Entrevista al Sr. Victor Manuel Cardenas Tresiera

Entrevista al Sr. Victor Manuel Cardenas Tresiera

 

 

VÍCTOR MANUEL CÁRDENAS TRESIERRA

 Pachacámac, 13 de enero del 2008.

 

 

Pero vamos a hablar de la mayoría, porque todos tienden a esa mayoría, allá no se juega poca plata nunca, hasta en lo que le llaman orilla.  Ahí ya se juega plata. Sí, pero tú ves cómo va y vienen las apuestas, corre mucho la apuesta, entonces.  Sí, hay de todo.  Si tú ves allá usan los dormitorios, el dormitorio para ellos es muy importante, para los gallos que van a jugar, los gallos que van a pelear, que están listos para la pelea, en una semana vienen durmiendo en los dormitorios especiales, con mosquitero para que el zancudo no te fastidie, con el mínimo para que no haya una mosquita, una cucaracha, nada, nada, y que el gallo duerma bien, se cierra, es totalmente, cerrado en la noche.  Sí.  Son los que están listos para poder jugar.  El dormitorio generalmente, yo les estuve construyéndoles a varios galleros pues, de doce. De doce casillas. Mirando a un solo lado, no se miran nunca ellos.  En el día normal, de luz del día, pero en la noche totalmente, absolutamente cerrado.  Oscuro, oscuro, entonces.  No están muy separados todo está al lado.  Depende del criador, pero generalmente, están a lado. Es un cobertizo separado, que generalmente tiene el ruedo donde va el gallo y al costado está él y él, el dormitorio está junto con la enfermería.  Porque tienes dormitorio y enfermería, porque los gallos heridos llegan a la enfermería.  No, no, después de la pelea, los animales. No, en la enfermería primero. Sí, hay casillas en la enfermería. Aquí están los gallos de pelea, acá están los que van a pelear y acá al ladito está.  Con mucho cuidado, donde no hay contaminación, donde se da atención especial y todo, generalmente, ahí están las pesas también para pesar al gallo, para ver cuánto pesa tu gallo, para ver en qué nivel está, si está subiendo, si está bajando, lo que es la desparasitación es constante, sobre todo cuando se empiezan los gallos a refrescar. Mucho, mucho, tú empiezas a un pollo, tú recogiste al pollo. Ya está para… lo que recojo del campo es esto. Y en el primer tope tú le das pastillas, tú ves como empiezan a votar cantidades de parásitos.  Sí plano, de las dos hay, para los dos, y empiezas a seleccionar, porque uno cría, la mayoría de los buenos criadores, estoy hablando de los criadores grandes, ya. Ellos tienen sobre todo en las fincas parvadas, de parvadas de pollos ya marcados, se marca en pata.  Después, primero cuando nace para saber quién es papá y mamá, y tú llevas los apuntes en una computadora ahora, en un libro antes, para descubrir el matrimonio, el gallo tal, con la gallina tal es el matrimonio. Es el cruce, el matrimonio le decimos nosotros y si funciona hay que sacarle lo más que puedas. Sí, sí, una vez que descubres eso, entonces tú sueltas los pollos, una vez que están los pollitos de un mes y medio, de dos meses lo sueltas al campo, le llamamos macheros, se acercan pollo y polla, pero después se van separando, cerca con alambre nada más, sin techo nada, ellos viven en el campo, y pones un gallo grande, un gallo mayor. Sí, le pega al que quiera pelear. Entonces tú pones tu machero y sueltas. De todos los que tengas. No, no, porque los pollos, cuando tú tienes necesidad, que los pollos empiezan a los seis, siete meses, se empiezan a agarrar, tú empiezas a recogeros en la noche.  Ya empiezas a recogerlos y lo primero que haces, es ponerlos en unas jaulas grandes altas con columpios, donde ellos empiezan. Sí, separados. Se ven a cierta altura, pero. Se miran en el columpio, y se miran. Están cubiertos totalmente, totalmente. Uno y medio de largo, por ochenta o noventa de ancho, es largo, entonces de malla finita, con doble malla, donde ellos nunca llegan, porque no tienen como llegar además en el columpio se van a ver, se miran.  El comedero se pone afuera.  No, se le pone afuera un gallo, a ver, se le pone.  No, primero la comida, una vez que han terminado, aunque no hayan comido, les das media hora, le quitas.  Sí, para que no se pierda y le pones agua, entonces él aprende a comer a esa hora, le das al animal, ya empiezas, lo tienes un tiempo. Una vez.  En la mañana, después de que has arreglado los gallos, como a golpe de las dos de la tarde así. Después que has trabajado casi a todos los animales, a esa hora empiezan a salir todos. Maíz. Ahí hay, que los Cúrvelo, inventaron unos alimentos que ellos producen para el pollo bebé, para la granja. El pollo bebé, que tiene un concentrado balanceado muy bueno, que ellos hacen, entonces ellos daban eso, pero la mayoría de criadores solo maíz y complemento vitamínico, se les da, por lo menos les das refresco, le pones un poco de fruta, se le pone un poco de fruta para que[u1]  ellos. Sí, después cuando los estás arreglando les das mucha naranja cuando terminas de estar haciendo el entrenamiento. Le exprimes en el pico.  Más o menos un chorrito. Lo refresca mucho. Debe ser que la vitamina C, les alcance. El gallo tiene colores, se empieza a poner más bonito y tú vez como, el entrenamiento es fuerte, fuerte, fuerte, lo pones contra las cuerdas, por eso se llama la cuerda del gallo, le llaman, amarras un gallo en las cuerdas y el gallo tiene que estar ahí. El columpio, una cuerda. Bueno el columpio está en la jaula, eso sí. Individual.  La cuerda es continua, entonces ahí estamos, tú vez a los gallos para relajarnos, duros, y se van a agarrar; entonces cuando el gallo empieza a caminar de puntitas de dedos, el gallo está casi listo. Sí, entonces no se entraba, no se usa traba, las jaulas son de metal, que son portátiles. Galvanizadas, los pones en el sol, y estas son las jaulas con que…  La misma jaula, a veces, si tienes mucha plata, si; pero sino. Se llama La Victoria. Maracay, no es uno de los grandes criaderos. Sol es un rato, el sol es un rato, para quemarle un poco, sobre todo.  Sí, son de jaulas galvanizadas que se arman rapidito, tu compras eso desarmable, lo armas y tienes para sol, tienes dormitorio y tienes jaula para todo. Vamos a hablar de gente de criaderos reales de crianza de animales en cantidades. Sí, pueden hacerlo, se juega en todo el país, ahí lo importante es que se juega en todo el país, tú juegas en uno, en otro, en otro, en otro.  El problema de Maracay, es que el vende gallos, él es vendedor de gallos. Tú hablas del amigo de Valerio Giménez, hablas de Valerio Giménez, del amigo de Valerio Giménez, el que es.  Ese tiene, yo sé quién es ese criador, ese criador, sí, tiene el estilo, él tiene el estilo de Valerio Giménez.  