrica y me dediqué en pleno a los gallos y hace doce años, Alfonso Pesantes me llamó a trabajar con él. Estuve 8 años con Don Alfonso; comencé a verle su coral y le maté un montón de gallos pues si era un galpón grande, merecía estar dentro de mejor nivel y comenzamos a comprar gallos y el hombre invirtió, compró los mejores gallos que veía y que nos gustaban; inclusive, fuimos a una fiesta de Camana y se compró el mejor gallo por $350US. Después vinieron aficionados de Colombia y le hice comprar gallos colombianos. El gallo colombiano con el camanejo y con el del Sur, no se acompañan bien en el cruce. Cada uno en su tipo. El gallo chileno, tiene que ser con chileno; porque si Ud. cruza un gallo chileno con un colombiano, dispersa. Pero el colombiano con gallina colombiana o con gallina española, es lo mismo, pues los criaderos colombianos, han tenido bastante gallo español. La base es español. He ido a criaderos, donde compraban un trío en $5,000US, $7,000US, traídos de España. Es por ello, que tienen gallos extraordinarios. Ellos dentro del ámbito
de la afición mundial, están ocupando el tercer lugar después de Miami y Puerto Rico y eso lo determinan dentro de campeonatos mundiales. Mi hijo, tiene acceso a esas informaciones a través de Internet. Los eventos, a veces los llevan a cabo en Miami, en Colombia, en Venezuela, en Aruba, en toda esa zona se juega mucho gallo y mucho dinero. Donde se juega bastante dinero, es en Montería en Colombia cerca a Panamá. Pasan los panameños y juegan hartísimo dinero y se ven muy buenos gallos. Nosotros hemos abierto los ojos, pues cuando llegaron los Centroamericanos, nos pegaron unas tandas, y ahora, ya no es fácil, porque hay personas que han invertido dinero y con nuestros cruces hemos mejorado. Es por eso, que cuando vino Joaquín Sánchez, barrió acá y ahora último, ya le han aguantado y bien y con los cruces que se están haciendo en Lima, están saliendo gallos más violentos, vivos, espueleros, fuertes y eso que la crianza que tenemos acá es mala en el sentido que criamos en sitios reducidos, salvo algunas personas que tienen campo en el que pueden desarrollar los pollos. En Colombia se crían sueltos. Al gallo de la época del 60, se le daba en la preparación más que todo piernas, por el sistema de pelea de empujar al rival; no era necesario ejercitar cuello, pues toda la fuerza estaba adelante y necesitaban empujar, por lo que desarrollaban piernas. Al gallo chileno hay que prepararlo en la entrada pues es un gallo entrador, entonces, no le puedes cortar la entrada a esos animales y había que trabajarlos de otra manera, muy distinto a lo que estamos hablando del gallo mañoso. El gallo chileno, lo soltabas y se iba como el tipo de navaja; por eso es que se acomoda bien con el gallo de navaja; por la fuerza que tiene ese animal en la entrada. En cambio los gallos bankivoides, son distintos pues son de pelea más adentro; muy raro ve a estos gallos pollonear; a estos gallos hay que trabajarles alas y más que todo revuelos, porque estos animales, son distintos. Paran más en el aire que los antiguos y que los chilenos; no es necesario darles tanto piernas. Actualmente, el gallo que se va a las tablas, es porque al inicio se acometen con fuerza, dentro de las primeras patadas; entonces, el gallo siente y tiran y tiran, pero ya no como cuando entran y se acomodan en los primeros minutos en todo su apogeo. A mí me gusta el gallo colombiano, por la cantidad de espuela que mete, el estilo de pelea, es un gallo que va pegando y si se siente mal lo hace con más ganas, si le botan el ojo, no se pierde; es para mí un gallo completo. Del tiempo que los gallos han pasado por mis manos, me quedo con el gallo colombiano. He tenido gallos panameños y los he movido trapeándolos y todos estos tipos bankivoides, cuanto menos gallos vean durante la preparación es mejor, porque el animal no se aburre; entonces entra con todas sus fuerzas. Con las justas, les doy muñeco, que es un muñeco de tela forrado con la piel y plumas de un gallo; después, necesita muy poco gallo, para no maltratarlos y sí, alas; pues sino, se maltrata el animal por ser demasiado ardiente, el animal tira y puede volarse el pico. Inclusive en el tope debe ponérsele piquera con esparadrapo arriba y abajo y cuando lo quiero ver antes de salir al coliseo, le doy unas pataditas y al careador mona, bien forrado, para que no haga daño, cuando lo ves cómo se acerca y en ese último tope es cuando avisa su condición. Más que por intuición es por experiencia el determinar cuando un gallo está en su mejor momento para la pelea, al ver al gallo cómo suelta la pata. Cada uno de los gallos es distinto. Los aficionados que me contratan, lo hacen para ver los gallos y no para moverlos, para cotejarlos, armarlos, y esa es la otra parte que es la principal, pues cualquiera mueve un gallo, lo complicado, es sacarlos en serie en su mejor momento; pues es lo más importante. El pollo que va a dar, se nota; hay fuerza, hay viveza en el animal, y uno se va dando cuenta; el primer tope, debemos verlo bien; en el segundo tope, vemos si se mantienen o si han bajado su rendimiento y si no dan, lamentablemente quedarán ahí y son descartados. La mejor edad para empezar a trabajar un gallo, es al año de edad; puede ser antes de la muda, aunque el gallo colombiano necesita un poco más de madurez y debe ser después de la muda, pues son frágiles.
