La Apuesta

La Apuesta

Apuestas dentro de las peleas, por los criadores de gallos, siempre existirán como parte del concepto hacia la excelencia. Debemos considerar elementos manejables dentro de un rango y otros que nos resultan incontrolables e incomprensibles, que por no identificarlos muchas veces en los estados límites, ayudan a percibir las condiciones adversas y favorables, de lo que esperamos sucediera. Es casi imposible que bajo una idea superficial de poblaciones, podamos acceder hacia la perfección de lo trazado. También es cierto que aquello que consideramos perfección, una vez puesta a prueba en los límites, nos demos cuenta que no lo era. Ello, ayudará a replantear la Utopía frente al gallo perfecto. Las nuevas metas, permiten avanzar hacia mayores niveles de conciencia en profundidad para mejorar los planes. Es el replanteo interminable, una vez en práctica puesto a prueba, generalmente en los límites. El eterno inicio y el eterno fin, penetrar en la Quinta Dimensión de la Eternidad y aceptarla, para ser parte consciente y voluntaria de ella. Así, podremos ser aliados.

El riesgo en el juego de gallos, varía de acuerdo al grado ofensivo de las armas que fueran empleadas para la contienda. Otros elementos participan en el Universo: son la heredabilidad, selección, crianza, alimentación, sanidad, temperaturas, altitud, latitud, humedad, duración del día y la noche, preparación hacia la pelea, transporte, manipuleo, coteja, la talla, calzada, careos, consideración hacia las aves, magnetismo, eventos del planeta y afinidad, resumidas algunas de ellas dentro del “ciclo circadiano” particular del criadero. Desde la estaca natural, hasta las navajas americanas, filipina o indonesia. También el sistema de evaluación, debe variar, para no perder la noción de conjunto que abarca el Universo de las aves que participan en el certamen, conduciendo el análisis de manera inductiva desde cada individuo, hacia la población íntegra. La óptica en el gallo de a pico, tiende hacia el análisis del individuo en cada evento independiente y genera una tendencia con la variable tiempo que finalmente, se resumen. Considerando la afición del gallo a navaja, tiende a priorizar el conjunto hacia el Universo, como individuos en menor grado, en eventos que participan cada uno de los machos, mediante agudas observaciones del criador y el equipo. Ambos: individuo y conjunto, son importantes. El criador ubicado, naturalmente en un punto dentro de la línea que mejor conciba, debiendo desplazarse con frecuencia, de acuerdo al desarrollo de su madurez, orden y concepción de la vida; nutrido en conversaciones con amigos que aporten, maestros, estudios, lecturas, prácticas, observaciones, análisis, conclusiones y continuos replanteos en cada simple detalle desagregado día a día en el correr de la vida, en todos los campos posibles; lo imperceptible, puede ser determinante en un segundo. Dedicar un tiempo solo a observar fijamente en relación directa Sujeto, Objeto, muy bien fijados en profundidad de lo simple, de lo elemental. En el gallo de a pico y espuelas y el Universo posible del 100% al momento de ingresar en el ruedo, puede atribuir a la suerte, en general entre 5% al 15%, dependiendo finalmente de la calidad combativa de ambos. La apuesta en juego, desde la óptica de un criador, representa varios campos presentes en aquel momento, en sendos gallos. Puede ser el más importante, la confianza suprema del criador hacia el animal, que permite cubrir esa brecha no controlable por el propio criador llamada “suerte” la cual siempre existirá. Mientras el conjunto de elementos dentro del gallo, son responsabilidad directa del criador. Naturalmente cuanto la joya sea más fina y quede siempre una arista vulnerable frente al adversario, debe ser cubierta por la amalgama de la apuesta, previo acuerdo; sean divergentes o convergentes las opiniones, la apuesta será el reflejo y generalmente, considero que la apuesta es antes y sólo antes de soltar los gallos; después queda reconocer al ganador y al perdedor con hidalguía, siempre otorgándole el verdadero y gran valor. Mentalmente, es posible ubicar límites personales en la apuesta, con el criterio equilibrado en cada aficionado.

La concepción para la apuesta dentro de la afición a gallos de navaja, es grupal o de poblaciones en cada uno de los eventos; en general, la suerte, puede variar desde 25% a 50% con premios mayores por ser en conjunto. Puede ser deductiva; es decir, de lo general o grupal, hacia lo particular sin perder de vista cada individuo como elemental. Al final de un segmento de tiempo, el resumen del criadero, se ubica dentro del medio en el cual compite. Números, claves, cifras, ratios, fórmulas, como herramientas de ayuda para concluir, decidir, replantear y avanzar en el plan de mejoramiento genético y manejo, disminuyendo la participación de los demás componentes, debido a mayor porcentaje de suerte; durante muchas temporadas. La apuesta cubre el vacío hasta un límite permisible, en el punto de equilibrio óptimo, el cual conjuga todas las variables implícitas dentro del gallo, el aficionado, el medio, los grupos y Universo integral, a través del equilibrio supremo vía la madurez del hombre con experiencia positiva, para no afectar la seguridad económica del criador en el largo plazo y sobre todo, incomode de alguna manera la unidad del grupo familiar. En base a ello, podremos cerrar el círculo del criador estable por muchos años en que las demás variables también permanecen estables o a mejor. Todo en su lugar, todo en el debido tiempo. El dinero reservado para el coliseo, es de disfrute. Ganarlo con esfuerzo, es más serio. El tamaño de las poblaciones, se ajusta a la coyuntura de bienestar en la familia; es elemental. ¿Como?. Pues al tanteo, con gran tacto. Eduardo Granda, muy pocas veces me reiteró, “Quien apuesta por necesidad, pierde por obligación”; elemental para el hombre maduro. El orgullo mal entendido, puede ser necesidad desmedida. El filósofo Mariano Iberico, describió la vanidad, como: “…cualidad de todo lo vacío de contenido”. La arrogancia, dejémosla al Gallo. La petulancia paga la apuesta y pierde los buenos amigos. Nutrirnos de alegrías y satisfacciones. Dejar sólo al gallo que demuestre su tipo y función superiores. “…quítame gallero trabas, para reñir fui criado…”(Isabel Granda). Para el criador aficionado, alegrías y satisfacciones.

El gallo con su aleteo y batir de alas, purifica o aligera el ambiente, antes del amanecer; cuanto mas pesados ambos, menos batir de alas y viceversa.

“La Heroica Tacna, es conciencia”

Pachacamac, 28 de Agosto del 2007 Carlos Cogorno Ventura
 

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