Valerio Giménez creó un estilo de crianza, que mucha gente tomó de él, pero al principio fue más empírico, como fuimos nosotros también. Y Valerio comenzó a sacar las crías seleccionadas, entonces Valerio arrasó. Claro, entonces él sabía los matrimonios que se daban. Él tenía su número el cuarenta y dos de Valerio, es un gallo, que cualquier persona pagaba lo que sea por tener un gallo de Valerio, yo tuve un cuarto y dos de Valerio, de padre, del valor digamos, yo me quedé con un cuarenta y dos, que es un veintisiete de otro, pero es un cuarenta y dos de Valerio, para otros era marcado como veintisiete y el que me reconoció y con el que más he aprendido, que es un  muchacho muy joven, mucho más joven que nosotros, pero que es muy metido en la crianza, que es Jorge Martínez, Martínez es física similar a ti, pero mucho más joven, como cuando éramos jóvenes nosotros, un muchachito que tiene una finca, donde yo le he construido muchas cosas, porque estaba en construcción, entonces es ahí donde más aprendí, te voy a decir, porque él criaba al estilo de Valerio Giménez, netamente, una escalera, él decía.  Sí, eso es.  Sí, y en la forma de sacar, un gallo para cinco ga
llinas, no más de cinco gallinas.  No, no, cinco gallinas separadas, como haces, el huevo de quién, a veces no sabes, uno, dos, tres, cuatro, cinco y el gallo lo vas rotando; pero no más de cinco gallinas para no desgastarlo, para que la cría sea buena, pensado por el doctor Valerio. Bueno, sabes que pasa, los maracuchos empezaron a arrasar en las peleas, pero el maracucho sacaba un gallo, que antes de la muda era extraordinaria, después de la muda no servía. Después que mudaba el gallo no serbia. Cambiaba,… pataruco le dicen allá chusco, ellos ligaban, mezclaban el español con gallos muy fuertes que ellos… como el asil.  Un puntazo, pero con figura, con figura de liso, con figura de español, ellos llaman liso.  Bueno, físicamente, porque a un gallo.  Sí, porque a un gallo chispeado le llaman, nadie le echa gallo; no, no, ese es un chispeado, le dicen, choqué con un gallo chispeado, un cabezón que le llaman acá, y colores. Entonces a nadie le gusta, porque es un gallo muy fuerte, empuja demasiado y el otro gallo se gasta, porque el español es débil, entonces estos sacaron un gallo, que era figura liso, pero por interno empujando como los diablos. No se notaba en figura pero empujaba. Sí, lo saca de juego y lo arruina y le pegaba y muy fino de cola, entonces, cuando había plata estuvimos en la mejor gallera que había allá, que ya la destruyeron, que para mí es un abuso que hayan hecho eso.  En Barquisimeto.  No, no, ellos mismos, los dueños, cambiaron de negocio. Claro, con butacas tipo cine, alfombra. Sí, las jugadas en Puerto Rico, sí, que el gallo viene de soslayo y toca, después del laboratorio nadie toca el gallos y él solo, porque viene de la jaula por el este, la mejor gallera allá, además Barquisimeto, es un sitio de mejores gallos digamos, eso y Maturín; Maturín, Barquisimeto y Valencia son los tres sitios donde se juegan los mejores gallos, por eso que el campeonato mundial que hacen allá, que lo llaman campeonato mundial, lo hacen en Valencia, además que Curbello tiene mucho dinero y es muy buen anfitrión; Manuel Curbello es multi, multimillonario. A sus amigos, igual que Maturín, en San Pedro es un señor, que aparte de tener tanto dinero, para mí es el mejor criador que tiene Venezuela ahorita, es un hombre que invierte mucho, va a Puerto Rico y se compra diez pares. Ello ha mejorado. Con gallo americano. Y la finura del juego. Claro, es más fuerte que el español, el español es muy débil. Sí, pero mucho más fuerte es, más resistente es el gallo español, tiene una fuerza que le llaman allá, la salida es un gallo que arrasaba, pero le faltaba clase al estilo venezolano.  Al final, él es violento pero después se arrugaba y hasta una vez se iban a…  eran gallos de pelea rápida.  No solo el portorriqueño.  Con el español, el español es un gallo que ablanda es débil, que  es débil pero que es de fondo, un gallo como dicen que es de acero, inglés, dicen ellos también, son gallos de acero inglés, es un gallo que lo están matando y él está peleando, después empezaron a sacar el oriental venezolano. El criollo.  Oriental de buena clase, entonces ellos empezaron a cruzar y cruzar. El gallo es de mucha resistencia, muy fino de espuela, de muy buena puesta.  Empuja mucho.  Cuándo tú ves que el gallo camina. De ahí sale, por eso que los, Maracaibo está a ladito de Colombia, los maracuchos sacan eso de ahí. Entonces uno de los culpables de esos soy yo, de sacar, son muy caminadores.  Mi amigo que falleció, lo mataron, aun amigo mío, a quien yo estaba criando, una de las razones por que me salí fue por eso, me dio mucho dolor que lo mataran y cómo lo mataron. Sí, pero absurdamente, allá la gente es muy armada…  Era una cosa de atrás, entonces Luis Chirinos había sido policía, había sido PPJ, PIP como le llaman acá, Chirinos me dice, yo sé que tú puedes sacar los gallos, por los años que tengo en esto, tú tienes otra mentalidad, otra mirada, yo voy a conseguir unos gallos maracuchos, voy a comprar, pero no para pelearlos, entre comillas iba a comprar los gallos pero no para pelearlos… los maracuchos nuevamente, listo para que hagamos las crías, entonces empezamos a sacar gallos jerezanos, con unas hijas de los gallos maracuchos, con las cubanas. …con unas gallinas cubanas, entonces yo pensé, esta liga, a las hijas sacarlas con un gallo jerezano que me prestaron.  Entonces saqué una línea de medio jerezano, un cuarto maracucho y un cuarto cubano y esas hijas, compramos un gallo español y empezamos a sacar cría y los machos hasta los eliminamos, los matábamos, y las hijas sacábamos cría, y nos volvíamos a quedar con crías y después comprábamos otra vez otro gallo español. Ya, un poquito más de tres cuartos. Con esa base, gallos que barajan mucho, revuelan dicen por acá, revuelo, barajo; entonces nosotros sacábamos gallos con un gran barajo, caminadores se llaman.  Empatadores, eso. Como empujaba, cuando sacamos esa línea de gallos, y después matan a Chirinos y yo, entre otras cosas, mi papá ya no quería estar con los gallos, se lo vendió a un paisano, a quién tú conociste, estuviste conmigo el día que te presenté allá. Sí, bueno, el otro, no es nada, estaba con nosotros. Sí, es hermano, nada más, o sea, yo este paisano, paisano, lo conocí desde que jugaba gallos, tenía unos gallos le vendieron unos gallos que todos corrían, gallos malos, entonces le dije,  puedo hacer una cosa por ti, te dejo a todos mis animales, porque no los voy a criar, te vendo de aquí… y tanto los padres, tanto las gallinas, todo te lo entrego, hasta las jabas, correcto, llegué a un acuerdo y se lo vendí; y de esa línea que sacamos, de ese cruce, tuvo, jugó veinticuatro y ganó veintidós, perdió uno y entabló uno.  