 
Aquí me quedé 24.05.11
Uno aprende saliendo afuera y leyendo libros; he conseguido libros de Colombia y he aprendido inclusive el darles el desayuno a los gallos por la mañana; a base de zanahoria, un poquito de alimento balanceado, trigo molido, betarraga rayada, se les combina y se les da; ese es el desayuno por la mañana, para que el animal cuando trabaje, lo haga tranquilo. Y en la tarde a las 2pm, el animal come tranquilo. Nuestro gallo es variado pero aquel que sale bueno, es un gallo fuera de serie; pero cuantos cruces tenemos que hacer para lograrlo pues es un tipo de gallo disparejo, porque si se tiene un gallo de ese tipo y los hijos no salen. Yo le he visto a Ud. jugar gallos y tienen guardia, jalan del lomo, meten espuela, peladores, da gusto verlos, pero no son parejos. Siempre hemos buscado el gallo completo pero es difícil obtenerlos en serie. En el gallo español y colombiano, es más probable encontrar esa homogeneidad, pues son razas definidas pues no se debe decir raza pura, pues eso no existe, pero son parejos; es decir si se sacan diez pollos, ocho de ellos saldrán a pelear y dos bastante buenos. Eso es lo que uno desea. Antes de ir a un coliseo mis gallos descansan diez días después de una postura en la que se le incrementa el tiempo y luego se le reduce paulatinamente hasta la ultima de 4 minutos. Para no quitarle la parte que aporta el propio animal, que es lo que no hay que quitarle. En esos diez días, los animales salen a los paseaderos, o a los voladeros con alfombra; en la mañana, se les da su desayuno y en la tarde, se les guardan en sus jaulas con alfombra y se les tapa bien hasta el día siguiente. Durante esos días, yo los saco gasta el día Jueves y el día Viernes antes de ir al coliseo, el gallo no sale. Se les transporta en esas caponeras de tela, que vienen tres o cuatro compartimientos y es más fácil y el animal no siente como cuando llevas en madera pues el animal se golpea. En la tela va cómodo porque se le pica papel y se acomoda bien; no hace tensión `por apoyarse y asienta bien. Llegando al coliseo, se pesan. El día de la pelea, no le damos desayuno al animal ,para que vaya con el buche limpio y después de la pesada, se coteja y luego se le da un poco de alimento, para que esté tranquilo y antes de la pelea, también se le da un poquito, para que el animal entre tranquilo y cómodo. Para la coteja, es cuestión de buscar el tipo. A pesos iguales, en la coteja, acá nos conocemos todos los galpones, entonces más o menos te imaginas cómo juegan los gallos de cada galpón y si piensas que le puedes ganar, pues le echas el gallo, viendo la posibilidad de que sean coteja. El gallo tiene que ser del mismo tipo. La picada, depende pues si tienes un gallo que va abajo, le pueden llevar picada. Un gallo de 3:08lbs, si es terciadito, listo; pero si es alto, qué pasa si es muy varilludo, pues es un gallo que está fuera de su peso eso es lo que uno ve y por ello, se tiene ciertas desventajas sobre esos animales; pues pueden tener ventajas en los revuelos, pero cuando entran a la mecha, la situación cambia; siempre busco el gallo chico, terciadito, proporcionado, con lomo casi horizontal. Acá en el galpón, hay dos tipos de colombiano uno me agrada pero el otro no mucho, por la forma del gallo, el tipo del gallo; uno busca el gallo embrocadito, porque es el gallo de lomo más horizontal, que es el que juega abajo; ese es el gallo muy peligroso, porque en la mayoría de gallos buscan el juego arriba; pero esos gallos tiran a la base. Ahora las espuelas son tan caras que por la forma que las mando a preparar, entran más rápido. Me guata que el gallo pegue a la base pues e bien difícil que te aguante castigo en la base pues en la base con dos cachazos, está doblado y lo paraliza. Cuando frente a un mismo aficionado, te presenta tres gallos a la vez para la coteja, es cuestión de intuición para elegir cual es aquel que más conviene. Pues