seleccion

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Carlos Cogorno Ventura

 

 SELECCIÓN

INTRODUCCIÓN

La creación del Universo, se basa en la diferenciación.

La evolución de la raza humana, se basa en la diferenciación de sus individuos; pues si todos fuésemos iguales, no habría cambios en las culturas.

El mejoramiento genético del gallo de pelea, se basa en que existen diferencias entre individuos(seres inconscientes) y aficionados(seres conscientes), que conducen la dirección hacia el éxito. De acuerdo a la ciencia de la Cosmobiología, la evolución del hombre es individual, aunque la evolución de los animales, es grupal y aquellos animales dentro del grupo que destacan en su evolución, benefician por igual al grupo, parvada o manada a la que pertenecen; por tanto, en los animales, no existen influencias magnéticas planetarias individuales e independientes favorables o desfavorables. El gallo no tiene horóscopo, aunque sí es afectado por su ciclo circadiano y de las variaciones de horas de luz durante el día, el año, la intensidad lumínica, las variaciones de temperaturas, latitud y altitud. Debe tenerse en cuenta que el cuerpo del ave, tiene cerca de 60% de agua y el cerebro, algo más de 80% es por ello afectado por las diversas fases lunares, que influyen también en las mareas, las siembras y cosechas de cultivos, las podas y tala de arboles, con mayor incidencia en zonas tropicales en las que no existen estaciones diferenciadas. Sobre el tema, en 1903, M. Camille Flammarion, escribió sus observaciones a la Sociedad de Astronomía de Francia. La influencia de las fases lunares, también está presente en los ciclos estrales en los mamíferos y los estados de ánimo de las personas (el cerebro está compuesto por cerca de 85% de agua). Se considera que las cumbres de las montañas y con mayor intensidad el cráter de los volcanes, son receptores magnéticos de energía cósmica hacia la tierra, además, por la influencia magnética que ejerce la luna en la naturaleza en la ciudad de Arequipa, afecta el estado de ánimo de la población, fenómeno al que le llaman “la nevada arequipeña” irrogándole al Misti su volcán emblemático, las causas; y muchas otras zonas irrogan el efecto mencionado a algún tótem, símbolo zonal. En países con climas templados y fríos, es la influencia del Sol preponderante a través de las marcadas estaciones del año. Dentro del campo de lo que llamamos suerte, hay factores del medio ambiente que no conocemos y por lo tanto no podemos controlar; algunos de ellos, los analiza Roberto Balbuena: “…el gallo conoce la mano de la persona, entonces muchas veces uno ve peleas en las que el gallo está acabado, entran al careo y el gallo se transforma, osea uno al agarrarlo, siente como que el gallo se infla y re inicia la pelea recuperado, eso existe; como existe también personas que van a jugar gallos con problemas, que no se sienten bien y no ganan un solo gallo, sólo por el estado de animo. Para mí que influye mucho y hay un asunto de magnetismo. Hay personas que son buenos galleros y juegan contra un gallero con gallos inferiores y ese gallero les gana. Por ejemplo, yo jugaba contra Sauces en el tiempo que tenía buenos gallos, porque lo decía mi promedio; y no les pude ganar como en 7 peleas y sus gallos no ganaban rápido y a mí me ganaban rápido y yo digo esto, porque en otros países en los que he conversado con aficionados, me han dicho lo mismo; en Miami, un cubano, me decía: ““mira, hay personas que te ganan y siempre te van a ganar, así que lo mejor que puedes hacer es no jugar contra esa persona y se acabó"”. Creo que no se trata ahí del diferente tipo de gallo con los que se encuentran, sino, es un estado anímico y una persona va con temor y eso le transmite al gallo. Lo mismo cuando uno está armando al gallo, tiene las manos heladas y eso al gallo también lo afecta. Alberto Fernández Oliva, observa: “…Las buenas rachas y las malas rachas en gallos, existen porque es juego, es timba. Hay rachas de buena suerte y rachas de mala suerte; yo una vez fui al Agustino después de haber tenido una racha victoriosa ganando seguido tres o cuatro semanas y llevé cuatro gallos; me ganaron tres seguiditos, lo que nunca; y me dejaron sin plata y con una tristeza enorme; entonces al final jugué un gallo pinto moñón y con ese gallo me desquité lo que había perdido en los tres anteriores; así es el juego…” La selección de una sola parvada, puede lograr resultados hasta cierto límite. Pues para superarlos, deberá recurrir a cruces con individuos provenientes de líneas complementarias, otras parvadas u otras razas que posean esas u otras cualidades incrementadas. Un aficionado puede formar una raza de gallos de combate, teniendo idea clara del gallo que busca y empezando a trabajar en ello, de forma constante. También es fácil deshacerla por los continuadores de la misma si no fueron trazados estándares de perfección o gráficos; pues generalmente, no tienen el mismo criterio e ideas que el forjador inicial. No es correcto pensar que una raza sólo se forja a nivel de país o región. Lo que sucede es que si la región se rige bajo un mismo tipo de reglas en el juego de gallos por mucho tiempo y la mentalidad de los aficionados es homogénea o hubiere cierto grado de incomunicación con el exterior(cuestión actualmente improbable), la raza tiende a perpetuarse de generación en generación sin que hayan cambios significativos en conjunto, aunque sí variaciones que deben darse dentro de un rango aceptable, para competir dentro de un marco de reglas establecido. Cuanto mayor diferencia exista dentro de la mentalidad de los aficionados, el rango de diferencias en la raza o tipo, tenderá a ser mayor, en la raza o tipo iniciales; como el caso del gallo peruano. Los principales móviles para cambiar el tipo o raza del gallo que combate en una región, son el tipo de armas con las que combaten y el reglamento que rige el mismo. Ambos subordinados a la actitud mental de los aficionados, como verá más adelante. Cuanto más elevado el nivel en una población de gallos, no deja lugar a especulaciones por ser claramente superiores a sus oponentes, más sencillo y con más avance será el plan para poder mejorar una raza o línea de aves. Pero si las victorias son relativas por influencias extrañas a la capacidad de los animales vencedores, más complicado difuso y prolongado será el trabajo de selección y mejoramiento; la heredabilidad será menor. La selección, se basa, principalmente en el criterio del criador; tomando como materia prima para ello, las razas, tipos o líneas de gallos a las que tenga acceso; es el medio para que él mismo forme el ave que desea, con las cualidades diferenciales que piensa conducen a la victoria.

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