En coliseos de primera, y no de tercera, ni cuarta; o sea, de primera y de un poquito menos, que también juegan los de primera, el sábado que juegan los de primera, primera. Y los mismos criadores juegan. Donde tú pruebas gallos, pero gallos de la misma cría.  Donde tú dices, este pollo lo voy a probar, para ver cómo es la línea y tal y cual, bueno.  Entonces a mí el que me reclamó, fue este muchacho Jorge Martínez, me reclamo un dia, me dijo tú no  me quisiste vender, Jorge, tú eres orgulloso de tú cría, yo estaba haciendo un experimento. Sí, entonces pero yo lo que te digo es cómo lo hice, porque tú estás perdiendo, no es justo, acuérdate que yo tengo la sangre de tu gallo, porque él me daba a mí, él era Perú, quédate con estos padrones, o sea, padrones con los que yo hice esos cruces, eran parte de Jorge Martínez, “Tuca” que le digo yo; le digo, Jorge, no es justo que tú, con lo que investigas de gallos, estés perdiendo tanto, y tú eres buen gallero, porque yo le aprendí al gallero muchas cosas, al gallero de él, a quién le cuidaba los gallos. Al gallero digamos, al preparador, entonces yo le digo, yo le aprendí mucho a Catire, Catire le decíamos al preparador y no es justo que tú pierdas, pero esto es así, sí, así, él siempre te dijo el secreto, traer gallos del interior te dijo toda la vida, te vas a Trujillo, a los andes, te compras esos chispeados que ellos tienen, que a ti no te gustan, porque a ti te gustan puro español y con eso vamos a ir cruzando, no.  No te quedes con puros españoles, porque es pesado; porque él siempre compraba gallos de España, pero ellos, los españoles sin querer han ido degenerando también.  Claro, bueno, hay un momento que los gallos no sirven más, eran los mejores gallos que había, los cubanos, Manuel Curbello, cubano de nacimiento, venezolano de nacionalidad por muchos años, multimillonario, fue compró dieciocho gallos, diecisiete. No sirve, los cubanos menos; los cubanos menos que los españoles, menos relación, de como ya llega un momento en que no tienes con quién cruzar, acuérdate que Cuba, el manejo de los gallos es a nivel del gobierno. El gobierno tiene criadores también.  Sí, pero escondidos, Pero a la hora que hay remate. Y de a dónde traes. En la Quinta… cuando hay remates traen de todos lados. S
í, pero dime de adonde traen. Y el gobierno es el que cobra. Sí, el gobierno es el que cobra, pero dime de donde traen padres, de donde traen raza, de donde.  Bueno, pues.  De donde, de donde los cubanos.  Sí, yo he tenido gallos cubanos.  Pero eso son los hijos de gallo cubano, pero que tú ya llegaste, tú hiciste, igual que hijo de gallo español, lo que tienes que hacer; pero yo te digo, es de quién viene, promedio.  El problema ya viene de los promedios.  Pero ahora son todos, la mayoría.  Como tú vas a jugar en desventaja Carlitos. Claro, entonces tú vas a un campeonato.  Sí, ese doctor que tú hablaste. Es que él es vendedor de gallos, él solamente, te va a mostrar por arriba, él es de Maracay, es una de las galleras. Este doctor que tú dices, es campeón en   Valencia, no me acuerdo ahorita su apellido, pero él fue campeón en Valencia, es muy amigo con Urbano, fue campeón en Valencia para colmo, con la misma línea de gallos de Jorge Martínez y se lo dijo en su cara, porque él se consiguió un padre, no sabemos cómo, de la línea de Luis Sagsi, del abuelo de Jorge y todavía se lo dijo un día, te gané con tus propios gallos, así se lo dijo. No, no, sacando pica. Sí, Jorge agarro y me dijo, Edú ayúdame a recuperar todos los gallos míos que tengo afuera, es que tú has sido buena gente, has prestado mucho, le fije, en vez de. Yo le dije al paisano cuando yo le vendí, acá hay dos condiciones, nada más, si quieres comprar los animales, nunca vas a pelear un gallo, ni con Jorge Martínez, nunca. Pero le estoy poniendo una condición. No, pero se lo puse en condición, se lo puse en condición, para mí estos gallos son de dos líneas, le dije, uno el cubano David Amador y otra de Jorge Martínez, y hay dos, yo solo te vendo, con esa condición, si tú me das la palabra, la condición de que no vas a pelear ningún gallo contra Jorge Martínez, ni contra David Amador. No, y el nunca peleo con un jugador de gallos, nunca ha peleado. Mira y le dije a Jorge, Jorge si algún día quieres echar una pelea al “Torito” se llamaba, la cuerda, el galpón ese, si quieres echarle una pelea al “Torito” ese, te estás matando tú solo, porque esos son mis gallos y es tú cría. No, no, ya sé, pero estoy hablando de la parte moral. Amical, sí, claro. Entonces David Amador un día forzó una pelea, yo por casualidad de la vida fui, le dije, David vas a chocar con un nieto el Jerezano, es tu línea y del otro que me regalaste, que te salve, porque el cuarenta dos que me llegó a mí, por medio de él, un gallo que lo dejaron en nada, un gallo que estaba herido, herido y él quería salvarlo, porque David me decía,  llévatelo, sálvalo, porque tu eres cariñoso, tienes paciencia, el Jerezano se quedó un tiempo conmigo sacándole cría, porque a él se le estaba muriendo cuando lo curé, estaba enfermo el animal y el otro me lo regaló, me dijo, bueno, tú lo salvaste, te lo regalo, pero fue otro gallo, que le saqué línea después, dos; entonces, ya eché la pelea, bueno, pero para que sepas, que te estoy hablando de antemano, porque mi pacto contigo, es que nunca llegarían en contra tuya. No, no, está bien, pero después no volvió a echarse, no sé, no volvió a forzarlo. No, no, porque él ya sabía, y le ganamos y ganó plata con el gallo, David ganó plata con este gallo, porque David es apostador, David no es criador. Jugador, entonces a mí, cuando vio como salió el gallo y quién era, empezó a sacar la conclusión de una y ganó mucha plata con el gallo de él. Si no me avisas  de repente pierdo.  Sí.  Por eso es que nos conviene pelear, ni tan temprano, ni tan tarde. La pelea a la cuarta, quinta pelea, está perfecto. Depende pues, como está claro, si, lo mínimo que se hacen son ocho, nueve peleas. Okey, pero si es campeonato, veinte, veinticinco peleas. Lo que se guardan a medio día. Depende, pero tú los ves, tú ves al gallo, si quieres vas, o si no quieres también, generalmente, en los papelitos se anota, criador, tipo de gallo, peso, color y todo, por eso va, va, va, va contigo, va contigo, va el apuntador y después de eso, la pelea uno, la dos, la tres, la cuatro. Todavía no están aislados, todavía no están aislados, están separados en jaulas, pero no están aislados. No, sí los toca todavía, todavía sí los tocan.  Están guardaditos y los han dado el primer peso, una vez que hicieron eso, sortean.  