desde el momento en que te paran tres a la vez, hay por lo menos uno bueno y dos que van a compensar y casi la mayoría siempre se manda sobre el gallo más chico y pienso que es el gallo más peligroso; prefiero jugar con gallo más alto, y no jugar con ese gallo pequeño frente a un tipo de gallo como el colombiano. El gallo portorriqueño, sí tiene que ser de la misma talla, por el estilo de pelea que desarrollan arriba; entonces ellos se acomodan ahí; pero si le meten un gallo bajo, le complican la pelea. Para jugar al peso, tenemos que homogeneizar el tipo de gallos. No es como en otros países, donde casi todos los gallos del mismo peso, son parejos; inclusive, se pueden llegar a ser más peleas; pero acá tenemos un 4:00lbs chato, un 4:00lbs alto y siempre habrá desventaja, mientras se juegue al peso. Ya llegará el momento, en que todo el mundo tenga los gallos parejos y esa será una de las ventajas de jugar al peso, para que todo el mundo se acople a esa medida. Se elimina el Asil, que es un gallo chato y fuerte. Eso será poco a poco; el que está difundiendo esa modalidad, es Roberto Balbuena y el año pasado lo hizo al peso; pero este año, estuve en la reunión que hubo en Surco, y van a seguir jugando al peso, pero van a jugar con plástico, para que no encarezca el juego. Hay bastante diferencia entre jugar espina contra plástico. La espina en cualquier parte, destroza es más ofensiva; el plástico, para la cabeza está bueno, pero no para el cuerpo. Por eso la espina, parece metal; rompe huesos y por donde penetra. Es conveniente que se difunda el uso de espuelas plásticas, pues por la carencia de las muelas del pez sierra, hacen que ahora no bajen de S/.120 soles, cuando uno quiere espuelas buenas. Si le compra a Sabino de Zarumilla, eso le cobra. Las plásticas la van a obsequiar a los que jueguen los días Miércoles y no va a haber costo. Eso he escuchado a Ulloa y Balbuena. Cuando viajé a Colombia, me enseñaron y estuve con un señor Hernando Castro; él prepara las espuelas a todos los galpones grandes. Es un señor que sabe bastante de gallos y me dio gusto conversar con él como 7 horas, hasta las tres de la mañana conversamos y me obsequió unas espuelas de carey y me dice: Jorge, cuando vengas, tráeme dientes; yo te preparo, espuelas para esos gallos; incluso, ya eso le entra a uno en la cabeza y pensé que porqué no puedo hacerme esas espuelas y acá mandamos hacer a Chiclayo donde Eloy; salió caro en ese tiempo, pero nos las preparó igualitas, con el mismo viaje y resultaron buenas, pues los gallos jugaban con esas espuelas y ganaban bien, metiendo espuela; la gente acá se asustaba, pues al ver ese tipo de espuela curva, pensaban que no meterían cacho. Tengo un estuche que me obsequiaron en Colombia y le quisiera mostrar una espuela, para que vea la forma de la espina que es bien difícil que se la puedan dar, pero pagando el precio, las hacen iguales, con un solo diente. A un gallo cabecero, no le puede poner esa espuela, pues debe ser más corta y más recta. Cada año, se va superando y uno va buscando el gallo ideal y tengo la suerte de trabajar ahora con Danilo que ha invertido bastante en su corral; tiene españoles, panameños, colombianos y ahora tiene bastante colombiano y está en tratos `para traer 20 gallos más de Colombia, de Don Alfredo Ramos que tiene muy buenos gallos y Danilo sigue avanzando en os gallos; Danilo ahorita es fuerte; el año pasado, le ha ido muy bien y este año debe irle mejor; el año pasado, nos fuimos a Trujillo, con tres gallos colombianos que los habían traído de Bogotá; yo los prepar&eac