La pelea veintitrés salió de una, la doce salió de dos, pero ahí viene entonces el repeso, el gallo que va a pelear de verdad, si hay diferencia de peso, o este es el campeón, porque hay gente que trampea, trampea, seguro. A veces, no a la orilla, puede pasar y la gente. Antes pasaba mucho. Entonces después viene y pan, ahí sí, ya están aislados, que nadie los toca más.  Hasta el momento de la pelea que los criadores sacan sus gallos, porque te abren con llave, entra, saca cada uno su gallo. Después viene un segundo control que es el laboratorio, primero la espuela, se sienta ahí, te dice voy a ver a la espuelas, veintiuno, veintiuno, los dos son veintiuno, están de acuerdo, sí, va. De ahí arman, te dan la cantidad de pega, dicho en moneda, porque hay otro que le ponen malla y lo levantan, para sacarle ventaja de uno mismo. Estoy hablando de galleros buenos, por eso es que a mí no me gustaba ir a orilla, de ahí pasa a laboratorio, en laboratorio es donde lo chequean, lo analizan, si tiene grasa, o tiene alguna cosa, si se le encuentra mucha grasa. No, si tiene mucha grasa no pelea, si tiene algún elemento. Sí, de ahí el juez toca los dos gallos y nadie los toca más y los lleva a la gallera y los pone en la jaula, o se levanta la jaula y empieza la pelea y el gallo después hace el cruce. El gallo es de la gallera, porque tú podrías levantar… La trampa después. Evita que…, porque si ha habido. Claro, imagínate yo tengo un  gallo que se lo están dando a Bolívar pues, apuestan a Bolívar cinco a uno y medio cae mal, yo lo recojo, porque estoy al otro lado, me entiendes, no se puede, no se puede, si te dejan recoger cuando… temprano.  Un degüello pues, ahí te permiten, nadie dice nada, porque ya el gallo se va a morir, tú vera si salvas a tú animal. Hay expresiones pues. Claro, son cinco peleas que tienes que hacer.  Y todo el mundo va a él.  Supongamos un gallo bueno, que todo el mundo iba a ese gallo y resulta que en la puerta le pican. Eso no se puede prever. Lo levantan y… Sí, si quiere.  Cundo es…, pero cuando es accidente… Degüello allá no lo salva nadie. Sí.  No, acá no, diferente, pero espuelas, de espuela natural, pero nociva, hacen la de… Sí, sí, huuuu nos reuníamos todos los jueves, en la casa de uno, en la casa del otro, les encantaba reunirse en la casa mía, porque dicen que yo cocinaba bien, jijiji, decían así. No, eso… No, nunca, no nos podemos juntar, que tienes que estar ahí. Sí, el gallo y esto que el otro, como siempre.  Sí, por lo menos Jorge Martínez nunca pelea contra Manuel Cúrvelo. Hay amigos, son rivales, rivales contra David Amador, donde ve un gallo de David lo va a querer echar. Pedro del Río de Maturín, el gordo Pámero de Barquisimeto. No, no, más o menos, “Pámelo”, Pedro del Río. Si hay, hay. Pero está este Manuel Cúrvelo, ahí hay muchos criadores, está “Chema” de…, no me acuerdo los nombres de toda la gente de Maracaibo, son los que van a un campeonato, de quince gallos ganan doce. Pero hasta ahí es la fiesta. Cuando van a Barquisimeto ganan los maracuchos, cuando van a Valencia los maracuchos pierden todo.  No. Está cerquita. De Maracay, no, yo estoy hablando de Maracaibo, Maracaibo es lejos esos vienen en avión, nosotros vamos a Maturín, Maturín está. Es que para eso están esperando los criadores, hay muchos criadores. Hay muchos criadores de Valencia que no van a Maracaibo. Porque no tienen plata. No, mira, es que no me estás escuchando. Pero es que no.  Mira, acá, aquí, este es Barquisimeto, acá está Maracaibo y acá está Valencia, acá viajan los dos casi la misma distancia, este viaja tres horas, este viaja dos horas y media, ok
ey, bajo las mismas condiciones; aquí muchos, acá van tres, cuatro criadores de Valencia van para acá, acá vienen todos en general, vienen muy unidos además, nosotros jugamos contra este, contra el otro, contra cualquiera. No, eso es Barquisimeto. Ese es valencia y acá está Maracaibo. Acá jugamos contra los maracuchos. Sí ese es Barquisimeto. Los maracuchos generalmente. No, Barquisimeto gana también, pero los maracuchos son generalmente, Maracaibo se lleva el campeonato, ahora, cuando nos toca llegar por acá.  Los valencianos y los que no han ido por acá. Generalmente.  Sí, entonces vienen estos de aquí y les dan una paliza. Generalmente el campeonato en Barquisimeto. Por lo menos a Barquisimeto no le gusta ir, este doctor que tú conociste, no le gusta ir a Barquisimeto.  Ellos son jugadores también. Sí. lo llevan. Estos hacen las dos cosas, entonces que pasa, que hay gente de Valencia, que lo está esperando. Para ese. Sí, esa es la verdad. No, no necesariamente.  Un poco, pero muy poco.  No, no, pero estos no viajan por otras razones hermano. No viajan. Ah, bueno. Sí, sí, pero muchas veces no lo hacen por otras razones.  La mayoría, por ejemplo, nosotros estamos bien cerca de Paracoto, Valencia está bien cerca de Paracoto. Y nosotros vamos con gallos a Paracoto, llevamos ocho y perdemos siete.  Sí, eso es lo que pasa. No, pero escúchame. Lo que pasa que estos cuando iban antes, les pasaba eso, decidieron no salir más, ellos son del mismo nivel entonces que los otros. Sí, es el mismo nivel de crianza. Bueno, a todos los gallos les va a afectar, nosotros vamos por ejemplo a Maturín. No, es que el calor allá es igual en todo lado. Pero van en unas jaulas especiales con aire acondicionado los carros. Sí. Algunos. No, eso no, pero las galleras muchas tienen aire acondicionado. Sí, pero muchos. Muchas galleras Carlitos, que ahorita tienen  aire acondicionado. Ahí están.  Ahí nos jodieron, ahí nos jodieron.  De repente.  Pero por supuesto que afectan a todos. Las condiciones naturales, por eso no quieren viajar, las condiciones naturales también y como tú dices, tú dices todo perfecto, entrenaste un gallo en madera, perfecto, el gallo está en perfectas condiciones, lo han tenido como un campeón, hizo todo lo que quieras, resulta que lo montaste en la jaula, y la jaula está un poco más caliente de lo que él está acostumbrado, y cuando sale a pelear.  A veces, muchas veces no.  La mayor parte de veces no. Yo he visto gallos que han ganado ocho peleas y en la novena se han ido huidos. Que han recibido golpe y todo. Claro, estaban enfermos, yo le decía a Jorge, no, mates a ese gallo Jorge, ese gallo ha peleado muchas veces, pero esta mierda se… pero le digo pero no lo mates. Pero yo le digo, no, no lo mates, él está enfermo, ahora vamos a hacer una cosa, mátalo y ábrelo, vas a ver que va a tener algo en el hígado, en alguna cosa tiene algo le dije, es un gallo que tú no viste, no te dijo, me duele el hígado, me duele el estómago.  Pero a veces te ciegas, no.  Mi papá tenía sus cosas empíricas en eso, mi papá escuchaba el canto en la madrugada. Mi papá, mi papá desde jovencito. Mira, tú ves que el gallero, el entrenador, el entrenador duerme en las galleras, duerme. Y escucha el canto y todo. A ver qué pasaba. A ver qué pasaba, así era Teodolfo.  Los diferenciaba.  Sí, claro.  No un jugador, eso sí. Yo no lo entendía a mi papá, cómo sabía, mi papá dice, que cuando era joven, él iba con una linterna, les alumbraba la cara a los gallos, y el gallo reaccionaba más rápido, ese gallo lo jugaba. Es que mira. Por eso pues. Pero de todas maneras pasan horas.  No, no, lo tienen en la jaula, nadie los toca. Un armador, que es el. No, pero lo agarra el gallero. El que agarra el gallo es el careador, lo que hace es cortar después. Yo le decía a Jorge que el gallero tendría que ser el montador, tú tienes que tener gallero y montador a la vez. Es que tú tuviste así, niño, niño todavía. Pero que se daño después.  Un ajiseco… No mordía pues. Te acuerdas. Era giro entonces.  Que se despicó en mi casa, se dañó. Mi papá fue el que te lo regaló entonces, no fui yo. Sí, sí, sí, era cabeza rota, era giro o no. Y cuando llegué al colegio Santa Rosa, y nos escapamos el primer día para entrar a la capilla. En San Fernando, claro, en San Fernando.  En el tercer piso tenía.  Sí, sí. Que yo, nos escapamos me acuerdo para entrar a la capilla. Tú me enseñaste. Todos los días teníamos capilla antes de salir, cuando estábamos para salir, cuando estábamos en primaria. Entonces me empezaste a contar que habías visto una pelea de gallos en el colegio San Pablo, unos gallos asil, pero yo te pregunté te gusta los gallos, porqué yo tengo gallos de pelea, y así nació nuestra amistad, conversando de gallos, entonces me fui a tú casa por primera vez que estaban en Echenique, conocí a tú mamá, entonces tú mamá me dijo, si  que quería quedarme a almorzar, entonces le dije, que no, que mi papá, mi papá se moría si no iba a almorzar y después ya fuimos juntos a la casa, viste los gallos ahí. No, primero unos navajeros y piqueros, mi papá tenía navajeros y piqueros. Los farrucos, el farruco era un gallo, es la historia, que es la misma que conoces tú, mi papá me contaba esa historia, eran los gallos farrucos eran unos gallos de su tierra, que dice él, yo nunca, él lo contaba, pero tú sabes que mi papá a veces dentro de eso le ponía un poco de novela a la historia.  Fantasía a la historia, de lo que él le contaba a uno, entonces mi papá, siempre me contó, pero como yo no me interese mucho del gallo navajero, entonces claro. No, el veinticuatro de junio. Claro, arriba en el cerro. Entonces, fue un tipo de gallos según mi papá, de un criador Trelles de Abancay, eran Carlos, unos gallos no muy grandes, no, como los navajeros normales, ingleses y todo eso, pero de buen tren de pelea, un gallo muy peleador. Violento,  después venía la parte de nobleza, que mi papá contaba del gallo, que así así, que salía a pelear entre dos, se entrelazaba. Las apuestas después de la pelea. Claro, pero como todo algo nos ha impresionado, algunas de esas cosas alguna vez en nuestra vida, uno sabía, mi papá tuvo, siempre trató de tener en los de la baja, le gustaba tener gallos buenos, porque yo me fui  más de una vez a Abancay con él a jugar gallos allá, porque como él llegaba, como el salvador de mi tío que estaban allá, que les daban todas las semanas les pegaban, y así, como él trabajaba en Ica, te acuerdas que él era decano de la facultad de Pesquería y Ciencias Bilógicas de la Universidad de Ica.  No, el estando en La cantuta, tenía las dos cosas.  Entonces mi papá compraba los gallos a “La Negra” de Grimaldi. Unos gallos grandotes, con unas caras puras, puras guineo casi, los famosos que eran de Grimaldi. Claro. El señor Grimaldi no vendía gallos, él tenía mucha plata para estar vendiendo gallos. El compraba en el campo, él veía un gallo y se enamoraba de un gallo. Mi papá ha sido el criador más empírico que ha habido sobre la tierra, a él le gustaba la figura de un gallo, la figura del gallo es lo que le naciera. Mi papá siempre muy empírico en eso, muy emotivo además, él se llevaba por las emociones. En Chincha, eso era chinchano, te digo que ahí era donde se jugaban los mejores gallos. Huaral también. Por aquí había una gallera. Adonde juegan ustedes ahora. Uno va cambiando, así es lo que pasa con esto. “Churu” al moro, yo me acuerdo de ese gallo. El “Choro”, es de eso me imagino. De Cajamarca. El “Chotano”, el famoso “Chotano”, un gallo de cinco kilos, se libras me acuerdo. Sí, que jugaban con sus estacas largas. Ese fue un buen gallo, que le dio una libra y media a otro gallo, a mi papá, en la famosa pelea de “El Chotano”, con los percheros. A Terry le dio una libra y media de ventaja, sí, y hay un gallo “El Chotano” que le regala a este alumno de mi papá, lo jugamos, pelearon contra. Entonces mi papá lleva el gallo y entonces sacan un gallo gigantesco.  Terry, p
ero llevaba una libra y media, era una salvajada, era muchísimo una libra y media. Seis dos, o siete y medio, una cosa así,  pero mi papá le dice pero ahora no, porque el gallo recién ha llegado, entonces quince días, pactaron la pelea a quince días y eran dos mil soles. Dos mil soles era una fortuna, entonces mi papá ha preparado, ha entrenado a sus gallos, pero ese era el típico gallo de trenza. Pesado, pero el otro era más pesado, le pegaba y le hacía daño a él.  Claro, pero con eso, con una libra y media, no era más alto, lo que era es más pesado, lo que si era un gallo gordo.  Mi papá, entonces al Chotano le han dado un tiro de piernas, que empezó a cojear, y él se ha trenzado con el otro gallo, se ha trenzado por completo y él cayó, le ganó.  Con cacho le empezó a dominar hasta que lo ha matado, a los catorce, quince minutos. Eran cuarenta y cinco minutos, eso era una algarabía, que el gallo chiquitito le combee al grandote y “El Chotano”, este muchacho de Chota, nos regaló varios gallos, que fueron muy buenos, dice mi papá, de ahí nace el “Flor de Haba”, “El Chotano”.  Te acuerdas del “Flor de haba”, “El Chotano”, el girito tuerto. El “Flor de habita”, el girito tuero, porque hacía unas peleas rápidas. Sí, era un gallo de peleas, muy rápido, que el hijo nunca botó buenos, solo uno. Sí, “El Flor de habita”, el único, te acuerdas, uno negro gallino. Claro.  Que tú… para eso “El Flor de habita”, sí, salió bueno, pero eran de ese tipo de gallos de esa época que jugaban. Carvajal, Carvajal, su papá era de allá, le tenía mucho aprecio a mí papá, y como a mi papá le buscaba los gallos. Después, uno de los más grandes gallos que tuvo mi papá, fue un gallo hijo de portorriqueño, fue el “Ariel”, jugó tantas peleas, un día ganó dos veces el mismo día, un veintiocho de julio allá en Chosica, claro a ese nivel también, no era al nivel de Lima. Ahora sí. En su época estaba adelantadísimo, un gallo que salía, y cómo mataba ese gallo, era un poco grande. Buena espuela. Cuatro cinco era. Cinco era el normal, el peso con cuatro quince y cinco dos, era el peso. Una vez yo me acuerdo, que se llevó el trofeo en Chosica, que le ganó a Quevedo, te acuerdas de Quevedo. El cabrilla, claro.  