ute; y jugamos contra un galpón de Sullana que le tenían bastante respeto y las tres peleas las hice contra él; la primera la empatamos pero estaba ganada y las otras dos le ganamos bien, con aplausos y hubo gallo; se notó el gallo colombiano. Para la preparación, utilizo frotación que es en base al bálsamo de Buda, hay unos que le echan Timolina, y una pastilla de alcanfor y nada más; todo diluido en el bálsamo de Buda, que lo compro en la farmacia Universal que está en Emancipación; ellos lo preparan y lo compro por galón. No es como el ron, que es tóxico. El alcohol también es bueno, pero saca caspa porque reseca la piel, en cambio el bálsamo, no. Les echo limón para ponerlos rojitos y su jugo de naranja, 10cc después de la preparación en el pico y vitaminas; no me gusta inyectar; hay vitaminas para caballos en el agua, 8 gotas, que vienen de galón y de cuarto de galón; vienen con todas las vitaminas. No inyectar al músculo y mejor es darles vía oral y el animal no siente. Las vitaminas después de cada movida. El día de la pelea, el gallo va limpio. Hay determinadas horas más favorables para jugar los gallos, pues el animal duerme y tiene una hora óptima que es de 4:00pm a 7pm u 8pm. Más adelante, el animal debería descansar. Ahora, tenemos que acostumbrar al animal con luz artificial, para que no se extrañe. Inclusive el gallo que no está acostumbrado a pisar la alfombra, no pisa adecuadamente mientras el otro, ya lo ganó. Uno observa en la cancha los gallos y debe darle un ambiente similar, durante la preparación en la que es básica la alfombra. Yo me he quedado en el coliseo hasta las tres de la mañana y el animal baja y no vuelve a recuperar su mejor nivel. Su apogeo es durante el día, es decir, que está claro y en la noche, hasta las doce el animal, más o menos va bajando un 20% y después sigue bajando; pues cuanto tiempo tiene sin comer y necesita descansar y tiene las casillas en una gallera y está con la luz prendida cosa que funciona sólo aquellos gallos que se les ha acostumbrado a la luz. Cuando se sale a jugar gallos, el mejor día para combatirlos es al día siguiente. Si llegas Viernes en la mañana, el Sábado juegas los gallos, tranquilos. También he jugado en Cuzco, pues con Don Alfonso Pesantes, ahí ganamos el Gallo de Oro, el Gallo de Plata y todos los premios, menos el Gallo de Bronce. Aunque sí hubo un tratamiento para los animales. El hijo de Alfonso Pesantes, había ido dos veces al Cuzco y las dos veces le habían ganado. Me decía que los gallos se ponían negros, que el gallo se agotaba. Para vengarlo, fuimos con cinco gallos y desde que inicié la preparación, comencé a darle mate de coca y glucosa Coramina, entonces el animal se fue adaptando y trabajamos. Luego, viajamos al Cuzco y una pastilla que ahorita no me acuerdo el nombre; eso es antes de viajar y cuando llegamos. Cotejé los cinco gallos para el día siguiente. Fuimos a la gallera y me paraban porque querían jugar S/.1,000. Acomodé los gallos cotejamos y jugaron plata. Ganamos cuatro gallos y perdimos uno que ya lo tenía en el suelo; ganando lejos, estiró la pata y me lo echó. El General Pizarro estuvo e inclusive fuimos a su sitio, pero le gané a los Cuzqueños y ahí nos sacamos el gallo de oro, que es puro oro y el de plata también y la gente me preguntaba qué les había dado, porque no se ponían mal y al contrario, el contendor, sí se ponía mal. Una pelea fue de 20 segundos, la otra 34 segundos, después una pelea de tres minutos que llegó bien el gallo y el último, ganó como a los 6 minutos bien. En Arequipa, al hijo también le habían pegado. Y regresamos con el mismo sistema. Cotejé con un galpón “Los Locos” que tienen muy buenos gallos que decían eran imbatibles. Cotejé con ellos dos, ida y vuelta que siempre lo hago así, y cotejé dos más con una señora que también juega fuerte y gané bien las dos peleas y una gané faltando 30 segundos para el final de 10 minutos; el otro ganó a los 3 minutos a los mismos locos. La señora se fue y no quiso pelear los gallos. Jugué el tercero y también ganó. En preparación, el gallo se regula solo la cantidad de agua que debe tomar y para esa zona alta, se le da mate de coca, desde que entra en postura y se acostumbra el animal y su glucosa Coramina. Un viaje a Huánuco en