Entrando en ocho segundos creo, quedo muerto un gallo de Quevedo, en ocho segundos…  Sí, ya teníamos espinas. Teníamos espinas, entonces cuando yo voy a quitar al gallo “Dufi”.  Del grifo pues, del hijo del señor Duti, que con “Calín” Velásquez, que era. Milla, juntos jugaban, no que te lo echo, no pero es que faltan muchas peleas, pero es ahorita, pero que no, que sí, bueno, si lo echamos ahorita, yo le digo vamos a echarlo pues, entonces me armaron un giro y Calín Milla vivo, más vivo que yo, porque era más muchacho, me lo lanza por el lado de mi gallo que no ve, pero “Ariel” era de los que yo lo entrenaba, era de los costados, corría y me perseguía a mí. Me acuerdo que lo primero que hizo es meterle las espuelas a Calín.  A Calín, él fue a picarlo y puf, y el otro se quedó así y lo dejó ciego al giro, ciego, cuando se acercó a asegurarlo, él le respondió, no lo volvió a picarlo Carlos. A pie parado… a los ocho minutos el gallo se cayó, se ha muerto. Se llevó dos premios ese día, esa copa que todavía guardan en la casa con un plato de plata, que es el mejor gallo y el de plata por el pollón, porque tú sabes. En Chosica. Sí, donde Farfán, ahí es donde jugábamos todos. No sé exactamente, no se tomaban fotos, la verdad que no; la última vez que yo te vi en gallos, fue cuando te vi en Chaclacayo, que estabas ya con tú esposa, ya criabas buenos gallos también, ya estabas en otro nivel de gallos, yo había empezado a criar de nuevo y me ganaron una pelea, un giro feo que tenía ahí. De Chaclacayo dirás. “Chunchulí”. El chino, no, ahora el es gordo, el chino González, no es criador, nada de eso, sino iba conmigo acompañándome. Claro.  Chotano era ajiseco cenizo,  Con sus pintas blancas, como una flor de habas. Y el “Veneno” era negro, pero un gallo de peso. Ese gallo era bueno, ese gallo te acuerdas feo era su pluma, el “Maltrajeado”, se gallo llegó a ser tuyo pues. Claro. Te lo regaló creo.  Creo que él se murió después, el Maltrajeado, mi papá le tenía.  Le tuvo mucha fe.  Sí, sí.  Sí, sí.  El loco Goyo, su primo. Este gallo se llamaba “Maltrajeado” porque era de todos los colores. Amarillas, era un gallo prácticamente, chusco por plumas, sí, no era un gallo totalmente, fino. No, era bueno para pelear, a ya, en Venezuela hay un dicho: Pataruco arriba es un español.  No, no, pataruco arriba es un español, a ya dicen que el gallo pataruco es generalmente, el gallo pataruco es chusco. Es muy fino en la pelea, muy atinado. No, cuando él está superior es un español, pero le pegan un poquito se baja. No le gusta, así dice el dicho allá, pataruco arriba es español. Ahí empieza, cuando tienes un gallo pataruco y el gallo fino de buena puerta, como le llaman allá, y lo tienen a bolívar a los cinco minutos, esos están tapando de una vez, también cuando se ponga onda, se puede ir.  Pero tapan la apuesta cuando están en desventaja y terminas ganando plata por los dos lados, esos son muy… ahora, ya no apostamos, ellos apuestan por todo, ellos no le paren… a su gallo.  Sí, perdón. Sí, son prácticamente, timberos, don Gotardo, yo creo que también lo conocí, una vez que me venía desde Arica y él estuvo conmigo, nos separamos ahí en la granja.  La granja era con él Chía.  César Chía el dueño del chifa. No, yo también, más viejo, de viejo más bien, ya, ya, nomás, antes de irme a Venezuela, yo iba todos los domingos.  No, aquí se jugaba en Surco, la….  el campeonato y cosas, además a mi jefe le gusta los gallos de navaja, pero yo aprendí de mi papá, a ver cuándo para apostar un gallo a ver cómo se paraba, el gallo se paraba a favor o en contra de la espuela, de la navaja. La posición era muy importante, se paraba así, pega con la derecha que no tiene nada, se para así, pega con la izquierda y donde agarra, agarra algo. Por eso mi papá decía, mira, hay que ver, cuando tú vas viendo al gallo, cuando lo…, el atina a pararse. Y de eso viene la idea de la traba en la pata izquierda de los gallos de navaja, mi papá me contó, la traba que se usaba. Claro, entonces él está acostumbrado a tener la pata atrás. Claro, la calzada de la navaja.  No, pero es que siempre se puso en la pata izquierda. Claro, entonces mi papá dice, que de ahí viene la costumbre de poner la traba en la pata izquierda, entonces que pasa, el gallo para, tiende a pararse así, entonces cuando lo sueltas también hacen la pata izquierda hacia atrás, cuando vuelve, entonces va a pegar con esto, en buena posición para pegar.  No, en eso sí, en esas épocas como todo era tan empírico, no. Había unas gallinitas, no me recuerdo los nombres, ya, pero aquí mi papá tenía unas gallinas, que eran de buena cría, que sacaban bueno animales, éramos tan empíricos, que realmente sabíamos quién era el papá, nunca sabíamos quién era la mamá y cosa que yo aprendí allá en Venezuela, a seleccionar bien, para ver, que sirve y que no sirve, lo que yo aprendí, con lo poco que conocí con el doctor Valerio. No tan mayor pero falleció temprano. Sí, el asunto del doctor Valerio, es que la gallina es lo más importante para él. La gallina para él es lo más importante, siempre decía que la gallina es la que lleva la carga genérica, es lo que tiene eso, él decía así, yo me dediqué mucho.  Sí.  No, por eso que mis cinco primeros años, me dediqué a sacar gallinas, nada más, saber de quién con quién, probé madres, fusilaba, yo fusilaba.  Fusilaba, y después otro que le vuelvo a pegar y que le vuelva a pegar, al más feo o dañadito de los hermanos, los ponía a fusilar, de un hermano de cuatro hermanos machos, padre y madre. Una gallina en todo esto, esto si está bueno, por lo menos tienen cría, entonces, si los hermanos encima eran buenos peleadores
y tenían cría, porque habían sido fusilados, incluso fusilados de que tú los dejas, Valerio era así, Valerio fusilaba, después lo ponía a enfriarse y en la mañana lo picaba, a ver si el gallo reaccionaba y si no reaccionaba. Claro, porque el frío es que les duele. Con dolor y todo, había un caso de gallos que han estado pelando, metidos y guapos, se ha considerado una jaula, porque vienen en una jaula, viene una segunda y en la tercera y que han huido,  que puede ser mira, como le han dado a este gallo, está guapo, pero una vez que se enfría, cambia ya todo. Si. No pues, no puede ser, lo malogras, un solo gallo, al más feíto pues, al menos bueno; y otra cosa que yo he aprendido en Venezuela es, que me reído al principio, pero después aprendí que tienes razón en eso los campesinos es a la luna en los gallos. Para mí, mira, yo te digo, sincero yo me reí, como profesional. Pero después tuve, allá el campesino se guía, luna oscura, luna clara, luna clara, luna oscura. Sí, pero no es así al final, yo descubrí lo verdadero, estuve en el llano un tiempo y hay que ver. Sí, en un campesino criador, tú fíjate la luna de nacimiento, en esa misma luna tú peleas, no importa el color del gallo. En esa misma luna, vas a ver que su rendimiento es superior, no lo creía mucho ya, me parecía un poco, no tan creíble, iluso, pero empecé hacer una prueba, no dejé de creer en el amigo, sino que empecé a topas los gallos en las diferentes lunas, lo que hacían en una luna, no hacían en la otra, parece mentira, un gallo muy bueno, que después peleó varias veces, en la menguante era un diablo peleando, en la creciente peleaba bien, pero no era, lo que era en la menguante. Entonces una vez le digo, pero de donde viene entonces un gallo que pelea bien no es cierto, un gallo nacido en luna nueva, ves tú la luna, es muy difícil de conseguir me dice, muy pocas veces nacen así; si te pones a analizar es verdad.  No, ellos dicen así, pero en el sentido viene, yo la primera vez que escuché eso, fue cuando estaba en Maturín, en un campeonato nacional de pollos, mira me dicen, en creciente hay que traer gallos blancos, porque acá el Marañón, que es cenizo ajiseco o Camagüey, debe de estar jugando con Zambos, el resto del país estaba llevando Zambos, primera vez que escuchaba al respecto, nosotros jugamos seis gallos, ganamos tres, perdimos dos y entablamos uno, entonces no le di mucha relación, a esa parte, no le creo mucho en el color.  Luna llena. Sí, en el nacimiento. Eso, así es, correcto. Eso es lo que yo le creo más, porque los probé.  Tú tienes cuatro bases de nacimiento, en luna nueva, sin luna, dicen ellos que son de todo albur, que puedes jugar cuando quisieras, el gallo no se ve afectado, no hay luna que influya sobre él, los crecienteros nacen en la creciente, en la temporada de creciente, los menguanteros en la temporada menguante. No, y los de luna llena, o nacen en creciente o en llena, no juegan los menguantes según ellos no sirven, yo probé, me surtió efecto en el sentido de que vi por el nacimiento, pero no solo, primero no lo vi por el nacimiento, primero lo hice, voy a probar este gallo en las cuatro lunas. Peleaba mejor en creciente, lo marcaba, un gallo de creciente. Lo topaba, este gallo lo voy a pelear en creciente, el otro en menguante, ahí saqué mi conclusión, que yo tuve una vez el “Flor de habita” que tú dices, que era un gallo que nosotros le llamamos el dominguero, jugó tres domingos seguidos imagínate y en el cuarto peleó pésimo. Sí, peleó pésimo, pero porqué, si había sido un gallo extraordinario, el dominguero lo llamamos porque ganó dos domingos seguidos, en el tercero no hizo nada, ni levanto las patas evidentemente, claro, le había cambiado la luna. Entonces yo he estado en esa época, no lo hacíamos nosotros, nunca hemos creído, por lo menos acá…  Claro.  Las mareas. Sí.  Ochenta. Es obvio. Claro, claro, claro que tiene que ser, lo que pasa que hay que descubrir la verdadera influencia, para ver cómo vas a hacer y me parece que en tope, es lo mejor que puedes hacer. Claro y tú sabes.  Qué luna les toca, justo. Sí tú ves que pelea. Si tú ves que topa siempre, qué mejor topa en creciente, no lo vas a pelear en menguante, este gallo siempre es de luna creciente de mes en mes, por más que le doy el descanso necesario, vamos a suponer que sea muy bueno.  Porque por lo menos un buen descanso necesita un gallo, porque un gallo salvo que mate entrando, un gallo que ha sido herido tiene que recuperarse desde mi punto de vista, por lo menos. El Catire le decían, no me acuerdo su nombre de este pata. Rubio más bien, Catire son rubios, andinos es, no es llanero, yo le digo llanero, él es andino, de los andes de Venezuela.  De montaña, de los andes de Venezuela, Catire siempre me decía, entonces a Jorge no le gusta las lunas, me dice, pero yo te lo explico, como yo le estaba construyendo cosas en la granja cerca, entonces yo dejaba mis cosas y me iba a ver los gallos. Llevando al Catire ven al Perú y ahí vamos a hacer esas cosas, aprendiendo a desparasitar, aprendiendo todo eso, ah, y ellos utilizan mucho el jugo de naranja con el desparasitar Ayuda muchísimo, empiezan a botar de inmediato, yo mirando, pero siempre hablábamos, pero voy a probar, mira, esos gallos que tú tienes, porque él me estaba regalando gallos a mí, Jorge me decía tráelos para criarlos aquí, porque tú no vas a tener tiempo, como hago le decía, lo boteamos, allá le dice botear, no es topar, sino botear, por las botas que le ponen.  Entonces boteamos,… ahí si empezamos el duelo, vamos a empezar con los míos, después con los mejores, o con los mejores tuyos, y de verdad funcionaba, y peleaban los mejores luna a luna, ideal es cuando ese gallo aluna, es bien difícil conseguirlo, me decía, bien, bien difícil, con ese gallo si no tienes problemas. Sí, que sea bueno pues, con la luna tiene que ser bueno. No lo para nadie, ahí también hay un poquito de suerte, que a veces.  Esos gallos caramba, extraordinarios gallos de gente, que pongo el mundo hasta antes de empezar la pelea, a la mitad estaba ganando, y el otro gallo así, le ha botado los ojos, el gallo ha reaccionado, ha querido pelear pero sin ojos, es sin ojos y más con esas espuelitas, han ganado. Sí, sí, hay. Debe ser. Eso es, el universo tiene que ver con todo. No lo ha demostrado. No exista, eso es verdad. Sí.  Hay que ver. Ello, ello, ello.  A veces un gallo está listo para pelear, pero no está en luna, pero no está en luna. Sí.  Bueno, pero por ahí hay un poste.  Sino la mamá del poste, porque todo lo tiene. Pero tú sabes que aprendí a arreglar gallos, yo he visto gallos que tú lo botas, incluso armados, peleando para ver como clavados de las espuelas, allá donde Jorge en la gallera, yo peleaba de una manera en casa y otra en la gallera, en la bulla, la bulla los afecta.  Influye, entonces yo un día le dije, Catire este gallo es bueno, pero allá no pelea igual, voy a grabar una gallera, entonces grabamos una gallera y lo pusimos ahí, tipo música bien fuerte en el botadero de nosotros, y el gallo reaccionó diferente, entonces tú tienes que ir acostumbrando a la bulla del animal. Claro. Y allá que golpean contra la barra, porque los apostadores pa, pa, golpean. Y gente que se mete, se mete a la gallera, tú que vas a decir, se meten, calla, este gallo, oye…  hay gente que se mete igual, lo sacan, pero ya se metió. Ah, eso sí. Claro.  Las galleras más finas, donde hay más, es difícil que lo hagan, siempre hay uno que se pasa o está emocionado, que es dueño del gallo muchas veces, de emoción. De emoción, no, allá no. No, allá no lo hacen, es solo generalmente un poco de emoción, pero y en las graderías, ahora si apuestan adentro igual.  Sí, están ahí. Por eso no me gusta ir a orilla, aparte de los peligros de la orilla, te asaltan, porque allá en Venezuela son muy violentos. Claro. Yo te voy a decir, yo vivo en un pueblito cerca de Valencia, Tocuyito. Cerca de mi casa hay ocho coliseos. Sus ruedos. Sí, sí, porque te dan ventaja, el premio mayor