el que se tiene que pasar brevemente por alturas como Ticlio de día, no afecta el rendimiento del animal en la futura pelea. Huánuco es de menor altura que Arequipa y Cuzco. Con ese tratamiento, el animal, no debe sentir el viaje ni la altura. Al animal que se le trata bien, se acomoda a jugar en cualquier sitio, pues se le debe ayudar adecuadamente al animal. Después de la pelea, les doy desinflamante Apronax, y Ampicilina como antibiótico preventivo. Antes me gustaba inyectar, pero ahora no inyecto, como me han explicado en otros lugares. Hay distintas formas de lesión en los ojos, pero para lesiones pasajeras, utilizo el Aceptil o gotas oftalmicas; al gallo hay que mantenerlo a oscuras en penumbra, para lo cual se hacen lugares especiales sólo con huequitos para que el animal pueda respirar a oscuras; a veces se les forma una nube, y no recupera. No creo en aislar al gallo después de la última movida, pues el animal se le saca de su medio, de su rutina; yo los mantengo en paseaderos hasta un día antes, que lo froto y se acabó. No careo los gallos, sino, me gusta verlos de arriba que es donde mejor aprecias la pelea; ayuda a ello, filmar la pelea y después con tranquilidad analizarla. Antes, me gustaba tomar mis tragos, pero ahora no, pues observo las peleas con mayor detalle e intensidad las peleas, con una actitud lúcida. Después de las peleas, es lo de menos. En el recinto de galos en casilla y preparación creo que no afecta el que se paseen pollos y gallinas sueltos en el mismo lugar. El animal no se desgasta; ve gallinas y al contrario, se alegran. Es conveniente incluso, que el gallo en postura pise gallina, una o dos veces distanciado, para que salga más tranquilo y sigue su ritmo. Vemos que hay gallos que van a la gallera y cuanto tumban al adversario, se suben con intención de pisarlo y en vez de rematarlo, está queriendo pisar; pues mantienen una sobre tensión. Un lugar al cual visité, siempre hacen pisar el gallo. Eso lo hacen 8 días o 10 días antes de la `pelea, cuando está terminando la preparación. Le dan una limpieza. Uno de los gallos que me acuerdo, fue “El Máquina” del señor Romero; tuvo muchas peleas; tenía entrada fabulosa y era atropellador; pesaba 5:14lbs, gallo antiguo de los años 1970. Conocí el Carmelo de Rivas, que casi eran del mismo peso; “El Pitrimitri”, de Lucho Urbina; el gallo empató en Chiclayo frente a un gallo Chotano que ganó al “Máquina” también. El nombre del dueño del Chotano se llamaba Narvarito. Y el “Pitrimitri”, entabla, porque nos ayudó el juez Gamarra, porque todo Lima estaba metido en el “Pitrimitri” y lo hacen entablar sino, todo Lima nos veníamos misios. Era un gallo espuelero; era gallo grande y el adversario era gallo plumón, pero le habían puesto espuelazas grandes y sabía manejar las espuelas. El que movía al “Pitrimitri” era Jano. Después conocí “El Chuchumeco”, que jug&oac
ute; contra un gallo giro que se le tiró abajo, medio chuscarrito de Don Armando Baca y lo sacó corriendo al “Chuchumeco”; era aun de Don Armando, luego se lo dio a Mauro Luk; esos gallos jugaron en Trujillo; conocí “Las Panteras” de Los Sauces, “La Coqueta” que era del hermano de Don Manolo Feijóo, de Guillermo, que le pintaba las uñas y el pico y tomaba su trago en la tapa de la botella, junto con Don Guillermo antes de la pelea; gallo espuelero, no se que hacía, pero ganaba; conocí “Los Espejos” de Sauces. Don Alfredo Tavera, tenía el “Doberman”, “El Caballo”; ahora no se ven ese tipo de gallos de antes, que sobre salían ampliamente; ahora se ganan más rápido; antes veías pelea y veías gallo; eso, ya pasó a la historia. Como con los careadores; pues antes era un arte carear. Ahora toda la gente que carea, quieren hacerlo a la viveza. He visto carear a Gamarra, a Bigote, a Alberto Vega, que eran buenos careadores. Ahora quieren ganar a como dé lugar y te avientan el gallo; no hay respeto; cada tipo en su época, pero ya no se