. No pues, te dicen un toro. Para el que gana más rápido.  Sí, el primer premio y el segundo premio un…, un cochino, un chancho. El pollón también es de dinero. No, y tú ves, los domingos, que son esa gente provocan eso, porque los de dinero, dinero, son los de. Los grandes, no, o los campeonatos, yo pongo un campeonato de promedio, el campeón del año, es que la relación entre ganados y perdidos es el mejor…  Entonces yo tengo, no importa la cantidad de peleas que hayan hecho, pero tienes que tener un mínimo, que haber un mínimo, tiene que haber pasado de veinticinco peleas, entonces para lo que es pasar veinticinco peleas, los empates sirven. Lo empates son neutros, no sirven ni para uno, ni para otro, entonces yo digo, yo tengo treinta y dos ganados, siete perdidos, treinta y dos entre siete, me da un promedio. Yo tengo quince ganados, catorce perdidos… el que tenga el mejor promedio, al principio lo hacían por diferencia, que tenga mejor diferencia, había gente que llevaba diez gallos para poder tener más peleas digamos de…  Sí, pero podía ganar más, entonces, la idea ganó, la idea mejor era promedio, así lo hicimos, estuvimos reunidos, yo fui parte de ese reglamento que se hizo. Fabuloso pues. Pero no pues, no entras al campeonato. Veinticinco peleas, obvio, para que seas criador, porque si no, llevas dos gallos y después dejas de jugar gallos todo el año, y eres el campeón. Entonces que pasa, cuando es el campeonato, el campeón se lleva la copa y la plata se va para el gallero. Del dueño de la cuerda. Del que prepara los gallos. Del hombre que vive, a parte del sueldo que le pagan, buen sueldo. Entonces así es, el orgullo que le llaman, fui campeón este año. Claro, tiene su negocio,… vas muchas veces a su gallera, se reúne los jueves con los amigos ahí, pero no tiene nada que ver, así eran nuestros campeonatos, no sé cómo será ahora, tengo tiempo que no estoy en eso, pero nos cuidamos mucho. En temporadas. Dieciocho, veinte. Todos los sábados. Domingo hay también, pero en otras galleras, no en las galleras, hay un orden. Sábados, sábados.  Nosotros llegamos a conseguir, jugábamos como jueves, viernes, sábado, domingo y lunes.  Seguimos pero de noche en diferentes pueblos. Entonces, como yo era el que más tiempo tenía. Sí, como yo era el que más tiempo tenía del grupo, ellos estaban más metidos, yo estaba, entonces a mí me encargan los gallos de David Amador, de Manuelito, Perú, Perú, tú te llevas los gallos, sí, yo me cargaba todos los gallos, me los llevaba a la pesada, ellos ya llegaban, los galleros iban conmigo, por supuesto los galleros, ya habíamos transado peleas y todo, ellos confiaban en uno pues y éramos un grupo que se los movía juntos, llegábamos a todos sitios juntos; nos invitaban a Maturín, íbamos juntos, nos invitaban a Aruba, íbamos juntos. A Maracaibo sí, nunca fuimos. A Maracaibo nunca fuimos. Porque son muy mafiosos.  De armas. Imagínate si nos ganaban participando como les daba la gana, como sería en Maracaibo, no. Maracaibo, los maricuchos, Maracaibo. No, yo, ellos si iban y ganaban y perdían, pero no, porque yo no me iba a arriesgar. Igual que en Punto Fijo, fui una vez nada más a Punto Fijo, cuando llego, y al rato llegan los maricuchos con ametralladora. Son de la frontera, mafiosos, narcos. Sí, jugadores de apuesta pues. Sí, allá la apuesta de caballos normalmente, es ilegal.  Hay, pero muy poquito, se juega mucho ilegal, el triple, terminal y todas esas cosas, entonces hay gente que tiene unas ochenta banca de caballos, tienen unos ochenta sitios donde apuestan, se apuesta ilegal, esos son los mafiosos, ellos viven del dinero, de las apuestas.  Sí, todo eso, o no crían nada, simplemente, tienen la apuesta. La apuesta y nada más. Sí, y juegan muchos gallos. Eso.  Entonces que pasa, cundo fui una vez a Maturín, un tipo así, entra, y iba a jugar su gallo, va un millón de doces, el doce es seis contra cuatro, un millón de doces, o sea, seis millones contra cuatro millones, va, dice la gente.  Quinientos en esa época, eran bastantes dólares y va otro millón de doce y va otro millón de doce, yo le digo a Chirinos, ya me estaba despidiendo, muchos años atrás, a él le ganamos, se queda…, dieciocho millones… y tenía ochenta bancas de caballos, subía el juego, a él no le importa eso, después que perdió, una etiqueta negra para el señor, una etiqueta negra para ellos, no le interesa. No le importa, pierde y todo, y si gana, perfecto, igual te vuelve a invitar. Sí, sí, porque es multi, unas cadenasas de oro. Entonces, cuando hay ese tipo de jugadas, me retraigo un poco. Mi papá le gustaba ir, porque cuando dejamos, vendí los gallos también, por que la gallera de donde Mata , donde íbamos, del Mata Juárez, era en el campo, muy bonito, la cerraron, don  Marcelo Curvello, construyo una propia dentro de su finca, eso por imitación, pero ya no era lo mismo, además había un restaurante de carne asada, de carne magra que llaman allá, que le ponen la carne en una vara y le ponen a dar vuelta en el carbón, entonces iba Raquel, mi esposa, tú la conociste.  Sí, sí, íbamos con Raquel,… jugábamos nuestros gallos, Raquel estaba ahí con la esposa de Amador desde arriba y decían a tal gallo voy y generalmente, tenían buen ojo para los gallos y eran, entonces, clausuraron eso, mi papá también dejó de ir, estaba un poco menos bien de salud, entonces empecé a retirarme, hasta que. Sí, él que era mi amigo pues, por una cuestión de atrás, que era de tiempo atrás, entonces… participaron, pues, es más, me extrañan, me llaman siempre, me dice, lo buenos criadores de Valencia, pero Perú que pasa contigo, que no te has aparecido por aquí, ya les digo y ahora que mi papá ha fallecido. La ausencia de mi papá yo la siento mucho, es que mi papá era mi amigo. Sí, yo lo he acompañado, nos acompañábamos. No, no, mi mamá vive con Elsira. Mi mamá vive con Elsira y con él. Elsira es viuda, se fue a vivir y como la casa es muy grande, ahí viven ellas, entonces… se ha dedicado a mi mamá.


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