ve como esos gallos; ahora pim pum al suelo; por ese motivo, hay más pollones, las peleas son más rápida, hay mayor cantidad de peleas; hoy se ve muy poco ese tipo de gallo antiguo. Antes había emoción cuando anunciaban la pela, gallo de tal Fulano, contra el gallo de sutano; era una fiesta. Antes, se pasaban la voz, va a jugar “Máquina”, va a jugar ”El Chuchumeco” y se creaba una gran expectativa para la jugada. Ahora, es rutina y no llama la atención como en aquellos tiempos. Ahora ves gallos extraordinarios, pero no hay ese gallo espectáculo que cuando alguno se descuidaba, iba al suelo; pero ahora se ve mayor velocidad; el gallo se ha reducido en tamaño. Ahora donde te caiga el cacho, le hace daño. Antes el gallo debía buscar el tiro preciso y lo dejaba muerto. Era también otro tipo de arma, menos ofensiva. Pero una debe adecuarse al tipo de gallo que se está jugando. En el Norte, también han metido bastante el gallo Centroamericano; inclusive en Chiclayo Burga, trajo gallos de Cuba, españoles, colombianos, entonces también van cambiando su tipo de gallo. Aunque en el Norte todavía se encuentran gallos de 6:00lbs aunque difícil. En Lima, de 5:00lbs con las justas y ya no llegan a ese peso y tienes que caminarlo para conseguir coteja. El peso va de 3:08lbs, hasta 4:08lbs o 4:10lbs. Me guata el gallo chiquito de 3:08lbs a 3:15lbs; es el peso de la candela, donde no duran mucho los gallos. En gallos de 4:06lbs todavía se encuentra guardia. El gallo chiquito también es más rápido de vista. Hoy las espuelas que se están jugando de 3:08lbs hasta 4:08lbs, se permiten del mismo tamaño y eso no está bien, pues para un gallo de 3:08lbs esas armas son proporcionalmente más grandes. Pienso que se deben rebajar la longitud de las espuelas al gallo de 3:08lbs o darle mayor longitud al gallo de más de 4:lbs. Podría jugarse 4cm hasta 4:00lbs y 5cm hasta 4:08cm. Acá a gallos de 4:10lbs adelante, le han puesto 6cm y de 4:10lbs para abajo, 5cm, que es una espuela bien regular. Tengo un medidor que traje de Colombia y se ve un 5cm, recto y un 5cm curvo y existe diferencia en longitud. La medida acá es entre la punta y la base más no el viaje del arma. Ahora, se deben poner bases con el menor peso posible y que se sujeten bien a la caña del gallo. Así son las patapiojas en Colombia, que van pegadas a la caña más no hay soportes para los costados. La parte de atrás, la llena con cerote y la pega. El cacho del gallo, se corta al ras. Y se dan dos puntos de cerote opuestos en el cono de la patapioja y ahí entra la espuela y suficiente para asegurarla, pues ya no hay movimiento; aseguran con una cinta corta de unos 30cm que es menos peso para las patas del animal. Una buena cera, no necesita mucha cinta y ellos tienen casquillos chiquitos. El arma es importante y le calculo una participación de 30%; todos los demás factores son 70%. El arma es fundamental. Teniendo buena arma y una buena calzada, al primer espuelazo, debe acabar o avanzar la pelea. Qué haces teniendo un gallo extraordinario, si no tienes una buena arma. Cada tipo de gallo, requiere un tipo diferente de arma. Dentro de mi galpón hay diferencias entre gallos; es por ello, que todas las armas no son iguales. Si fuera este gallo puro gallo colombiano, lo manejaría sólo con un tipo de arma, pues sería más parejo. Pero como acá hay bastantes cruces, pues requiere diferentes armas. Acá compramos un estuche de armas curvas sólo para gallos colombianos y medias lunas para los otro gallos y de ahí vienen los tamaños. Las espuelas, las conservo con un aceite de máquina, más fino que el tres en uno y se apoyan en una plancha de fierro con huecos, donde entra cada espuela, colgadas en un recipiente donde quedan humectándose en el aceite. Una vez tratado, me gusta lijarlos y sacarles brillo, reduciéndoles los poros y entra al cuerpo, con mayor facilidad.      
 
 

 

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